Publicado: 24/07/2024 09:00 PM

(CLARÍN, 21 de julio de 1962)

• El campesino Esteban Padilla, residente de la entonces zona rural del sector El Retiro de Petare, apareció muerto por falta de asistencia médica en un calabozo de la prefectura; presentaba signos de tortura. Su cuerpo evidenció múltiples fracturas, rotura del hígado y del corazón, producto de una severa golpiza que recibió a manos de agentes policiales no identificados.
• La Comisión Delegada de la Cámara de Diputados, integrada por los parlamentarios José Herrera Oropeza, Pedro Ortega Díaz, Freddy Melo y Enrique Betancourt, constató los malos tratos recibidos por el campesino. A simple vista fueron comprobados los signos de violencia física.
• Los parlamentarios declararon que los crímenes sucedidos y comprobados contra dirigentes políticos de izquierda, dentro de las prisiones, eran los más horrendos y fáciles de constatar.
• El señor Esteban Padilla no presentaba ningún tipo de antecedentes policiales políticos o delictivos, era ampliamente conocido y querido en todo Petare, por su naturaleza pacífica y carácter conciliador.
• Cuatro días antes, el 17 de julio de 1962, José Antonio Vásquez Fermín apareció ahorcado en una celda de la Prefectura de El Hatillo. El estudiante de Derecho, de 20 años, se encontraba a la orden de la policía técnica judicial, por averiguaciones sumariales sobre el supuesto homicidio de un agente. Durante la detención sus padres lo vieron con vida varias veces y en perfecto estado de salud.
• La misma pena de muerte le fue aplicada al dirigente obrero José Gregorio Rodríguez, el 24 de mayo de 1962**,** lanzado desde un sexto piso de los calabozos del SIFA en el Palacio Blanco; a José Nicasio Piña en la sede de la Digepol del edo. Falcón; y a Alí José Hernández, el 10 de septiembre de 1963, quien fue ametrallado dentro de las celdas de la Digepol en Valencia, edo. Carabobo. Antes de ajusticiarlo el verdugo sentenció: “¡Ahora tú morirás como un perro!”
• Así, el aparato especial represivo, creado durante el gobierno de Rómulo Betancourt, también aplicaba su doctrina de Seguridad Democrática (las calles son de la policía, no del Pueblo) dentro de las cárceles del gobierno. El ministro policía encargado de ejecutar a dicha política de persecución y exterminio era Carlos Andrés Pérez.

REDACCIÓN MAZO