En 1780 estalla en Perú la rebelión de Túpac Amaru II
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Publicado: 04/11/2020 10:13 AM
Túpac Amaru II fue el líder indígena del
mayor levantamiento en Hispanoamérica en el siglo XVIII. Esta revolución tiene
sus orígenes en 1779, cuando en su
condición de cacique de Surimana, Tungasuca y Pampamarca, solicitó la abolición de la "mita" a
las autoridades españolas y su voz no fue escuchada. Pero es el 4 de noviembre
de 1780 cuando estalla, con la ejecución al corregidor de Tinta, Antonio
Arriaga.
Doce días después, el 16 de noviembre,
Túpac Amaru II promulgó la abolición de la esclavitud, desde el Santuario de
Tungasuca, en la provincia cusqueña de Tinta. Esto lo convirtió en la primera
autoridad en el mundo en realizar este acto de justicia social.
Tras
el triunfo de sus tropas en la batalla de Sangarará y el cerco al Cusco, Túpac
Amaru II fue capturado en Langui en una emboscada preparada por Francisco Santa
Cruz, su compadre, en complicidad con el cura de Langui, Antonio Martínez.
Micaela Bastidas, su esposa y también lideresa del movimiento, fue apresada en
el camino de Livitaca con sus hijos Hipólito y Fernando. Igualmente la Cacica
de Acos, Tomasa Tito Condemayta. Los traidores condujeron a los reos a
presencia del Mariscal del Valle, en Tinta.
La
muerte de José Gabriel Condorcanqui y su familia, en manos de los europeos, fue
cruel e inhumana. Túpac Amaru fue obligado a presenciar cómo torturaban y
mataban a sus seres queridos. Acto seguido, los soldados le cortaron la lengua
como castigo por haber hablado en contra del rey, y ataron las extremidades del
famoso jefe Inca a cuatro caballos con el fin de descuartizarlo vivo.
Esta
atroz idea no se pudo concluir por lo que decidieron decapitarlo, clavar su
cabeza en una lanza, despedazarlo y enviar sus cuatro miembros a cuatro
ciudades diferentes: Tungusaca, Carabaya, Livitaca y Santa Rosa.