Apareció muerto un menor que había sido detenido por agentes policiales (EL IMPULSO, 12 de febrero de 1976)

Publicado: 15/02/2023 10:00 PM

    • Pastor José Salazar, joven de 17 años, fue detenido por la Subdivisión de Detectives de la Comandancia de Policía el domingo y murió el lunes.

    • Su padre, Pastor José Salazar Brizuela, aclaró que su hijo salió de su casa a eso de las cuatro de la tarde a practicar deportes en la disciplina de base ball cuando fue detenido por agentes de la División de Inteligencia Policial.

    • Los padres del menor asesinado desmintieron la versión oficial dada por la comandancia de la policía según la cual el joven falleció a causa de una úlcera duodenal, e insistieron en que su hijo falleció a causa de una fuerte golpiza propinada por los agentes que lo detuvieron.

    • Pastor Salazar, un anciano ciego y sin posibilidades económicas, dijo que los testigos de la golpiza que causó la muerte a su hijo verifican que fue masacrado a golpes, y darán sus respectivas declaraciones ante el tribunal penal que se encarga de las averiguaciones del caso.

Contexto: 

    • Esto ocurrió en el marco del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979), en el momento en que estallaron manifestaciones estudiantiles en toda Venezuela por la inminente visita del Secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger.

Durante esa semana, la represión policial se hizo presente en Caracas donde fue asesinado un estudiante del Liceo Palacios Fajardo, en el 23 de Enero. En San Felipe, estado Yaracuy dos estudiantes del Ciclo Básico Rómulo Gallegos, murieron en manos de la Policía Municipal.

    • Con el gobierno de Rómulo Betancourt todos los órganos policiales fueron presionados para ejercer detenciones arbitrarias de estudiantes y dirigentes de izquierda. 

    • En Venezuela los funcionarios policiales creaban y destruían pruebas, obstruían la participación de los cuerpos de investigación criminal, ocultaban evidencias a los jueces, entrenaban a testigos falsos y formulaban cargos contra sus víctimas; así como a otras personas inocentes para encubrir la brutalidad de sus actos. 

    • Cuando se trataba de guerrilleros (as) y dirigentes urbanos en la clandestinidad tenían órdenes expresas de no entregarlos a los órganos regulares de justicia sino de ajusticiarlos sumarialmente. 

REDACCIÓN MAZO

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