¡Abril Victorioso! Del golpismo imperial al nacimiento de la inquebrantable Unión Cívico-Militar (+12A)

En horas de la tarde del 12 de abril se instaló en el Palacio de Miraflores un Gobierno de facto, encabezado por Carmona Estanga
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Publicado: 14/04/2023 05:30 AM

Luego de la masacre contra el Pueblo perpetrada el 11 de abril de 2002 por factores de la derecha en Venezuela, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos (EEUU) y los medios de comunicación alineados con el imperialismo, los golpistas sedientos de poder iniciaron las acciones para derrumbar lo construido por el presidente de la República, Hugo Rafael Chávez Frías.

Así, comenzaron las persecuciones contra los líderes revolucionarios y todo lo que se identificara con el chavismo, una cacería sin límites característica del fascismo, en la que fueron detenidos ministros y figuras del Gobierno Bolivariano. 

Capítulo II: 12 de abril de 2002

“Buenos días, tenemos nuevo presidente”, con esas palabras del periodista de ultraderecha Napoleón Bravo, en su programa 24 horas transmitido por Venevisión, se ratificaba el 12 de abril de 2002 la participación de la canalla mediática en la consumación del golpe de Estado contra el Comandante Chávez y contra el proceso de cambios que daba frutos para el bienestar social de la población venezolana.

Los propios dirigentes de la oposición que orquestaron las acciones antidemocráticas agradecían a los medios de comunicación privados por su aporte a lo que ellos creían su victoria frente a la Revolución Bolivariana, pero no contaban con la conciencia de un Pueblo que había despertado y no estaba dispuesto a dormirse jamás.

Se había autojuramentado presidente interino el entonces jefe de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (FEDECÁMARAS) y representante de la cúpula empresarial, Pedro Carmona Estanga, conocido posteriormente como Pedro “el breve”, quien disolvió los Poderes Públicos y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en un acto cargado de odio y venganza desde el Palacio de Miraflores, bajo el auspicio de la Casa Blanca.

Ahora, el silencio mediático

Tras el secuestro del Comandante Chávez, a manos de militares quienes habían traicionado a la Patria y decidieron cumplir los designios de la Washington, el silencio mediático reinó aquel 12 de abril. 

Los canales de televisión llenaron sus pantallas de comiquitas, a diferencia del día anterior cuando los dueños de las televisoras en conjunto aupaban la toma del poder por parte de los golpistas, allanando el terreno para la ejecución del golpe de Estado, mientras que en las emisoras radiales también se ausentaron las noticias, sólo se escuchaba música.

Entretanto, los medios impresos titulaban con noticias falsas para afirmar que el Comandante Chávez había caído, que había renunciado, y así transcurrió la agenda informativa del día. Ningún medio informaba del secuestro del Presidente. El entonces gobernador del estado Miranda, Enrique Mendoza, tomó por asalto canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV) y ordenó suspender sus transmisiones: “esa basura va fuera del aire”, dijo en una clara violación a la libertad de prensa y al derecho del Pueblo de estar informado.

Chávez no renunció

A pesar de que en la madrugada de ese 12 de abril ya se había anunciado a Carmona Estanga como “mandatario interino”, desde ese mismo momento comenzó a circular información que desmentía la supuesta renuncia del presidente Chávez; no había renunciado. 

Primero lo informó el fiscal militar que lo entrevistó, y luego su hija María Gabriela manifestó en una cadena internacional de noticias que su padre nunca había renunciado, y que era un presidente prisionero. Con el silencio característico de ese día, los medios de comunicación no dieron cobertura a esta noticia.

En rueda de prensa, el entonces fiscal General de la República, Isaías Rodríguez, aseguró que se había producido un golpe de Estado y que el nuevo gobierno era inconstitucional, inmediatamente fue censurado por los medios de comunicación privados.

“Coronación” en Miraflores

En horas de la tarde del 12 de abril se instaló en el Palacio de Miraflores un Gobierno de facto, encabezado por Carmona Estanga, quien junto a un grupo de generales y civiles afines, instauró lo que denominaron un “Gobierno de transición y unidad nacional”. En el festín ultraderechista al que asistieron todos los partícipes del golpe de Estado, incluida la jerarquía eclesiástica, efectuaron la “coronación” del títere imperial, que sería más temporal de lo que esperaban.

Entre los 400 firmantes del Decreto, conocido luego como “El Carmonazo”, se leían los nombres de empresarios y políticos, entre los que destaca el "filósofo del Zulia" Manuel Rosales y la ultraderechista radical María Corina Machado, además de representantes de la iglesia católica y militares que habían traicionado la Constitución de la República.

El golpe de Estado había sido precedido por un guión imperialista desestabilizador de la democracia que sumaba a la más rancia oligarquía y a integrantes de partidos de la ultraderecha y del extremismo como Primero Justica a la cabeza de Julio Borges, Leopoldo López y Henrique Capriles.

Ya en horas de la noche de ese 12 de abril, el Pueblo avistaba un movimiento de masas que se consolidaría en las calles al día siguiente, cuando la dignidad del soberano trajo de vuelta a su líder Hugo Chávez, quien se encontraba secuestrado en la isla de la Orchila.

Todo 11 (y 12) tiene su 13…

REDACCIÓN MAZO

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