Américo Silva: El guerrillero más resteado en el combate contra la Cuarta República (+siembra)

El 31 de marzo de 1972 las fuerzas de seguridad del gobierno de Rafael Caldera asesinaron a Américo Silva
Foto: Internet

Publicado: 31/03/2023 08:39 AM

El 31 de marzo de 1972 las fuerzas de seguridad del gobierno de Rafael Caldera asesinaron a Américo Silva, ícono de la lucha por la justicia social entre las clases humildes de Venezuela entre las décadas de 1950 a 1970.

Nació el 16 de marzo de 1933 en Maturín, estado Monagas, un luchador guerrillero que se enfrentó a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y gobiernos de la Cuarta República.

A los 12 años debió renunciar a la escuela para trabajar y ayudar a sostener a su familia, tras la muerte de su padre, Alberto Tirado.

El trabajo en un comedor escolar y como vendedor en los portones de las petroleras extranjeras de Caripito y Jusepín le enseñaron la crudeza de la desigualdad social y la dominación extranjera sobre los recursos y la sociedad venezolana, lo que hizo surgir en su interior un fuerte deseo de cambiar esta situación.

Ya a los 15 años discutía sobre estos temas con luchadores y pensadores revolucionarios, como Simón Sáez Mérida, Joaquín Blanco y Trino Barrios, y en 1953, con tan solo 20 años, se une a la resistencia clandestina contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez (1952-1958), en la que actuó consecutivamente entre San Félix, Ciudad Piar y Aragua de Maturín.

Tres años después se establece en San Félix, Bolívar, junto a otros trabajadores, inició una lucha para rescatar al sindicato del hierro del dominio patronal, y llegó a defender a las familias campesinas del Cerro Bolívar (antes Cerro La Parida), desalojadas violentamente por los organismos de seguridad y la Orinoco Mining Company para explotar los yacimientos de hierro de la zona.

Derrotada la dictadura, Silva pasa a trabajar en el Instituto Agrario Nacional en Monagas, donde se dedica a promover la repartición de tierras entre los pequeños campesinos, organiza sindicatos agrarios e inicia la lucha por el derecho a la tierra contra terratenientes y latifundistas.

En 1960 decide pasar activamente a la lucha armada y se suma al nuevo Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), ocupando el cargo de instructor político-militar en el Campamento de la Juventud del MIR, en Culantrillar.

En 1961 asume el comando de las guerrillas urbanas de Oriente. A sus 30 años ya era responsable de la retaguardia y logística del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora en los estados MirandaGuárico.

Luego asume el cargo de primer Comandante del Frente Antonio José de Sucre en la región oriental del país.

Su formación revolucionaria se refuerza en Cuba, y el 8 de mayo de 1967 participa en el desembarco de Machurucuto, cuando una docena de revolucionarios de la isla caribeña llegó al país por la playa varguense, para sumarse a la defensa del proletariado.

Silva siempre será recordado por su posición ante las derrotas y los vaivenes del combate, que reflejada en sus palabras: “La lucha de los oprimidos, por el socialismo, contra el capitalismo y su máxima expresión imperial es diversa, arriesgada y no termina ni con la traición de un desclasado ni con la muerte de un guerrero”.

REDACCIÓN MAZO

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