Cabello dirige manifiesto al pueblo gran colombiano en el 207° aniversario del Decreto de Guerra a Muerte
Con el Mazo Dando
Publicado: 10/06/2020 10:51 PM
Este miércoles en su programa Con el Mazo Dando, número 305,
el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, (Psuv),
Diosdado Cabello leyó un manifiesto dirigido al pueblo colombiano con motivo
de cumplirse el próximo lunes 15, el 207° aniversario del Decreto de Guerra a
Muerte.
El Decreto
de Guerra a Muerte fue una declaración hecha por el general Simón Bolívar el 15 de junio de 1813 en la ciudad
venezolana de Trujillo durante el desarrollo de la Campaña Admirable.
A continuación el texto completo del citado manifiesto:
Caracas, 15 de junio de 2020
207º Aniversario del Decreto de Guerra
MANIFIESTO AL PUEBLO GRAN COLOMBIANO...
Animado por la noble causa que nos inspira, se hace impostergable dirigir algunas reflexiones a un pueblo con el que estamos fundidos por lazos históricos indisolubles. La generación libertadora, además de forjar tales lazos en su gesta heroica por la independencia, nos legó una enseñanza imperecedera sobre la importancia de la unidad como condición imprescindible de nuestra emancipación, cuestión que quedó labrada para siempre en la Campaña Admirable en 1813, Pantano de Vargas y Boyacá durante 1819.
Las
élites de ayer y de hoy han torpedeado el sueño del Libertador Simón Bolívar en
el afán de convertir a las naciones de Colombia la Grande en reservorios de
materias primas al servicio de potencias imperiales. El bienestar de nuestros
pueblos amerita sobreponernos a tales desafíos y afrontar juntos la obra de
alfarería de construir un mundo mejor.
En
la República Bolivariana de Venezuela, lugar donde también se concreta el
realismo mágico con una inquebrantable resistencia, germina una esperanza de
justicia social que combate la pandemia Covid-19 desde un enfoque distinto al
de gobiernos neoliberales para poner en primer plano la vida. Esto es consustancial a la idea bolivariana
de alcanzar la mayor suma de felicidad posible para nuestro pueblo. La
visionaria idea del Libertador, “Para
Nosotros la Patria es América”, también es parte esencial de nuestra manera
de comprender a la región. Por consiguiente, asumimos como propios los dolores
y las heridas de nuestros pueblos porque somos naciones hermanas que se
abrazarán en la utopía necesaria de la Colombia concebida por el Congreso de
Angostura y de la América unida concebida desde la concepción de la anfictionía
bolivariana.
Asumimos
con el Presidente Benito Juárez sus palabras de 1.867 cuando sentenció que “...entre los individuos, como entre las
naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Hoy cuando desde el norte
se proyectan nuevas agresiones contra Venezuela con creciente presencia militar
estadounidense en América del Sur, paramilitarismo y la utilización de empresas
contratistas que hacen la guerra, debemos ratificar que la paz siempre debe ser
un imperativo en las relaciones entre nuestros pueblos. Las acciones militares estadounidenses afectarían a toda la región e
inevitablemente, recrudecerían el conflicto interno colombiano. Permitir una nueva agresión armada contra Venezuela sería
abonar el camino para una ignominiosa recolonización de América Latina. La
paz del continente está en peligro. La autodeterminación de los pueblos está en
juego.
Exhortamos
en la Patria Grande, a sus partidos políticos que enarbolan la bandera de las
mayorías oprimidas, a los militares patriotas, a los pueblos originarios que
anhelan la erradicación del racismo, a los movimientos sociales que con tesón
construyen una nueva forma de hacer política, a las juventudes que con justas
ilusiones derrochan valentía antiimperialista, a las mujeres que sueñan con un
mundo donde sea posible su liberación plena, a los intelectuales honestos que
con sus ideas alumbran el devenir de las luchas populares, a los defensores de
derechos humanos, a los afrodescendientes que creen en una sociedad de iguales,
a los congresistas que invocan la defensa de la soberanía, a la clase
trabajadora que aspira nuevas relaciones sociales.
Especialmente hacemos un llamado a la
Colombia profunda, a la del líder comunero José Antonio Galán, a la que es
genuina heredera del patriota Antonio Nariño, a quienes creen con Gabriel
García Márquez en un mañana distinto, a no permitir una guerra fratricida así
como a rechazar que se utilicen nuestros sagrados territorios como puestos de
avanzadas de ejércitos de ocupación. No se puede
aceptar el papel de Caín en Nuestra América.
En
América Latina y el Caribe hace falta aunar esfuerzos para una segunda
independencia que contribuya a la emancipación humana y la salvación del
planeta. Convocamos a nuestros pueblos a levantar con firmeza, voces y banderas
de paz que rechacen la presencia de fuerzas especiales de EE.UU. en suelo
colombiano con la excusa irónica de combatir el narcotráfico, para agredir
militarmente a la patria de Bolívar y Chávez con el deliberado propósito de
apropiarse de su territorio, de sus enormes riquezas e imponer a sangre y fuego
la Doctrina Monroe. Hermanar nuestras voluntades, siguiendo nuevamente el
ejemplo internacionalista de Antonio Ricaurte, permitirá labrar victorias como
las que logramos juntos en Bomboná, Pichincha, Junín y Ayacucho. Somos
irreductibles y defenderemos el futuro hasta las últimas consecuencias porque
estamos convencidos de que hoy la batalla de Venezuela es a la América, lo que
ayer la Batalla de Ayacucho significó para toda Suramérica.
Con sentido bolivariano, latinoamericanista y
antiimperialista, fraternalmente;
CAPITÁN DIOSDADO CABELLO RONDÓN
1er. Vice-Presidente del Partido Socialista Unido de
Venezuela