La violencia y el desánimo: El otro rostro de las elecciones mexicanas

La noble población mexicana
Foto: Agencia

Publicado: 14/06/2018 08:26 PM

A menos de un mes de las elecciones presidenciales en México, el contexto de las campañas no sólo se ha tornado polémico, sino violento. Además de elegir presidente, la población mexicana que emita su voto, lo hará por legisladores y en algunos casos por presidentes municipales (3.406 cargos en total), lo que ha removido el tamiz político en todos los niveles.

Sin embargo, algunas regiones en el país muestran una disidencia respecto a la instalación de casillas y la permisividad para efectuar las votaciones. La tendencia al cuestionamiento directo del proceso electoral crece en estados como Michoacán, Jalisco, Nayarit, Guerrero y Chiapas, aumentando así las poblaciones que no votaránel próximo 1 de julio (17 localidades o municipios hasta ahora).

Por ejemplo, la comunidad p’urhépecha de Cherán, ubicada en el corazón del territorio michoacano, con una población aproximada de 25.000 habitantes, decidió hace 7 años no continuar con el ejercicio de la política partidista y electoral, por lo que en este proceso –tal y como ocurrió en 2012 y en las elecciones intermedias–, tampoco participará.

Esta comunidad indígena ha sido un referente importante para las luchas sociales mexicanas, sobre todo, aquellas que defienden un territorio en contextos en los cuales se presenta la posible imposición de proyectos mineros, hidroeléctricos o similares: el levantamiento armado que llevó a cabo Cherán para defender su bosque es ya una bandera dentro del mundo indígena.

A pesar de haber desencadenado una influencia en su región y en otros estados, el modelo de autonomía política que el Estado mexicano ha tenido que reconocer a regañadientes en Cherán, no es sinónimo de un modelo aplicable a otras comunidades indígenas. Sin embargo, el ejemplo de la ruptura con partidos políticos y el modelo electoral habitual ha sido una fuerte influencia para establecer una crítica profunda, tal y como lo hizo el movimiento zapatista desde 1994.

Actualmente, los municipios y poblaciones que tratan de impedir su inclusión en el proceso electoral actual, han llegado a esta conclusión por caminos diversos que los llevan al mismo argumento: no existe una representatividad del aparato político actual. Quienes cuestionan a partidos políticos y urnas han padecido explotación y la destrucción de los bienes comunes de su territorio.

Crimen y elecciones

Según los datos que el periodista Sergio Rascón publicó recientemente en el portal Mexico.com, este es el proceso electoral más violento registrado en los últimos 25 años. Hasta la fecha 101 políticos en campaña han sido asesinados y tan sólo 21 personas han sido detenidas por su posible implicación en 14 asesinatos. Además de la desconfianza en el sistema partidista y electoral por falta de representatividad, la impunidad goza de buena salud.

Guerreo encabeza la lista de violencia con 19 candidatos y candidatas asesinadas en esta campaña, y en términos de partidos políticos, es el Partido Revolucionario Institucional (PRI) quien ha sufrido más bajas con 33 militantes ejecutados.

En las poblaciones en las que surge una crítica profunda al proceso electoral y donde no se quieren instalar casillas, no sólo no hay campañas o mítines de candidatos, tampoco se registran las cifras de violencia que agudizan la situación del país.

Incredulidad ante partidos políticos y campañas electorales

Por tercera ocasión, el pasado 27 de mayo de 2018, las y los habitantes de Cherán eligieron a sus autoridades municipales. Lo hicieron a partir de sus usos y costumbres, amparados por el acuerdo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en materia de derechos indígenas y de pueblos tribales, mismo que ha sido ratificado por el Gobierno mexicano.

Durante este proceso, las personas que habitan este municipio eligieron a quienes durante los siguientes tres años estarán al frente del gobierno comunal. No se hizo a partir de campañas publicitarias o de mítines, la elección de autoridades en Cherán se realiza luego de que son propuestas diversas personas por sus méritos a favor de la comunidad, por su calidad moral al interior de la población.

Con reconocimiento del Instituto Electoral de Michoacán, el proceso de elección de autoridades p’urhépechas es una de las alternativas al sistema tradicional de partidos políticos, porque "ellos se han coludido con el crimen organizado y nos robaron durante mucho tiempo, destruyeron nuestro bosque y asesinaron a muchos de los nuestros", comenta un comunero cheranense tras la jornada política local.

"Hemos demostrado que se puede gobernar de otra forma, que no necesitamos de partidos políticos y que no vamos entrar en el juego electoral", declaraba uno de los integrantes recién electo del Consejo Mayor del gobierno comunal de Cherán. Su postura, como la de la mayoría de la comunidad se basa en varios gobiernos corruptos e inoperantes que tuvieron antes de levantarse en armas en abril de 2011.

El caso de esta comunidad indígena, como la de las otras que intentan transitar a una situación distinta a la partidista, representa un cuestionamiento frontal a la estructura política del Estado mexicano y cada día cobra más fuerza. La situación de desigualdad y violencia que vive México se combina con hartazgo y la necesidad de un cambio real en la vida de las y los habitantes.

RT

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