Publicado: 17/12/2025 09:00 PM

(El Nacional y Últimas Noticias, 15-12-1965)

• El 13 de diciembre se cumplieron 60 años del allanamiento del que fuera objeto la sede de la Universidad Central de Venezuela (UCV), acción en la cual 700 estudiantes resultaron heridos y trasladados a los calabozos de la Dirección General de Policía (DIGEPOL), ubicada en el Edificio Las Brisas de Los Chaguaramos, y otros centros de reclusión carcelaria.
• 4.000 efectivos militares y policiales se encargaron de desalojar a empujones a 700 universitarios de las residencias estudiantiles.
• A tal efecto, los agentes del gobierno repartieron culatazos y peinillazos, poniendo de rodillas a los estudiantes antes de ser arrastrados hasta los autobuses militares que los llevaron esposados o amarrados, como delincuentes comunes, sin haber cometido delito alguno.
• Las fuerzas represivas de Leoni no tuvieron contemplación alguna con los niños del Jardín de Infancia de la UCV.
• Los hijos de empleados y profesores de la UCV, vivieron momentos de verdadero terror y angustia, impactados por el ruido incesante de la metralla gubernamental.
• Durante el allanamiento, víctimas del pánico, los niños presenciaron de cerca a los uniformados accionando sus metralletas, a pesar de su presencia.
• Raúl Leoni se distinguió por ser el presidente que ejerció la más sanguinaria política de represión y desapariciones forzadas que ha padecido la sociedad venezolana. Triplicó en sus primeros seis meses de gobierno el número de víctimas de su predecesor, Rómulo Betancourt, en cinco años.
• Ambos, delincuentes de flux y corbata, superaron, en proporción de 1 a 1000, la cantidad de torturados, exiliados, asesinados y desaparecidos de cualquier otro gobierno tildado de “dictatorial” en nuestra historia, sin hablar de los records de corrupción que inauguraron en el saqueo ilimitado del erario público.
• Todo ello, en estricta observancia con los manuales de tortura y desaparición forzada, y las instrucciones del Plan de Las Américas, impartido por los Estados Unidos para contrarrestar las protestas, y exterminar las fuerzas sociales insurgentes en toda Latinoamérica.

REDACCIÓN MAZO