Conoce las masacres cometidas por el narco de Álvaro Uribe (+video)
Publicado: 04/08/2020 03:58 PM
En un artículo escrito por Hernán Muriel Pérez resaltó
22 grandes masacres durante el gobierno de Álvaro Uribe, a lo largo
y ancho del país, donde las víctimas han sido campesinas, indígenas, es decir,
gente inocente.
“Entre cada 7 de agosto de esos dos años (día de
posesión y día de entrega de presidencia de Álvaro Uribe), hubo 297 masacres en
total”, reza el artículo.
A continuación en detalles 22 grandes masacres ocurridas en el gobierno
de Álvaro Uribe, en orden cronológico publicado por el medio
digital La Oreja Roja.
Vereda El Limón, Riohacha
El 1 de septiembre de 2002 el Bloque Norte del grupo
paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se adentró
en una zona rural de La Guajira y asesinó a 16 pobladores.
También bombardearon e incendiaron 15 ranchos con cilindros bomba
y rockets. Entre las personas asesinadas, seis eran menores de edad y
dos, ancianos que superaban los 70 años.
Luego del ataque, la vereda El Limón se convirtió en
una zona fantasma a causa del obligado desplazamiento de los sobrevivientes. La
mayoría de las víctimas pertenecía a la etnia indígena Wiwa.
San Juan Nepomuceno, Bolívar
Eran los peores días de Montes María. La guerra golpeaba con
fuerza a las personas inocentes, las víctimas se contaban por montones. Entre
el 30 de agosto y el 1 de septiembre del 2002, 15 campesinos fueron masacrados.
Inicialmente se adjudicaron los asesinatos a la guerrilla de las Farc. Con
el tiempo, se empezó a pensar que habían sido los paramilitares. Hoy la
verdad sigue siendo oscura para las familias de las víctimas.
La Punta de los Remedios, Dibulla
La comunidad se alarmó cuando un grupo de 50 paramilitares del Bloque
Norte de la AUC llegó a la vereda a las 10 de la noche,
el 17 de septiembre del 2002. Mataron a 4 jóvenes en frente de sus familias y
se llevaron a otros 5 hombres para asesinarlos afuera del pueblo y sus cuerpos
fueron desaparecidos.
En el municipio de Dibulla ocurrieron 3 masacres que
sembraron el horror en la época del paramilitarismo. El artículo ‘Más
que hambre y sed’ de Verdadabierta, habla del despojo, el
desplazamiento y el dolor que han debido padecer los pobladores de este
territorio guajiro.
San Carlos, Antioquia
La guerrilla de las Farc asesinó a 18 civiles de
tres diferentes veredas de este municipio antioqueño. El homicidio de siete
menores de edad y una mujer embarazada muestran la crudeza que significaron
estos actos. Jóvenes que se negaron a unirse a las filas de la guerrilla
también fueron asesinados.
Los hechos, que ocurrieron el 16 de enero del 2003, ocasionaron el
desplazamiento de más de 800 personas, muchas de ellas, cuando regresaron a sus
casas, las encontraron totalmente destruidas. San Carlos sufrió
32 masacres entre 1988 y 2005.
Urrao, Antioquia
El 5 de mayo del 2003 es un día inolvidable para el municipio de Urrao.
10 personas, que con antelación habían sido secuestradas por las Farc,
fueron asesinadas por los mismos guerrilleros en cuanto se percataron de que el
Ejército adelantaba una operación militar para rescatarlas.
8 integrantes de la Fuerza Pública, Guillermo
Gaviria Correa, para ese entonces gobernador de Antioquia y Gilberto
Echeverri Mejía, exministro de Defensa, fueron las víctimas. Una tragedia
que conmocionó el panorama político nacional.
El Triunfo,
Buenaventura
Un taxi fue el escenario del accionar del grupo paramilitar Bloque
Pacífico. El 4 de julio del 2003, 5 hombres perdieron la vida al ser
abaleados en plena carretera. Este grupo paramilitar perpetró 15 masacres entre
el 2000 y el 2005 en Buenaventura. El barrio El Triunfo, tendría
que vivir más de una vez la pesadilla de la muerte de muchos.
Bahía Portete, Alta
Guajira
El 18 de abril del 2004 fueron desplazados de sus territorios
ancestrales 600 indígenas de la comunidad Wayuu. El informe de
228 páginas del Centro Nacional de Memoria Histórica narra
los hechos, en donde aproximadamente 40 paramilitares profanaron el cementerio
de la comunidad y saquearon e incendiaron varias viviendas. Las mujeres, como
en tantas otras masacres, fueron violentadas y torturadas sexualmente como arma
para doblegar a las comunidades.
Algunas fuentes hablan de hasta 30 personas asesinadas por el Bloque
Wayuu de las AUC. (Cabe resaltar que la comunidad
indígena no tiene nada qué ver con este bloque paramilitar, a pesar de su
nombre).
Flor amarillo y Cravo
Charro, Arauca
“Agradezcan que estamos de buen genio, si no los matamos a
todos», fueron las palabras de uno de los paramilitares perpetradores de
esta masacre, llevada a cabo entre los días 19 y 20 de mayo del 2004.
Las cifras más altas hablan de 21 personas asesinadas, entre ellas dos
menores de edad. 100 paramilitares del Bloque Vencedores de Arauca fueron
los encargados de ejecutar los homicidios.
Por los días en que se cometió la masacre, la zona estaba densamente
militarizada por miembros de la Brigada XVIII y Móvil
No. 5 del Ejército Nacional. Por esta razón, las denuncias hablan de que los
asesinatos se hicieron bajo complicidad y/o tolerancia del mismo Ejército de la
República. El general Gustavo Matamoros declaró: “son
pueblos guerrilleros”.
La Gabarra, Norte de
Santander
Los pobladores del corregimiento de La Gabarra han
sufrido los estragos de la guerra varias veces en su historia. En 1999, por
ejemplo, 200 paramilitares ingresaron a la zona y asesinaron a varias personas.
El 15 de junio del 2004 volvió el sufrimiento a estas tierras, en esa
ocasión por parte de la guerrilla de las Farc. 34
campesinos fueron asesinados a sangre fría con un disparo en la cabeza. Todos
se encontraban en la finca La Duquesa que, según declaraciones del secretario
de gobierno de ese departamento, era propiedad de grupos paramilitares.
A pesar de eso, en el momento de la masacre no había un solo paramilitar
en la finca. Los campesinos fueron las únicas víctimas.
Llorente, Nariño
20 personas fueron asesinadas por paramilitares del Bloque Libertadores
del Sur el 30 de junio de 2004. Fueron torturadas hasta el punto de impedir que
se reconocieran los cuerpos. Los miembros de la Fuerza Pública que se
encontraban presentes no reaccionaron a los hechos. Un ambiente de complicidad
y crueldad cubre este lamentable recuerdo de San Andrés de Tumaco. El
Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) denunció la
impasibilidad de las autoridades.
El Alfilador, Puerto
Asís
El 11 de noviembre del 2004, la cancha de fútbol de la vereda de El
Alfilador, en Putumayo, sirvió como escenario de muerte para
los paramilitares del Bloque Sur Putumayo.
Obligaron a la población a reunirse en ese lugar y escogieron a 15 de
ellos. Los amarraron y los torturaron, luego los colgaron de los pies y los
asesinaron con machetes, motosierras y armas de fuego en frente del resto de
los habitantes.
El reconocimiento de los cuerpos fue casi imposible debido a la
presencia paramilitar en la zona durante un tiempo después; además, varios
cuerpos fueron arrojados al río Putumayo. 400 personas fueron
desplazadas, entre los muertos había varios ecuatorianos.
San Salvador, Tame
Todo ocurrió en la noche de fin de año del 2004. Ese 31 de diciembre, 30
hombres de la Columna Móvil Alfonso Castellanos del Bloque
Oriental de las Farc entraron disparando al
caserío San Salvador, que solo contaba para entonces con 16 viviendas.
El ataque duró alrededor de 10 minutos continuos. 17 personas, entre
ellas 4 menores de edad, perdieron la vida; 60 más lograron escapar a través
del río Casanare. Cerca de 7.000 personas fueron desplazadas del
municipio de Tame: durante cinco años ocurrieron 16 masacres.
Punta del Este,
Buenaventura
A 12 jóvenes les arrancaron los ojos de sus cuencas, sus cuerpos tenían
señales de tortura, estaban maniatados y tenían disparos en el cráneo. Les
habían propuesto jugar un partido, pero en realidad los condujeron al lugar
donde iban a asesinarlos.
El 19 de abril del 2005 estos jóvenes fueron asesinados. Al día
siguiente, fueron hallados flotando en el mar, en el barrio El Triunfo. Según
sus propias madres, todos estaban irreconocibles. Hasta el 2017 todavía
continuaban exigiendo reparación para las víctimas y juicio para los
responsables. Según el Proceso de Comunidades Negras,
otros 12 jóvenes fueron desaparecidos.
En total, las víctimas fueron 24 personas de los barrios Punta
del Este, Santa Cruz y Palo Seco de la
comuna 5 del municipio de Buenaventura. Había menores de edad y los
mayores tenían 20 años.
Palomas, Puerto
Valdivia
El 24 de agosto del 2005 el frente 36 de la guerrilla de las Farc asesinó
a 14 personas en un finca de una vereda de Puerto Valdivia, Antioquia.
Entre los muertos había una mujer de 44 años. Algunas fuentes dijeron que los
campesinos se dedicaban a la plantación de la hoja de coca, pero sus familias
siempre negaron esa información.
250 personas debieron abandonar sus hogares en Valdivia a
causa del álgido momento que vivía el municipio de cuenta del conflicto armado
en 2005.
Sanza, San Juan de
Arama
A las 7:30 de la mañana empezó la pesadilla que terminó con 10
campesinos muertos y cuatro personas heridas, con varias víctimas menores de
edad. El 15 de abril del 2006 tropas del Ejército Nacional, aparentemente
drogadas, adscritas a la Brigada Móvil No. 12, arremetieron en un ‘operativo’
contra la casa aledaña a la escuela de Puerto Nubia.
Un joven de 15 años perdió la vida; tres niñas de 13, 12 y 7 años
resultaron heridas a causa de las balas de fusil que constantemente disparaban
los soldados.
El número de desaparecidos antes, durante y después del operativo es
indeterminado. Cuando un soldado vio el resultado de sus acciones se lanzó
a los brazos de uno de los padres de los niños heridos a llorar. Según él,
la información que les habían proporcionado era otra.
Olaya Herrera, Nariño
Algunos habitantes de Bocas de Satinga, pueblo vecino
a Olaya Herrera, alcanzaron a ver unos cuerpos que flotaban en un
río cercano. Lastimosamente, los cadáveres no se pudieron recuperar nunca. Eran
de 8 campesinos asesinados el 22 de noviembre de 2006 a manos de Los
Rastrojos. Esta banda tomó control del territorio de Nariño luego
del proceso de desmovilización de paramilitares en el 2006. Atemorizaban a la
población asesinando a cientos de personas.
San José de Tapaje, El Charco
El 18 de junio de 2007 fueron asesinados a quemarropa 11 diputados,
mientras se bañaban. Guerrilleros de las Farc les
dispararon por la espalda. Los diputados habían sido secuestrados el 11 de
abril del 2002 junto con otro compañero, el único sobreviviente; el último
proceso de paz fallido llevado a cabo, había culminado 2 meses atrás.
La guerrilla de las Farc mintió a la opinión
pública y a las autoridades diciendo que su muerte había sido a causa de un
fuego cruzado con el Ejército. Las pruebas balísticas y el levantamiento de
cuerpos demostraron que había sido una masacre intencionada.
Iraca, Meta
14 jóvenes entre 15 y 25 años fueron asesinados el 13 de diciembre del
2008. El grupo delincuencial que lo hizo nunca fue identificado. El hecho
ocurrió en la vía que conduce hacia Llano grande, donde funciona una
despulpadora de Palma.
Ricaurte, Santa Cruz
y Barbacoas
La comunidad indígena Awá fue sistemáticamente golpeada
a lo largo del conflicto armado por diversos actores de violencia. El 4 de
febrero del 2009, la guerrilla de las Farc asesinó a 11
de sus indígenas, entre ellos había dos menores de edad. Fueron amarrados,
torturados y asesinados a punta de cortes de machete.
Buenavista, Barbacoas
7 indígenas fueron sacados a la fuerza de sus casas, les amarraron pies,
manos y con cuchillos les arrancaron sus orejas e hirieron todo su cuerpo. Una
vez más en el departamento de Nariño, la comunidad indígena Awá debió
padecer el peor rostro de la guerra. Los asesinos eran miembros de las Águilas
Negras. Todo ocurrió el 19 de febrero del 2009.
Los homicidas hacían parte de ese gran grupo de Bandas
Criminales Emergentes, Bacrim. Hoy continúan delinquiendo desde
su nacimiento a finales del 2006, como consecuencia de las disidencias del
proceso de paz con los paramilitares llevado a cabo durante el gobierno
de Álvaro Uribe.
Tumaco, Nariño
El 26 de agosto del 2009 Los Cucarachos irrumpieron
la tranquilidad del resguardo indígena Gran Rosario, a las 5:30 de
la mañana. Asesinaron a 12 indígenas Awá e hirieron a 3 más.
Una de las mujeres asesinadas era Tulia García, la única testigo
del falso positivo que miembros del Ejército habían ejecutado sobre Gonzalo
Rodríguez, el 23 de mayo de ese mismo año.
Luego, se puso al descubierto que esos mismos integrantes del Ejército
habían pagado a la banda criminal Los Cucarachos para
que asesinaran a Tulia García, con el fin de que su delito quedara
impune y sin testigo alguno; “posteriormente los integrantes de este grupo
fueron asesinados por paramilitares al servicio del Ejército Nacional”.
Sánchez, Policarpa
10 campesinos fueron decapitados, mutilados y a algunos les sacaron los intestinos para ponerlos sobre sus manos. Desmembraron sus cuerpos y los enterraron en fosas comunes esparcidas por toda la zona rural del municipio de Policarpa, Nariño. Los asesinos hacían parte del grupo emergente Los Rastrojos. El 28 de marzo del 2010 será inolvidable para las familias de las víctimas. Estos fueron años muy difíciles para la población de Nariño.
De igual forma un video realizado por el equipo del Mazo regitra que Uribe ha sido señalado de participar habitualmente en el diseño y ejecución de matanzas perpetradas por los paramilitares colombianos, como el caso de la Matanza de El Aro cometida en 1.997.Tres parientes del ex presidente colombiano, entre ellos dos primos hermanos, lideraron una banda paramilitar conocida como Los Erre, señalada de haber asesinado a medio centenar de personas en varios municipios del departamento de Antioquia: Carlos Alberto Vélez Ochoa, Juan Diego Vélez Ochoa y Mario Vélez Ochoa, (también son familiares del clan de los capos del narcotráfico Ochoa).