Arrestan en París a Félicien Kabuga, responsable del exterminio de tutsis en Ruanda

Se estima que en los 100 días que duraron las masacres murieron entre 800 mil y un millón de tutsis
Foto: Internet

Publicado: 18/05/2020 11:46 PM

Fue detenido el pasado sábado en un suburbio de París, el ruandés Félicien Kabuga, uno de los mayores responsables de la propaganda que justificaba el exterminio de tutsis en Ruanda en 1994, según reseñó Reuters con referencia a las autoridades francesas.

La Fiscalía General de la capital francesa, señaló que Kabuga “de 84 años, vivía con una identidad falsa en un apartamento en Asnières-sur-Seine, gracias a una mecánica bien trabajada y con la complicidad de sus hijos". El Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales de la ONU, asegura que Kabuga era "uno de los fugitivos más buscados".

La población Ruanda, una pequeña nación de África oriental, consiste principalmente en dos grupos étnicos, lohutus y los tutsis. A inicios de la década de 1990, estos dos pueblos, que conformaban respectivamente un 85 % y un 14 % de la población del país, estaban sumergidos en un profundo conflicto ligeramente suavizado por el Gobierno del presidente Juvénal Habyarimana, que trataba de integrar a ambas etnias.

No obstante, el 6 de abril de 1994 el avión en el que viajaban Habyarimana y su homólogo burundés, Cyprien Ntaryamira, fue derribado cerca de la capital de Ruanda, Kigali. La situación fue aprovechada por los militares hutus para tomar el poder, y prácticamente de manera inmediata se iniciaron los asesinatos en masa de tutsis.


Las matanzas, perpetradas tanto por soldados como por la milicia de los radicales hutus, la Interahamwe, cesaron solo en julio cuando el Frente Patriótico Ruandés, integrado principalmente por tutsis, derrotó al Ejército gubernamental. Se estima que en los 100 días que duraron las masacres murieron entre 800 mil y un millón de tutsis y de aquellos hutus que los defendían. La velocidad a la que se ejecutó el genocidio fue más alta que la del Holocausto, indica el investigador Alex Bellamy.

 

A pesar de jugar un papel clave en el genocidio, Kabuga logró escapar de Ruanda en junio de 1994. Primero llegó a Suiza, pero ese país se negó a concederle refugio y el empresario voló al Congo y, posteriormente, a Kenia. Después fue visto en el sudeste asiático y Bélgica.

 

No obstante, y pese a que se ofrecía una recompensa de millones de dólares por información que permitiera establecer su paradero, Kabuga pudo escurrirse de la justicia internacional durante más de dos décadas.

 

El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, se congratuló por el arresto de Kabuga y destacó que su detención "envía el poderoso mensaje de que los sospechosos de cometer tales crímenes no pueden escapar de la justicia y finalmente serán responsables".

 

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