Auto de Detención por Peculado Contra el exgobernador Diego Arria + Caso de Autobuses Leyland

Publicado: 02/10/2024 09:00 PM

(EL NACIONAL, 1º de octubre de 1979)

  • El entonces Fiscal General de la República, Pedro J. Mantelini, solicitó ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) el enjuiciamiento del exgobernador de Caracas y expresidente del Centro Simón Bolívar, Diego Arria Salicetti, quien estuvo incurso en el delito de peculado en la compra de unos terrenos en Antímano.
  • Inicialmente, dicha investigación determinó que el exgobernador del Distrito Federal, Diego Arria y varios empresarios, estafaron a la nación con la compra de los terrenos de Antímano por el monto de las de 40 millones de bolívares (U$D 9.302.325,58).
  • En 1979, se dictó auto de detención contra los acusados, el cual fue revocado luego. La CSJ engavetó el expediente.
  • Se comprobó que la empresa C.A. Coradelca, compró 300 mil metros cuadrados de terrenos en Antímano por Bs. 1.500.000, ese mismo día los vendió por Bs. 9.000.000 a Edificadora Horizontal, C.A.; empresa esta que el 09 de marzo de 1976, se los vendió al Centro Simón Bolívar (CSB), por Bs. 25.594.096,80.
  • Otro escándalo de corrupción, protagonizado por Arria, fue el denunciado por el editor Jorge Olavarría y el periodista Estaban Rey, quienes publicaron un informe sobre las irregularidades en la compra apresurada, con sobreprecio de Bs. 75.095.200,oo (U$D 17.464.000,oo) de 800 autobuses de la marca IKARUS (cuyos pisos eran de cartón piedra).
  • El gobernador Arria giró un cheque por 100 millones de bolívares y las defectuosas unidades de transporte fueron compradas de contado. Todo ello en contra de los procedimientos legales de la Contraloría General de la República y la normativa del BCV.
  • Siete meses después, en enero de 1975, el gobernador Arria firmó en Londres el contrato de British Leyland–Ikarus, para la adquisición, igualmente apresurada y fraudulenta de otros 400 autobuses de esta marca por U$D 26.400.00,oo.
  • La Cámara de Transporte denunció que dichas unidades de transporte no eran aptas por cuanto no había disponibilidad de repuestos de esas marcas, no eran resistentes a las condiciones del trópico. Otros autobuses (Mercedes Benz y Blue Bird), superiores en todo aspecto, costarían mucho menos.
  • Poco después de la compra fraudulenta, los autobuses Ikarus y Leyland fueron arrinconados como chatarra en los terrenos del Instituto Municipal del Transporte, donde fueron vistos por muchos años como el testimonio de un delito sin responsables.
  • En suma, durante su gestión al frente de la Gobernación del Distrito Federal y presidente del CSB, Arria a cuenta de sobreprecios y sobregiro de cheques al portador para la nómica fantasma y trabajadores anónimos del CEN de AD, se apropió indebidamente de U$D 26.000.000.

REDACCIÓN MAZO

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