JOVEN QUE PINTABA CONSIGNAS MURIÓ DE UN BALAZO ENTRE LOS OJOS. (9 de diciembre de 1972 Últimas Noticias y El Nacional)
Publicado: 13/12/2023 09:00 PM
Hugo Alexander Alzolay, obrero, poeta, artista plástico y revolucionario, de 20 años, estudiante del segundo año de bachillerato, fue asesinado de un balazo entre los ojos cuando un agente de la policía metropolitana le disparó a 10 metros de distancia.
Esto ocurrió mientras Hugo Alexander pintaba murales con consignas pidiendo la libertad de los presos políticos en la esquina de Morena Clara, del barrio El Manicomio de Lídice. El agente lo acusó de pintar grafitis subversivos.
Era hijo de la señora Rosa Alzolay, profesional de la enfermería, natural de Caripe del Guacharo estado Monagas, quien denunció que su hijo, nacido en el Tigre, estado Anzoátegui, además de pintor, poeta y estudiante no estaba efectuando ninguna actividad ilegal ni tenía antecedentes policiales que justificaran la agresión del agente metropolitano.
Esa noche Hugo estaba armado de un arsenal de “spray” para escribir consignas en los barrios de El Manicomio, Lídice, Los Frailes y La Pastora.
La noche anterior, el 7 de diciembre, durante un juego de los eternos rivales Caracas-Magallanes, junto con otros compañeros, tuvieron el coraje de tomar las gradas y recorrer el campo de juego del estadio universitario con la consigna “LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS”. La noche siguiente lo asesinaron.
Hugo era además instructor de ajedrez para niños y distribuía periódicos clandestinos de la Organización Revolucionaria (OR), y de su boletín informativo “Despertar”.
Esto ocurrió durante el primer gobierno de Rafael Antonio Caldera Rodríguez, quien durante su gestión llevó a cabo la desarticulación de las guerrillas mediante la “política de pacificación y apaciguamiento” de la rebelión estudiantil.
Esa madrugada se llevó a cabo en Caracas la “Operación Vanguardia” que fulminó a docenas de estudiantes y jóvenes de las barriadas populares disparando primero y averiguando después
Hugo Alexander Alzolay fue uno de los “pacificados” en este quinquenio de doble faz que siguió recurriendo al uso desmedido de la fuerza policial y a la represión estudiantil como política de Estado.
REDACCIÓN MAZO