Publicado: 17/08/2022 10:00 PM

• Rómulo Betancourt da un paso más para la entrega total de la soberanía de Venezuela a Estados Unidos con la instalación de una base militar de proyectiles teledirigidos cuya cuantiosísima erogación no reportaría ninguna utilidad sino más bien un auto embargo de nuestra soberanía nacional.
• En esa fecha la Misión Militar Norteamericana estuvo negociando con el gobierno un convenio para establecer 4 bases en la línea costera del país y una en la zona central de Calabozo, estado Guárico. De esta última se hicieron los estudios preliminares y levantamientos topográficos respectivos. 
• Antes de esto, Julio Pocaterra, amigo personal de Betancourt y agente comercial de la empresa aeronáutica británica DeHaviland Co., tenía previsto una instalación misilística en Calabozo que luego vendería con todos sus implementos a las FAN. Sin embargo, el contraproyecto norteamericano y las presiones del Departamento de Estado dejaron a un lado al consorcio inglés. 
• Esta propuesta estadounidense pondría bajo su control cinco porciones del territorio nacional y sería manejada por la Misión Norteamericana. Las FAN quedarían relegadas a las órdenes de fuerzas extranjeras. 
• IZQUIERDA señala la inutilidad de una operación de este tipo, por cuanto esas estaciones misilísticas en Calabozo y la línea costera venezolana no tendrían ningún poder real de fuego a la hora de una guerra hemisférica o mundial. Menos aún en un escenario nuclear con un mundo destruido y una especie humana en estado de agonía biológica. 
• El trasfondo de este intento betancurista era el de terminar de liquidar nuestra independencia política, hipotecar nuestros recursos y transformarnos en una colonia estadounidense.

REDACCIÓN MAZO