Colombeia

"Miranda hizo el primer diseño estratégico y lanzamiento de la independencia hispanoamericana"
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Publicado: 14/07/2020 12:32 PM

El siglo XVIII fue marcado por la piratería, el saqueo y  las guerras de desgaste entre el imperio inglés y francés.  En medio de estos balances y contra balances de poder  la corona francesa colapsó y la inglesa se tambaleó. Se abrió una inmensa brecha y surgieron las revoluciones políticas burguesas de la mano de la era de la mecanización de los medios de producción (mal llamada revolución industrial). Los artesanos fueron absorbidos por las fábricas, los campesinos despojados de sus tierras para dar paso al ganado lanar. Nació la clase obrera y los cinturones de miseria en torno a las ciudades inglesas. La sed de materias primas era insaciable.

Dentro de ese escenario de alta conflictividad y rupturas coloniales Miranda se destacó como oficial de la independencia norteamericana, general de la revolución francesa y gran arquitecto de la revolución de independencia latinoamericana

En ese periodo finisecular (1775 y 1800) la ostentosa Corte de Madrid apoltronada, recibía de sus colonias de ultramar ingresos por el orden de 20 millones de libras esterlinas mensuales. Esto sería hoy  el equivalente a 2.2 billones de $USD/mes. Estos eran usufructuados por una monarquía corrompida y una peninsula socialmente descompuesta con 10.541.221 habitantes, en su mayoría en situación de pobreza. No obstante, estos  ingresos exorbitantes no eran suficientes para una monarquía cargada de deudas, con un aparato burocrático insostenible, minado de nobles perezosos, que no producían nada y que vivían del gasto dispendioso.

Solo por concepto del tabaco de Barinas (el mejor del mundo) la Capitanía General de Venezuela aportaba a las arcas madrileñas 5.000.000,oo de pesos el equivalente hoy a 207.142.875,oo de dólares al año. Nuestro oro colonial era el cacao, altamente cotizado en Europa. Los cueros (caimán, reses y venado), ganado en pie, caballos, mulas, quesos salados, tasajo, casabe y víveres eran objeto de intercambio en todos los puertos de las Antillas. Venezuela era el granero y potrero del Caribe.

España era un imperio hipotecado de más de 20 millones de kilómetros cuadrados de extensión.  Mucho antes de arribar a la Torre del Oro en Sevilla, sus paquidérmicos galeones, cargados de oro, plata, cacao, café, cueros, rones, azúcar, índigo y especies (si lograban escapar de la veloz y rapaz piratería franco - inglesa), ya estaban embargados por los banqueros para subsanar a los prestamistas usureros de Génova, Alemania y Holanda, entre otros.

Sobre el oleaje del oro, la plata y materias primas suramericanas el poeta Francisco de Quevedo describe la fábrica de pobreza en los siguientes términos:

“Nace en las Indias honrado,

Donde el mundo lo acompaña,

Viene a morir a España,

Y es en Génova enterrado

Poderoso caballero…es Don dinero”

La corte española era una vulgar intermediaria de los saqueos que realizaba en ultramar. Ya el conde de Aranda, primer ministro de Carlos III había vaticinado la caída del vasto imperio. La banca se lo tragaba todo.

LA VISION GEOESTRATÉGICA DE FRANCISCO DE MIRANDA:

A) Miranda hizo el primer diseño estratégico y lanzamiento de la independencia hispanoamericana. Tanto Simón Bolívar como Bernardo O`Higgins y José de San Marín recibieron el apoyo inicial en Londres por parte de Miranda. Invirtió 40 años de su vida haciendo todo lo posible para fraguar el molde de un continente entero unido bajo una sola bandera.

B) Vislumbró un en solo territorio la unidad geopolítica indispensable para fundar la gran República del Sur: El Incanato. Dio estatura histórica y carácter universal a nuestra independencia como un todo continental cuyas fronteras serían por el norte: el Río Mississippi y el mar caribe, por el sur el estrecho de Magallanes (Cabo de Hornos), por el este el océano Atlántico y por el oeste el pacífico. En sus planos ya estaba proyectado el canal interoceánico en el istmo de Panamá.

C)  En su trato con los centros de poder en Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Holanda, Prusia, Suecia, Italia y Francia actuó como embajador de su gran república conceptual: “El Incanato”. Tejió minuciosamente lazos de fraternidad estableciendo acuerdos políticos importantes. Construyó una amplia red de sociedades secretas, núcleos, peñas literarias, centros de debate y solidaridad democrática en varias ciudades donde vivió. En Moscú, París, Estocolmo, Caracas, La Habana, México, Jamaica, Trinidad, Buenos Aires, Prusia, Guatemala, Filadelfia, Pennsylvania, Nueva York y Trinidad hubo cuadros comprometidos con la  ejecución de  la independencia.

Con algunos de  los 6.000 jesuitas de ultramar, expulsados por Carlos III y regados por todo el mundo, Miranda constituyó un  formidable ejército de intelectuales en favor de su proyecto. Esto con el propósito de reivindicar  las misiones jesuíticas guaraníes del Paraguay. Proyecto comunitario aplastado  por una bula papal que suprimió a la orden religiosa y dispersó  en la selva a los guaraníes perseguidos por los contrabandistas y  tratantes de esclavos portugueses. 

D) Miranda era un grafómano empedernido y sin querer ni pretenderlo fue una bestia literaria que  tomaba nota de todo y página por página escribió y describió personajes, pueblos, ciudades, puertos, mercados, procesos políticos y revoluciones. Sus archivos y diario “Colombeia”  constan de 63 volúmenes y más de  50.000 páginas manuscritas contentivos de todo su acervo cultural y literario. Su biblioteca de más de setenta y tres mil libros contenía colecciones de mapas, planos, documentos de Estado, esculturas y obras de arte. Era un tanque del pensamiento (Think Tank) revolucionario.  De ahí la importancia de sus archivos y su minuciosa labor como cronista y relator de la historia de su tiempo. 

F) Con  rigor científico y disciplina militar paso décadas preparando en secreto el plan maestro para la conformación de una gran nación latinoamericana.  Convirtió cada instancia de poder, cada corte, cada gobierno que visitó en aliados estratégicos  para el  apoyo a la causa.  Solo así pudo mover todos los hilos para coordinar de norte a sur todos los grandes eventos y personajes que lo sucedieron en su lucha contra el absolutismo borbónico y sus tentáculos parasitarios en las colonias.

G) Su  prestigio lo hacían una leyenda viviente, tenía nexos de poder con todos los grandes mandatarios del Europa, quienes lo llamaban: “la más gloriosa víctima de la inquisición y superstición española”.  

Fue el hombre más perseguido y buscado del moribundo imperio español. La burocracia de Madrid y sus agentes lo espiaban paso a paso. El nombre de Miranda se convirtió en la obsesión paranoica de sus espías. No obstante, sus tantos pasaportes, sus cambios de itinerario y hermetismo siempre fueron efectivos para desorientarlos.  Fue el más difícil  contrincante e  implacable enemigo que tuvo la diplomacia española.

Sin embargo, Don Quijote de Miranda, se estrelló contra  los  godos y mantuanos criollos de Caracas.  Parte de la Junta Suprema de 1810, los defensores de los derechos de Fernando VII, no autorizaron su desembarco de regreso al Puerto de la Guaira. Lo acusaban de ateo e hispanófobo, no le perdonaron los altos grados obtenidos en los campos de Francia y Estados Unidos. Una multitud del pueblo fue la que lo traslado hasta Caracas por el antiguo camino de los españoles.

Quien había salido milagrosamente ileso de los tribunales jacobinos gracias a su brillante discurso, ahora se tropezaba con una caterva de Condes y Marqueses agavillados que no le perdonaban sus triunfos y carismática trayectoria en los principales centros de poder europeo. Quien había prescindido de abogados para evitar que rodara su cabeza ante la guillotina de Paris, ahora se enfrentaba a la envidia de sus coterráneos que lo veían con ojos de cadalso.

Había salido de Caracas a los veintiún años de edad marcado por el conflicto suscitado por los mantuanos en contra de su padre. Esta clase ociosa y parasitaria se afincaba en las prerrogativas de su linaje y su carácter exclusivo. Consideraban los trabajos manuales y el comercio como oficios viles e innobles. Era contrarios al ascenso social de  los laboriosos isleños que hacían  cuantiosa fortuna mientras ellos fustigaban con el látigo a sus esclavos.

El  fenómeno telúrico de más alta intensidad que haya registrado Venezuela ha sido el terremoto del 26 de marzo de 1812, deja en ruinas a Caracas, son miles de muertos. A esto se sumó el de cataclismo militar de la caída de Puerto Cabello, la traición del Marqués de Casa León  y la complicidad del Gobernador de la Guaira, Manuel Vicente de las Casas quien entrega el puerto donde esta Miranda.  Esta sucesión de catástrofes ponen punto final a la Primera República y marcan de antemano el ocaso del Generalísimo Francisco Miranda, quien fallece prisionero cuatro años después un 14 de julio de 1816.

Dios lo elevó a la eternidad el mismo día que se celebran los actos conmemorativos de la Revolución Francesa.

Así queda entre nosotros como un símbolo viviente el victorioso Mariscal de Campo de la batalla de Valmy, el héroe de  Pensacola, fundador de la Sociedad Patriótica de Venezuela, el motor de la independencia suramericana y generalísimo de nuestros ejércitos. Nos señala con su espada el camino de la lucha necesaria por la unidad latinoamericana.

Pertenece a Miranda esta frase del Himno Nacional:

¡Unida con lazos, unida con lazos que el cielo formó! ¡La América toda existe en nación!

¡Viva América Latina Unida! ¡Viva la Patria Grande! ¡Unidos Nosotros Venceremos!

 

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