¿Qué tiene que ver con el Golpe de Estado? Bolivia y la pelea por el litio

Bolivia es parte del triángulo de litio. Junto a Argentina y Chile concentran la mayor parte de las reservas del mineral a nivel mundial, siendo Chile el país que encabeza la producción en la zona de los salares (ahora entendemos lo de Chile y sus gobiernos).

Bolivia posee el salar más grande que el mundo haya registrado, el de Uyuni, es la salina más grande que se conozca, situada en el sur del país con unos 6.437 km de extensión, el cual se esperaba nacionalizar en las próximas semanas, pero el Golpe de Estado contra Evo Morales llegó primero.

La empresa boliviana Quantum Motors, a  la que se debe la creación de los automóviles eléctricos, ensamblados por ingenieros del país andino, anunciaron una alianza con los Yacimientos de Litio Bolivianos para producir toneladas métricas del mineral.

El litio es el metal más liviano que se conozca, posee la mitad de la densidad del agua, su color es blanco plata y su consistencia es blanda, se encuentra en las salmueras naturales como el agua de mar, campos geotermales, pegmatitas y pozos de petróleo; con él se pueden hacer baterías eléctricas, tratamiento de patologías psicológicas, aplicaciones térmicas y en la construcción aeronáutica, entre otras cosas.

Hasta el momento del Golpe de Estado en Bolivia, el Estado había invertido más de 600 millones de dólares para afrontar las dos primeras fases en la industrialización del litio contenido en el Salar de Uyuni, que contempla la instalación de plantas piloto, además de factorías industriales, como las de carbonato de litio.

Solo en Uyuni hay una reserva de 21 millones de toneladas métricas de litio.

Se conoce que el Gobierno de Evo Morales había suscrito acuerdos comerciales con Alemania para invertir a mediano plazo alrededor de 3.600 millones de dólares en nuevos proyectos del litio, mineral que tiene una gran importancia estratégica para la industria automovilística alemana; convenio que fue frenado en seco por parte de Morales por considerar desigual y poco justo el contrato que había realizado la empresa alemana.

En el mundo de las suspicacias se genera la incógnita sobre si en el Golpe de Estado que se consumó en Bolivia tiene las manos metidas la misma empresa, si fue al azar y si ellos se retirarán de Bolivia con la manos vacías. Los próximos acontecimientos en la nación del altiplano, seguramente aportarán nuevas luces sobre el caso.