Publicado: 23/10/2024 10:00 PM

(Nueva Voz Popular, 17 de octubre 1968, Nº 24)

• El 19 de octubre de 1963, las estudiantes Lídice Álvarez y Dora González murieron mientras protestaban frente a Columbia Pictures, empresa ubicada en Plaza Venezuela.
• Ambas jóvenes quedaron atrapadas en un incendio dentro de las instalaciones de esa transnacional del cine estadounidense, en la Torre Polar.
• Sobre la muerte de Dora y Lídice, el Gerente General de la Columbia Pictures en Venezuela, Jack Jaster, declaró: “Yo estuve en la segunda Guerra Mundial y esta acción llevada contra la Columbia es típica de comandos comunistas y en cualquier país del mundo se castiga con la muerte y si los hombres son capturados se les juzga y ejecuta en forma sumaria”.
• Lídice Álvarez y Dora González eran estudiantes de bachillerato en el Liceo Fermín Toro, ambas pertenecían a la Unidad Táctica de Combate Urbano de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela.
• Esta organización estudiantil fue organizada para llevar a cabo manifestaciones y actividades de propaganda contra las políticas represivas y entreguistas del Gobierno de Rómulo Betancourt.

El Contexto:

• El año de 1963 predominaban las luchas estudiantiles. Sin embargo, el gobierno intensificó las operaciones policiales y militares.
• En contraparte, las acciones llevadas a cabo por las Unidades Tácticas de Combate (UTC), en la ciudad de Caracas y el centro del país, fueron muchas. Entre estas destacan:
• El rapto de cinco cuadros de la exposición “Cien años de la pintura francesa”, en el mes de enero. Entre los cuadros figuraba uno de Vicent Van Gogh; fueron secuestrados sólo con fines propagandísticos y devueltos intactos, sin ninguna propuesta de cobro de rescate.
• El secuestro, en alta mar, de un barco de la Compañía Anónima Venezolana de Navegación. El Buque Anzoátegui fue raptado por el comandante Máximo Canales (Paul del Río) a 70 millas náuticas del Puerto de La Guaira, en el mes de febrero. También con fines propagandísticos, sin cobro de rescate.
• El asalto a la casa del consejero político de la Embajada de los Estados Unidos, Edward Thornon, en junio.
• La toma de la Cárcel de Mujeres de Los Teques y el rescate de tres presas políticas en el mes de julio.
• El secuestro de tres agentes de la Digepol en Sanare, edo. Lara, en el mes de agosto.
• El secuestro del futbolista hispano-argentino Alfredo Di Stefano, considerado como una estrella de ese deporte, en el mes de agosto. Rapto efectuado sólo con fines propagandísticos que culminó con la liberación del retenido en perfecta salud y asimismo sin ninguna petición de rescate o de intercambio por la libertad de presos políticos izquierdistas.
• La fuga de los presos políticos de la Cárcel de Trujillo, entre ellos Fabricio Ojeda, en septiembre.
• El secuestro del subjefe de la Misión del Ejército de los Estados Unidos, James Chennault, en el mes de noviembre.
• La fuga de los presos políticos del penal de la Isla del Burro, en el mes de diciembre.
• Todas estas acciones dejaron en evidencia que había una poderosa capacidad militar de los grupos de izquierda (Crédito: Elia Oliveros Espinoza – “La Lucha Social y la Lucha Armada en Venezuela”).

REDACCIÓN MAZO