EEUU busca ridiculizar el ciberataque a Venezuela, pero se esfuerza en prevenir uno contra su red eléctrica

Los principales voceros estadounidenses del intento de golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro
Cortesía: La Iguana TV

Publicado: 12/03/2019 10:19 AM

Los principales voceros estadounidenses del intento de golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro no aguantaron muchos minutos antes de salir a celebrar el apagón ocurrido en Venezuela. Luego, cuando el Gobierno nacional denunció que la avería había sido producto de un ciberataque, han optado por tratar de ridiculizar la tesis, haciendo ver que es fantasiosa.

Pero Estados Unidos sí que cree en los riesgos que corren los sistemas eléctricos y otros de servicios públicos frente a ataques cibernéticos. En particular, lo creen si la víctima es un gobierno aliado o sus propias redes de energía.

Por ejemplo, la Administración Obama no dudó en acusar a Rusia del apagón que sufrió Ucrania el 23 de diciembre de 2015, que afectó a 600 mil hogares justo antes de la Navidad. La compañía eléctrica Prykarpattyaoblenergo informó que se trató de un ciberataque mediante la interferencia de su sistema digital.

 

El Gobierno ucraniano y el de EE.UU. acusaron a Moscú de haber provocado el apagón. EE.UU. movió a expertos en seguridad informática de la CIA, de la Agencia de Seguridad Nacional y del Departamento de Seguridad Nacional para examinar el software malicioso que se encontró en el sistema de la empresa.

 

Las investigaciones determinaron que en ataque a la firma ucraniana pudo haberse usado el malware llamado Blackenergy, un virus informático con el que los hackers intentaron sabotear el sistema eléctrico estadounidense en 2014.

 

Los expertos en ciberataques que han evaluado estas amenazas indican que los apagones causados de esta manera podrían durar días o incluso semanas, con resultados equivalentes a los de una catástrofe en cualquier país donde ocurran.

 

Simulacro en 2018

 

Tanto cree EE.UU. en un posible ataque cibernético contra el suministro interno de electricidad que en noviembre del año pasado el Departamento de Energía realizó un simulacro de tal eventualidad.

 

El operativo tuvo como propósitos identificar tempranamente el origen del ataque, evaluar los daños y establecer protocolos para restituir el servicio empleado recursos internos.

 

El simulacro se basó en informes según los cuales una de cada tres infraestructuras consideradas críticas para la generación, la distribución y el suministro eléctrico ha sufrido ya algún tipo de ataque. Los que se han puesto de moda son los que afectan los sistemas de control industrial y los llamados ataque crypto, que infectan la red mediante un archivo que puede ir adjunto a un simple correo electrónico. Algunos de estos virus no solo paralizan operaciones clave, sino que les impiden a los equipos reiniciarse.

 

Las preocupaciones de EE.UU. por la integridad de los sistemas informáticos de sus principales servicios públicos se incrementó en septiembre de 2018, luego de que el Departamento de Justicia acusara al norcoreano Par Jin Hyok de lanzar un ciberataque mundial en mayo de 2017 con su malaware WannaCry. La operación afectó a las empresas españolas Telefónica, Iberdrola y Naturgy, además de los servicios de salud en Gran Bretaña, donde causó suspensión de operaciones urgentes y de los tratamientos a enfermos graves.

 

Significativamente, según las investigaciones de los especialistas, WannaCry se basó en un programa hacker diseñado por el gobierno de EE.UU., que lleva el nombre de EternalBlue.

 

Y es aquí donde la ironía se vuelve mero cinismo: el Gobierno de EE.UU., en particular sus múltiples agencias de inteligencia (y de injerencia en el extranjero) ha desarrollado y ejecutado ciberataques en todo el planeta. Por ejemplo, en 2010, EE.UU. empleó el virus gusano Stuxnet para inutilizar los centrifugadores de una planta nuclear iraní ubicada en Natanz. Como suele ocurrir, el riesgosísimo ciberataque fue considerado un acto justo y valiente por los medios de comunicación del capitalismo hegemónico, ya que pretendía quitarle poder nuclear a un país del “eje del mal”.

 

Con semejantes antecedentes, ¿se puede dudar que un apagón por ciberataque es perfectamente posible? Luego de leer los eufóricos tuits de Mike Pompeo y Marco Rubio acerca de lo ocurrido en Venezuela,  ¿alguien pone en duda que estos funcionarios de EE.UU. son los primeros sospechosos?

 

LAIGUANATV

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