Asumo la responsabilidad ante el país de este movimiento militar bolivariano. Lamentablemente, por ahora, nuestros objetivos no fueron logrados… (EL NACIONAL, 05 de febrero 1992)

Publicado: 07/02/2024 09:00 PM

  • Esa mañana del 04 de febrero de 1992, el Pueblo venezolano no salía de su asombro ante las declaraciones de un oficial que llamó a sus compañeros a deponer las armas, dando a entender que se trataba de una suspensión temporal de las actividades de un Movimiento Bolivariano en marcha, pero aún anónimo en la conciencia nacional.
  • Nunca nadie, en 34 años de farsa democrática, presenció que alguien diera todo por Venezuela y que arriesgara su propia vida y la de sus compañeros, sin esperar nada a cambio. 
  • Organización militar anónima, movida por el serio entusiasmo de transformaciones profundas, sorpresivamente proclamó, en voz de su Comandante, un “por ahora”, cuyo eco solidario retumbó en millones de hogares, anunciando que los nuevos actores y los nuevos tiempos esperados habían finalmente llegado para quedarse.
  • Desde ese día, por demás histórico, se abrieron para el Pueblo todas las compuertas para la discusión, el debate de ideas y la movilización en las calles.
  • El Congreso Nacional fue el primer escenario para denunciar las verdaderas causas de la rebelión de esa madrugada.  
  • Aristóbulo Isturiz defendió la causa de la rebelión como un hecho político trascendental y no como una intentona frustrada. Descalificó la tesis gubernamental del magnicidio y se solidarizó con los principios de los sublevados. 
  • Rafael Caldera no vaciló en aprovechar la oportunidad para hacer un mea culpa y obtener dividendos electorales ante una pléyade de adecos y copeyanos vergonzantes.  
  • Por su parte, David Morales Bello, padre de la corrupción judicial y policial en Venezuela, no dudó en rasgarse las vestiduras para pedir la aplicación de la pena capital para los insurrectos. Declaración no solo aberrante e inconstitucional, sino además abiertamente criminal.
  • Y así quedaron registradas en el diario de debates del Congreso Nacional, las subsecuentes intervenciones, fidedignas evidencias de la intencionalidad de cada quien:

Rafael Caldera: 

  • “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y la democracia, cuando la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer e impedir el alza exorbitante de la subsistencia”.
  • “Sería ingenuo pensar que se trata solo de las aventuras de unos cuantos ambiciosos que por su cuenta se lanzaron precipitadamente sin darse cuenta de todo aquello en que se estaban metiendo”. 
  • “Hay un entorno, hay un mar de fondo, una situación grave en el país y si esa situación no se enfrenta el destino nos reserva muchas y muy graves preocupaciones”.
  • “No considero justo que se afirme, de una manera tan absoluta que el propósito de los culpables de la sublevación haya sido asesinar al presidente… quiero decir que lo que estamos enfrentando responde a una grave situación que está enfrentado Venezuela.”

“MUERTE A LOS GOLPISTAS”

  • En respuesta al discurso pronunciado por el senador vitalicio Rafael Caldera, su colega David Morales Bello por Acción Democrática en el ejercicio del derecho de palabra respondió:
  • “Hay que enfrentar a quienes materializaron estos hechos con absoluta e irrevocable decisión para no ceder ante la tentación de desviarse hacia las consideraciones y lo que se trata es de condenar a los golpistas. De hacerle saber al mundo que en el Congreso se produjo un repudio total y dejar claro que los insurrectos no cuentan con su apoyo”.
  • “Esto se condena en una sola palabra: ¡Mueran los golpistas!”.

REDACCIÓN MAZO

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