ASESINADO MIGUEL ULLOA ESTUDIANTE DE LA ESCUELA AGUSTÍN AVELEDO Otra Víctima de la Digepol
Publicado: 10/07/2024 09:00 PM
(Clarín, 08 de julio 1963)
- Lo ametrallaron en la Quebrada Macayapa mientras pintaba consignas políticas. Durante el velorio, agentes de la Digepol intentaron secuestrar el féretro:
- En la noche del 7 de julio de 1963, Miguel Henrique Ulloa, de 16 años, estudiante de la Escuela Agustín Aveledo, fue ametrallado por agentes de la Digepol, usando balas explosivas Dum Dum.
- Pasada la media noche, bandas armadas de la Digepol asesinaron al estudiante en un sitio cercano a la Quebrada de Macayapa en los Frailes de Catia.
- Miguel Henrique Ulloa fue sorprendido por la patrulla de la Digepol; al darle la voz de alto, el infortunado alzó los brazos y los agentes abrieron fuego.
- Allí lo dejaron desangrándose, mortalmente herido.
- Horas más tarde, el cuerpo fue encontrado por amigos, quienes lo bajaron para pedir auxilio, pero fue muy tarde, ya había fallecido.
- En esos días, cuando imperaba la “doctrina Betancourt”, todas las noches los cuerpos policiales solían disparar ráfagas de ametralladora indistintamente sobre jóvenes sospechosos. Algunos eran militantes de izquierda, otros no ejercían actividad política alguna.
- En el editorial de este diario se denunció el silencio cómplice de la de la mayoría de los medios de comunicación, que no publicaron la noticia, justificando con su indiferencia a los cuerpos represivos y bandas armadas de AD.
- Para entonces la esclerosis espiritual, el conformismo, los compadrazgos políticos y la sociedad de cómplices cerraban filas para poner sordina a la impunidad, aplicando la ley del silencio ante tantas muertes. Desde Miraflores decían: “Los muertos no hablan”.
- Nadie pensó que después del 23 de enero de 1958 se le diera tan poca importancia a la barbarie desplegada durante los cinco años por el Gobierno de Rómulo Betancourt.
- El entierro de Miguel Henrique fue una manifestación de duelo popular en la caraqueñísima barriada de Los Frailes de Catia, municipio Sucre del Distrito Federal.
- Allí se dejó escuchar la voz de protesta de miles de personas que lo acompañaron hasta su morada final.
REDACCIÓN MAZO