Publicado: 24/07/2024 09:00 PM

(ALMARGEN, julio de 1972)

• Durante el primer quinquenio de la democracia copeyana (1969-1974), no descendieron las estadísticas de muertos, torturados y desaparecidos a manos de los cuerpos represivos del Estado. Por el contrario, la casuística demostró que las cifras fueron en ascenso. El candidato Rafael Caldera llegó al poder ofreciendo un “cambio”, el cual resultó ser pura balacera.
• Por su parte, el dirigente nacional de Copei, Luis Herrera Campins, para justificar los asesinatos, torturas, detenciones arbitrarias y ensañamiento policial contra las juventudes de izquierda, declaró: “A los estudiantes les gusta que los opriman, se sentirían defraudados si el gobierno no les hace caso”.
• Las víctimas fueron:
• El primero fue Luis Alberto Hernández, estudiante de sociología capturado en Aragua de Barcelona el 26-06-69, torturado y asesinado por una comisión del SIFA, antes de llegar al Teatro de Operaciones (TO) de Cocollar.
• Luego sobrevino el caso de Omar Bello y Salazar Rojas, estudiantes de la Universidad de los Andes (ULA), quienes fueron masacrados por efectivos del cuerpo de Cazadores en los propios pasillos de la universidad.
• Continuó ese mismo año con los asesinatos de dos estudiantes de la ULA, Rosas Piña y Quiroz Serrano. Estos fueron acorralados por policías y guardias nacionales contra los precipicios del Chama, empujándolos al barranco para que murieran.
• Tres liceístas, niños en edad escolar, Lugo Machado, Alarcón Galindez y Vladimir Mota. Sus voces, dispuestas para la protesta, fueron apagadas por un gobierno que solo tenía como respuesta las balas.
• En julio de 1970, un estudiante fue víctima de las bandas armadas de Copei en Mérida. En esa oportunidad Los Araguatos, ala neofascista de la Juventud Copeyana, se abrieron paso a plomo limpio dentro de la sede de la ULA, donde asesinaron al estudiante del primer año de odontología José Uribe.
• El 20 de julio de 1970, el campesino Ascensión Higuera Miranda fue detenido, torturado y fusilado por un pelotón de Cazadores, tras ser inculpado del supuesto delito de colaborar con la guerrilla en la Sierra de Falcón.
• La santificación de la las torturas también fue un sello de los gobiernos copeyanos. Durante cinco días consecutivos, el teniente ® José Ramón Briceño fue sometido, junto otros cinco detenidos, a un “tratamiento brutal solo concebido por mentes infrahumanas”. A estos se les trató de imputar por la comisión de 12 atracos, colocación de bombas, el asesinato de 3 policías y del doble agente, delator de las guerrillas, Luis Márquez García (William). Todas estas falsas acusaciones quedaron ampliamente desvirtuadas en un informe aprobado por la Comisión Permanente de Política Interior de la cámara del Senado.
• Un desaparecido**: Jesús Méndez Becerra,** fue secuestrado en Barquisimeto, en agosto de ****1971, por ser activista del MIR.
• El 4 de julio de 1970, ****los dirigentes campesinos Rafael Urquiola y Benito Torres, fueron asesinados en el edo. Barinas por un comando de la DISIP.
• Los militantes del MIR, José Enrique Mierez, Nery Carrillo, Díaz Zárraga, Pablo Ochoa y José Zabala, fueron secuestrados y llevados a la cárcel de Sabaneta. En el procedimiento judicial, amañado, se les imputó toda clase de delitos, sirviendo como únicos testigos algunos agentes policiales e incumpliendo todos los lapsos para la indagatoria.
• Para evitar que se supiera lo que estaba pasando fueron confiscadas, durante varias semanas, todos los ejemplares de las revistas AL MARGEN y Reventón. Sus editores fueron puestos tras de las rejas.
• Entre junio y julio de 1970, comandos de Cazadores, DISIP y bandas armadas copeyanas secuestraron, torturaron y asesinaron a:
• Rufino Urquiola y Benito Torres en Santa Rosa, edo. Barinas.
• Armando Henríquez, José Domingo Coronado, Alexis Castro y Pedro Medina en la Sierra de Falcón.
• Asdrúbal Leonel Ortuño en Los Teques.

REDACCIÓN MAZO