Publicado: 05/10/2022 10:00 PM

• Bajo este símil de aniquilación total fue denominada “La Masacre de Cantaura”, llevada a cabo por la Fuerza Aérea, el Ejército, la PTJ y la Disip. 

Otros titulares de prensa para esa fecha anuncian: 

• “EL DIOS DE LA GUERRA ACABÓ CON LA GUERRILLA”
• “El brazo armado de Bandera Roja quedó completamente destruido al enfrentarse con miembros de la Disip y el Ejército.”
• “400 efectivos militares rodearon el campamento. Dos aviones Canberra lanzaron 27 bombas de 50 libras contra los guerrilleros. Los Bronco se encargaron de ametrallarlos.”

Varias razones deben tomarse en consideración para el análisis de La Masacre de Cantaura:

• En el CTN de Bandera Roja, realizado semanas antes se le dijo a Gabriel Puerta Aponte sobre la inconveniencia de incorporar a los hermanos Rabanales al Frente Américo Silva. Desoyendo esta advertencia, Puerta Aponte los sembró en esas columnas guerrilleras donde actuaron como infiltrados de la Disip.
• Nolberto y Alirio Rabanales llegaron días antes al sitio de reunión por órdenes de Puerta Aponte. Hubo muchas quejas por las constantes “salideras” de los hermanos Rabanales, quienes a cada rato se ausentaban del campamento. Un día antes de la masacre desaparecieron sin pedir autorización al Comandante Rincón.
• En reiteradas oportunidades, los campesinos de la zona alertaron a los guerrilleros acerca de los movimientos de tropas del ejército y la Disip en las cercanías del campamento. Sin embargo, “El Catire” Roberto Rincón como comandante del Frente Américo Silva, desoyó las recomendaciones y mantuvo al frente inmovilizado en el mismo sitio durante semanas.
• Los 23 guerrilleros (as) masacrados estaban desfigurados por los tiros de gracia que recibieron en la cabeza.  Según testigos presenciales muchos fueron puestos de rodillas y ajusticiados con disparos en la nuca, posteriormente rematados por ráfagas de ametralladora. 
• Aunque la prensa burguesa y el entonces Presidente de la República, Luis Herrera Campins, quisieron demostrar que se trató de un enfrentamiento, todo indica que los 400 efectivos militares y los cuatro aviones de combate enviados por el gobierno eran una fuerza 100 veces superior y desproporcionada en relación a los 41 guerrilleros emboscados, precariamente armados. 
• Cuatro años después, el 8 de mayo de 1986, los hermanos Rabanales fueron los mismos que condujeron a la Disip a la ejecución de la Masacre de Yumare. 
• Las exhumaciones practicadas en 2011, revelan que la mayoría de las víctimas fueron torturadas y ajusticiadas.

REDACCIÓN MAZO