Publicado: 08/01/2025 09:00 PM

Ingresó muerta al Hospital de Maturín Joven Sindicada de Tener Vinculación con Actividad Guerrillera: presentó señales de golpes y torturas

(EL NACIONAL y RUPTURA, 06 de enero de 1974)

• El asesinato y desaparición de Miriam Barreto Merchán, joven campesina de 18 años, ocurrió el 3 de enero de 1974, cuando una comisión de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), se trasladó hasta caserío Bejucales, cerca de Jusepín, edo. Monagas, con la finalidad de detenerla, junto a otros supuestos colaboradores de la guerrilla.
• De allí fueron trasladados al Teatro de Operaciones Nº 4 (TO-4), ubicado en el Comando de Operaciones de Potrerito, municipio Caicara, distrito Cedeño del edo. Monagas, donde ella fue sometida a intensos interrogatorios.
• Tras horas de abusos físicos, ultrajes y torturas falleció. Ya sin vida, los agentes la sacaron del campamento antiguerrillero y la abandonaron en medio de una carretera cerca del caserío donde fue detenida, para simular un arrollamiento.
• Cuando los vecinos y conocidos procedieron a rescatarla, para hacerle un velorio, los agentes del TO-4 secuestraron el cuerpo y lo entregaron a una comisión de la Policía Técnica Judicial (PTJ), organismo auxiliar de justicia que procedió a levantar un falso informe donde aparece que, “producto de los nervios”, la joven de 18 años, “falleció de un infarto cuando era interrogada”.
• Posteriormente, fue enterrada en un lugar desconocido en el cementerio de Jusepín, donde hasta hoy permanece desaparecida.
• Miriam Barreto Merchán es una de las miles de mujeres y hombres que fueron sometidos a desaparición forzada en Venezuela.
• Las salvajes torturas y violaciones a las que fue sometida han sido testificadas por aquellos campesinos que fueron detenidos junto a ella, quienes pudieron escuchar durante largas horas los gritos de la campesina, hasta que la sala de torturas quedó en silencio.
• Para ahondar en la represión desatada contra esa zona rural, el gobierno socialcristiano de Rafael Caldera, decretó un estado de sitio en Bejucales, para sofocar las protestas que reclamaban por las atrocidades cometidas.
• Esto ocurrió en el marco de la suspensión de las garantías constitucionales que amparaban el derecho a la vida, el derecho a la inviolabilidad del hogar, a ser asistida por abogados de su confianza, a ser juzgada por jueces naturales, el derecho a reunión y a celebrar pacíficamente protestas en las calles.
• Los familiares y vecinos de esa localidad fueron objeto de advertencias intimidatorias para que se abstuvieran de denunciar ante la prensa y evitar que acudieran a los órganos de justicia.
• Recientemente la Fundación Juan Chacón Lanza, al rendirle honores a la joven campesina, Miriam Barreto, hizo diligencias para localizar sus restos.
• El 3 de noviembre de 2015, la Fiscalía General de la República impulsó, ante el Tribunal Supremo de Justicia, una revisión constitucional del caso a los efectos de exhumar los presuntos restos de la víctima en Jusepín, lo cual resultó infructuoso.
• Miriam Barreto Merchán había nacido en el año de 1955, en la población de Bejucales, cerca de Jusepín, municipio Cedeño del edo. Monagas.
• Dejó dos niños huérfanos, Arquímides José (2 años) y Elizabeth Coromoto (8 meses), quienes al momento de la detención de su madre quedaron abandonados y encerrados en el humilde rancho donde vivían, hasta que los vecinos lograron rescatarlos.

REDACCIÓN MAZO