El Congreso de Angostura y el Poder Moral ayer y hoy

Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819
Foto: Internet

Publicado: 16/02/2023 08:20 AM

Cuando analizamos el discurso del Libertador Simón Bolívar, para la instalación del Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819 y el proyecto del Poder Moral propuesto por él en dicho Congreso, como un cuarto Poder de la República, encontramos su fuerte preocupación por derrotar la corrupción y la falta de conciencia patriótica. Lo justifica por la necesidad de “regenerar el carácter y las costumbres que la tiranía y la guerra nos han dado” y se inspira en instituciones griegas y romana de la antigüedad para proponer el Poder Moral como un Areópago: “Constituyamos este Areópago para que vele de la educación de los niños, sobre la instrucción nacional para que purifique lo que se hay corrompido en la república; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad del amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos”

La viabilidad de la concepción republicana del Libertador, pasaba entonces y sigue siendo válido hoy, por una sociedad constituida por ciudadano virtuosos. En Angostura dijo: “ hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las Repúblicas”, él fue un estudioso de los filósofos de su época y de la antigüedad y creo un modelo de República adaptado a nuestra realidad, algunos estudiosos de estos tiempos, la denominan República Democrática Radical, ya que se propone el reinó de la soberanía popular, la libertad, la igualdad y la justicia, es una República con iguales derechos civiles para todos, donde el pueblo es el soberano, y es quien gobierna, mediante asamblea y/o por delegación, participativa, una democracia popular, donde los ciudadanos respetan las leyes que contribuyeron a crear, por lo que se necesita que el ciudadano sea recto, honesto, consciente y corresponsable con la administración de la cosa pública y de la convivencia social, que ame la patria, a los magistrados que ha elegido y sus leyes, es decir que practique las virtudes políticas como las llamaba el Libertador.

Para formar ese ciudadano virtuoso, el Libertador dijo en Angostura, “Moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades”, y propuso un cuarto poder público, El Poder Moral, que tenía dos cámaras, a saber: una educativa y otra moral, y que calificó como un Tribunal Santo que orientaría y supervisaría la educación y la instrucción, garantizando la educación moral y patriótica, a la vez que vigilaría, juzgaría y condenaría al ciudadano vicioso con penas morales, de opinión, para corregir las costumbres y premiaría al virtuoso con reconocimientos.

Vale resaltar que hay otro modelo de República, el norteamericano, el cual él rechazo, conocido hoy como la República Liberal Democrática, el mismo no se plantean el ciudadano virtuoso porque no gobierna el pueblo sino una élite racista, esclavista una democracia de propietarios, los fundadores de esa República, consideraron que son las instituciones y las leyes y no las personas, las que deben ser virtuosas, esa es la sociedad norteamericana donde no hay participación popular.

En el contexto de la Revolución Bolivariana liderizada por nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez, ahora dirigida por el presidente obrero Nicolás Maduro, la participación protagónica del pueblo y el ciudadano es la herramienta que nos da la Constitución Bolivariana para construir las leyes que nos lleven al socialismo del siglo XXI, completamente identificado con los principios y valores de una democracia radical, donde la virtud es un valor esencial que nos obliga. En consecuencia es un deber de luchar contra, el viejo flagelo de la corrupción y la inversión de valores que promueve el capitalismo especialmente en los jóvenes, en estos tiempos de decadencia del mismo.

La corrupción es manifiesta en la actuación de algunos funcionarios de la administración pública y en las prácticas de la contra revolución dirigida por venezolanos de oposición convertidos en agentes del imperio norteamericano y de los viejos imperios europeos, quienes se han prestado para la aplicación de sanciones y robos de activo del país en el exterior. La gravedad de estos hechos, para la salud de la sociedad venezolana, queda más que develada con la traición y fuga del ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Eladio Aponte Aponte y la ex Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, que ha manchado a la instituciones Judiciales, nos hacen dudar y preguntarnos con quien contamos los venezolanos para garantizar las sanciones a quienes cometen delitos e impartir justicia.

Esta realidad convoca a pensar en la incorporación de otro actor en esa lucha, a saber, el Poder Popular que cuenta con una Ley Orgánica de Contraloría Social. Esta idea surge de observar las características del Poder Moral propuesto por el Libertador, el cual lo concibió como un cuerpo colegiado constituido por ciudadanos reconocidos como “Padres de familia que se hayan distinguidos en la educación de sus hijos y el ejercicio de las virtudes públicas”, es decir, no serían un cuerpo técnico sino una expresión popular de ciudadanos virtuosos.

Las atribuciones que le asignó, eran muy amplias, preventivas en la planificación y supervisor de la educación y la instrucción, vigilancia de las costumbres, y supervisión de los mensajes de los medios de comunicación y de los libros que se publicaran, garantizando la promoción de valores cívicos, patrióticos y democráticos, pero también agregó funciones de contraloría sobre el uso de los bienes públicos, actuando como un tribunal que acusa, juzga y sanciona solo con penas morales, de opinión.

El Poder Popular y El Poder Moral Actual

En la actualidad, El Consejo Moral Republicano es el órgano de expresión del Poder Ciudadano, integrado por el Defensor o Defensora del Pueblo, el Fiscal o la Fiscal General de la República, y el Contralor o Contralora General de la República y por sus atribuciones está limitado al control del desempeño de las instituciones de gobierno, especialmente en cuanto a manejo de fondos públicos, sin embargo hoy estamos viendo que ya la corrupción hay que combatirla como la vio el Libertador, desde la educación y la cultura que impregna todos los espacios de la sociedad, así como el control y la sanción, incorporando en esa gestión, la participación organizada de la población, el poder popular.

Lo que indica la necesidad de una reforma del Poder Ciudadano, que considere el espíritu de las normas que el Libertador concibió para el Poder Moral en Angostura, dice el historiador Manuel Carrero.

“Inequívocamente, Bolívar tenía al menos dos propósitos con el Poder Moral: estimular las virtudes personales para su ejercicio en la vida pública y derivar de ella las fuerzas sostenedoras y defensoras de la República. Así habían hecho varias polis griegas y la Roma republicana. El otro propósito era el cuidado en la administración de la cosa pública.”

Igualmente el Teólogo Ian Carlos Torres, actual embajador de nuestro País en el Vaticano, resalta la necesidad de actualizar el Poder Ciudadano para mejorar la eficacia de la lucha contra la corrupción, considera necesaria de una revolución cultural, que alcance al ciudadano, y como instrumento de la misma propone una Junta Educativa Nacional que se integre como cuarto componente del Poder Ciudadano con participación popular de diversos sectores sociales entre ellos educativos, con facultades rectoras sobre la educación, para garantizar la formación cívica, patriótica y democrática.

 “la lucha contra la corrupción debe ocupar un espacio mas efectivo dentro de la administración del estado y de la nación venezolana. Es fundamental trazar ...una verdadera cruzada contra la corrupción”... “hay que repensar el proyecto del Ciudadano republicano que busca vivir en paz y armonía, actor de sus propios derechos y consciente de sus deberes en democracia” .

Una revolución cultural estuvo entre los objetivos del Poder Moral del Libertador pero también del Comandante Chávez quien se lo propuso con el Tercer Motor denominado el motor Moral y Luces formulado en el 2007 y que lo planteo como uno de los frentes para construcción del Socialismo del siglo XXI con la consigna Toda La Patria Una Escuela.

Por otra parte, en lo personal con la misma preocupación de hacer más eficiente la lucha contra la corrupción y desde la perspectiva del control del manejo de la cosa pública, contribuir con la ética y la moral pública, he propuesto la incorporación de la Contraloría Social al Poder Ciudadano, para así, darle el soporte del pueblo organizado, a las funciones de control actualizando sus atribuciones y su concepción organizativa. En lo relativo a la organización de la Contraloría Social, se propone que el colectivo de voceros de Comunas y Consejos Comunales y demás expresiones del Poder Popular se organicen en una estructura Concejistas que se llamaría Consejo Nacional de Contraloría Social, de esta manera son muchas las ventajas para poder ejercer una Contraloría Social que sea un movimiento social, con fuerza para impulsar un cambio cultural hacia el fortalecimiento ético moral de la República Bolivariana de Venezuela como lo quería el Libertador y como lo quiso el Comandante Eterno Hugo Chávez. 

Esta idea surgió además del estudio del Poder Moral del Libertador, de conversaciones con luchadores sociales, profesionales del derecho, el ex magistrados del TSJ y ex jueces. Propuesta que fue presentada a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en noviembre del 2017 y luego ampliada en noviembre del 2018 y publicada en ambas ocasiones en el portal web aporrea.

Luego hemos tenido conocimiento que durante los días de la Constituyente, en la Mesa de Contraloría Social presidida por el Coronel José Martínez como parte de la Comisión de Desarrollo Comunal, se preparó una Reforma a la Ley de Contraloría Social que toma en cuenta esa propuesta y la misma ha sido presentada por él a las equipos de trabajo de la actual Asamblea Nacional, a lo que apostamos impulsar en este periodo de Consulta Pública de la Reforma de la Ley de Contraloría Social.

MARÍA MAGDALENA ZAMBRANO

Mov. Cultural Bolívar Insurgente/ Red de Historia, Memoria y Patrimonio, edo. Bolívar


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