Publicado: 13/11/2024 10:00 PM

(Clarín, 19 de noviembre 1963)

• Francisco V. Sevilla, cursante de secundaria, de 17 años de edad, era alumno del Liceo Nocturno José Rafael Pocaterra. En la mañana del día 18-11-63, se encontraba junto a centenares de estudiantes en la esquina del Liceo Pedro Gual, ubicado en la avenida Bolívar de la ciudad de Valencia.
• Fue entonces cuando funcionarios de la policía municipal y de la Dirección General de Policía (DIGEPOL) dispararon contra los allí reunidos. Francisco Valentín recibió un tiro, a quema ropa, en la región abdominal.
• Cuando el joven cayó abatido, el funcionario homicida le asestó varias patadas. Su cuerpo estuvo tirado en el pavimento hasta que, venciendo el miedo a la cacería policial, sus compañeros lo llevaron al Hospital Central donde falleció.
• Para ese día, la Federación de Estudiantes había convocado una manifestación pacífica con motivo de la suspensión de las actividades docentes de secundaria. Concentración que debía realizarse en el rectorado de la Universidad de Carabobo.
• La marcha se realizó dentro del mayor orden hasta que los agentes policiales rodearon el Liceo Pedro Gual y comenzaron a disparar contra los muchachos que huían en todas direcciones.
• La Federación de Estudiantes Medios (FEM) dio a conocer como durante el asalto policial hubo tres liceístas heridos de gravedad y cincuenta detenidos.
• Un enérgico comunicado de la FEM condenó al gobierno de Rómulo Betancourt señalándolo como el único responsable de haber acabado con la vida de Francisco Valentín Sevilla.
• El sepelio de Francisco Valentín constituyó una verdadera manifestación de rechazo a la barbarie policial, y de solidaridad con otra de las tantas víctimas inocentes del gobierno sanguinario de Rómulo Betancourt.
• Durante este último adiós, la Digepol arremetió contra el cortejo fúnebre y contra los reporteros del diario El Carabobeño, Moisés Domínguez y José Sánchez, quienes tras recibir peinillazos y culatazos, fueron arbitrariamente detenidos cuando intentaban darle cobertura a lo ocurrido.
• El estudiante asesinado era el mayor de seis hijos de la unión entre Franco Iglesias y Ángela Sevilla. Su única pasión, aparte de sus estudios, era el beisbol, deporte al cual dedicaba la mayor parte de su tiempo libre.

REDACCIÓN MAZO