40 AÑOS DEL VIERNES NEGRO - El fracaso del modelo puntofijista (18 de febrero de 1983)
Publicado: 01/03/2023 10:00 PM
• En 1973, Carlos Andrés Pérez recibió la banda presidencial de manos de Rafael Caldera, con una deuda de 600 millones de U$D.
• A raíz del embargo petrolero en el Medio Oriente, entre 1973-1979, el Gobierno de Pérez recibió los más altos ingresos petroleros de nuestra historia: 217.857 millones de U$D y gastó 200.184 millones U$D en dos años (1976-78).
• No obstante esta bonanza, hipotecó el futuro de Venezuela mediante un endeudamiento provisto de intereses variables y exagerados, que a la postre se hicieron impagables.
• En ese mismo orden, Luis Herrera Campins recibió una segunda oleada de bonanza petrolera, los ingresos al fisco se triplicaron. Pero a pesar de estar consciente de tener en sus manos un país hipotecado, no redujo, sino que aumentó la deuda externa.
• Ambos presidentes, siguieron las directrices de Washington y endeudaron a Venezuela; para ello recibieron préstamos muy superiores a las reservas internacionales de la nación y en condiciones fraudulentas.
• A comienzos de 1983, 34 mil millones de U$D, de nuestras reservas internacionales estaban depositadas en la banca internacional.
• En los días previos al Viernes Negro, una estampida de miles de millones de dólares disminuyó estas reservas a 700 millones de U$D.
• El BCV vendía un promedio de 50 millones de U$D diarios.
• De cada 100 U$D que Venezuela recibía por concepto de la venta de petróleo, el 34% era destinado al pago de la deuda externa.
• La abrupta baja de los precios del petróleo impidió que los ingresos fiscales fueran suficientes para cubrir los compromisos de la deuda externa. La banca internacional demandaba el inmediato pago de 9.000 millones de U$D, amenazando con al país en default.
CONTEXTO:
• Desde 1938 EEUU impuso un Tratado de Reciprocidad Comercial mediante el cual Venezuela se veía obligada a importar todo lo que consumía y a vender el 100% de su producción petrolera a las transnacionales Standard Oil (Exxon), Royal Dutch Shell y la Anglo Persian Oil Company (BP).
• Sin embargo, este tratado, que fue denunciado en 1973, solo generó extraordinarios beneficios a pocas empresas, profundizando las desigualdades sociales y los brotes recurrentes de protestas populares.
• Los desajustes causados en los parámetros de la economía venezolana solo se pudieron sostener mediante la ficción de un signo monetario, aparentemente sólido, que osciló entre 3,30 (1936) y 4,30 (1983) bolívares por dólar.
• Esta estrategia diseñada en Washington, estableció una ficción que proveía de un status de vida holgado sustentado en una economía monoproductiva que desplazó todas las demás economías generadoras de riqueza y bienestar común.
• El intento de crear en Guayana un complejo de industrias básicas esenciales para la explotación y creación de productos con un alto valor agregado, también fue entregado al conglomerado de empresas norteamericanas que usufructuaron por décadas materias primas con ventajas exorbitantes.
• Pedro Tinoco, uno de los gurús de la economía criolla, estuvo desde 1964 aplicando las directrices de Washington desde la Comisión para la Reforma Administrativa para del Estado. Fue también ministro de Hacienda de Pérez y Caldera. Luego le siguieron otros operadores como Gumersindo Rodríguez, Carmelo Lauría, Miguel “Paquetico” Rodríguez, Gustavo Rossen, Diego Arria, los IESA boys y Teodoro Petkoff, desde Cordiplan.
REDACCIÓN MAZO