Chinita: La Virgen morena que mueve la fe de los zulianos
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Publicado: 18/11/2020 09:09 AM
Cada 18 de noviembre los venezolanos celebran la Feria Internacional de La Chinita, la más grande e importante del país que rinde honores a la patrona del estado Zulia, la Virgen del Rosario de la Chiquinquirá, devoción inquebrantable que atrae a visitantes de otros países. La fiesta de la fé en la “Reina Morena” la arman los zulianos, quienes se distinguen por ser amables, gestuales, festivos y abiertos, que aman su terruño y enraizan en las nuevas generaciones todo lo que los identifica, por ello reivindican desde cualquier rincón del mundo la idiosincrasia tradicional y musical del Zulia, una región única, sin par en el concierto de regiones y realidades que conforman a Venezuela.
La tablita que consiguió María Cárdenas
María Cárdenas molía cacao. De origen humilde vivía en la calle 5 de El Saladillo, un caserío de viviendas de barro y palmas alrededor del templo San Juan de Dios en el siglo XVIII. De piel mulata, delgada y baja estatura, fue la mujer que tuvo el privilegio bendito de presenciar, un 18 de noviembre hace 311 años, la aparición sobre un retablo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
El historiador Juan Besson, en su libro Historia del Zulia, describió que un día esplendoroso de 1709, la mujer acudió muy temprano al Lago Coquivacoa de Maracaibo para lavar la ropa. Mientras restregaba un camisón llegó hasta sus pies una tablita fina de caoba. La observó y la devolvió al agua con su mano, pero la tabla, de tres milímetros de espesor, curiosamente regresó hacia ella.
La llevó a su vivienda y la usó para tapar una tinaja llamada en la época “matón”, en ella los pobres almacenaban el agua de sus aljibes improvisados. Al pasar los días, se dio cuenta que las figuras en la tablita eran más definidas. Sobresaltada, no dudó en colgarla en la pared y rezó fervorosamente a la Virgen María. Extrañados quedaron sus vecinos al ver tanta devoción de la mujer hacia la madera rústica, casi deteriorada por el oleaje. Crónicas del pueblo relatan que la imagen proviene de un saqueo por parte de los piratas a las embarcaciones del Nuevo Reino de Granada. Quizás fue arrojada al lago hasta ser hallada por Cárdenas.
La noche del 18 de noviembre se escuchó un ruido insistente en la pared. Besson narra que con miedo, María Cárdenas se fue aproximando hasta ver que de la tabla brotaron luces meridionales, similares a los destellos de las auroras boreales, de colores resplandecientes que iluminaron la precaria vivienda. Sus ojos se maravillaron con la extraordinaria revelación: se dibujó por completo la imagen de la virgen, con faz indígena y color mestizo, cargando al Niño Jesús junto con San Antonio y San Andrés. Uniendo sus manos temblorosas, cayó de rodillas y gritó: ¡Milagro! “Como queriendo tener testigos de un hecho del cual no podía darse explicación alguna”, relató el historiador Besson.
Ante la presencia divina de la Madre de Dios en Maracaibo, el clero y el ayuntamiento resolvieron que la imagen no podía seguir en una zona tan solitaria para su veneración y sería trasladada hasta la catedral. Cuenta el historiador Kurt Nagel Von Jess, que la carreta en la esquina de la calle Ciencias con Milagro se detuvo cuando iba hacia la iglesia matriz porque la imagen se volvió tan pesada que no hubo manera de trasladarla. Alguien entre la multitud dijo que tal vez la virgen quería permanecer en el templo de San Juan de Dios y enseguida el retablo recobró su peso.
Tres siglos después de la aparición de la Virgen Morena, las generaciones de la tierra zuliana agradecen a María Cárdenas, haber sido intermediadora de este trascendente milagro.
La Feria de la Chinita
Desde su aparición comenzó a ser venerada por los habitantes de El Saladillo, luego en 1942 sus fieles la convierten en Patrona del estado Zulia. La Feria de la Chinita, que inicia el 11 y culmina el 18 de noviembre, inició formalmente en 1965 como una festividad nacional con proyección extranjera. Uno de los principales atractivos de la celebración ferial es la ejecución de los cinco géneros de la gaita zuliana, música autóctona en cuyas letras se rinde homenaje a la Virgen, un ejemplo es la gaita La Elegida, letra y música de Renato Aguirre González e interpretada por Los Chiquinquireños, relata la renovación mariana del milagro ocurrido en 1709.
El cronograma religioso de actividades incluye eventos populares para honrar a la patrona, entre los que destacan: La bajada de la Virgen, se realiza el último sábado de octubre, en esta actividad la Virgen baja desde su camarín y se reúne con su pueblo. La Procesión, se realiza en la Bajada y el Día de la Chinita, en esta ceremonia el pueblo acompaña en una caminata a su Patrona. La Procesión lacustre, es una representación donde la Virgen regresa a sus orígenes, surcando las aguas de nuestro lago, con la intención de conmemorar su llegada a Maracaibo aquel 18 de noviembre de 1709. La Caminata Chiquinquireña que tradicionalmente parte desde distintos puntos de la ciudad y en la que se reúnen millones de feligreses. La Serenata a la Virgen, una de la más impresionante fiestas en la que el pueblo de Maracaibo se congrega ante las puertas de la Basílica, la madrugada del día 18, para cantarle a la Chinita las Mañanitas y el Cumpleaños Feliz. La Aurora de la Chinita, es una eucaristía que se realiza en la madrugada, con esta ceremonia culminan las festividades en honor a la Virgen de Chiquinquirá.
Basílica declarada Santuario
El 18 de noviembre de 2017 fue firmado el decreto que le otorgó a la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios la declaración de Santuario del estado Zulia, a propósito de los 308 años de la renovación mariana y 75 de la coronación canónica. Esta es la historia de La Chinita que viene del lago, que despierta una gran emoción y tiene un invaluable significado. Es la Virgen del Rosario de Chiquinquirá que se convirtió en patrona de la Ciudad de Maracaibo, del estado Zulia y de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela.
Es la Chinita ícono del Zulia, crisol venezolano con influencia antillana, indígena, africana y europea que ha definido a su colectivo, que junto al “lago” y al “puente” anuncian la cercanía con todo lo amado como familia, gaita, barrio, parranda, comida y la India madre del zuliano.
ROMINA GARCÍA