¡A un año de su muerte! Fernando Cardenal un sacerdote revolucionario (+Nicaragua)
Publicado: 25/02/2017 01:12 PM
El sacerdote jesuita y miembro de la teología de la liberación, Fernando Cardenal nacido en Nicaragua 1934, fue un gran impulsor y renovador de la educación en el país centroamericano. Dirigió la Campaña Nacional de Alfabetización impulsada por el gobierno sandinista en los ochenta y como ministro de Educación del gobierno revolucionario impulsó profundas reformas en un país con altas tasas de analfabetismo. Su vinculación a la revolución le valió la expulsión de la orden jesuita en 1985.
En los años ochenta, tras el triunfo de la llamada Revolución Popular Sandinista, Fernando Cardenal formó parte de un grupo de sacerdotes que se vincularon directamente con el gobierno revolucionario, lo que les generó fuertes críticas de la jerarquía católica de su país y del Vaticano.
Junto a Cardenal trabajaron en el gobierno sandinista el religioso de la Congregación Maryknoll, Miguel D’Escoto, canciller del país en aquel entonces; el poeta Ernesto Cardenal, sacerdote diocesano y ministro de Cultura; y Edgar Parrales, también diocesano, embajador de Nicaragua ante la OEA. En el caso de Fernando Cardenal la orden jesuita lo expulsó por lo que él mismo denunció como presiones de Juan Pablo II, gran crítico de los movimientos revolucionarios de izquierda en Latinoamérica."Quien se negó rotundamente a conceder la excepción a los sacerdotes de Nicaragua para seguir trabajando en el Gobierno Revolucionario fue el papa Juan Pablo II. Me duele esta afirmación pero cristianamente no puedo callarla”, escribió Fernando Cardenal en un conmovedor texto titulado "Carta a mis amigos”, en el que explicaba detalladamente las circunstancias de su expulsión.
Fernando Cardenal fue un personaje muy querido en Nicaragua. Su trabajo estuvo vinculado siempre a la juventud, a la que apoyó impulsando una educación de calidad desde la organización Fe y Alegría, que él dirigía. Personalidades nicaragüenses lamentaron el fallecimiento del sacerdote, quien había sido readmitido en la Compañía de Jesús. El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, dijo que se unía “en oración a toda la comunidad Jesuita en Nicaragua”, mientras que el escritor Sergio Ramírez, vicepresidente del país en los años ochenta, recordó que Cardenal fue “todo un símbolo de entrega y humanidad”.