Rómulo Betancourt - breviario de 50 años de vida política (Ruptura, enero de 1978)
Publicado: 19/10/2022 09:30 PM
En medio de un mitin celebrado en el Nuevo Circo, (25/5/1948), Rómulo Betancourt insistió en las diferencias insalvables que separan a AD del Partido Comunista. Al referirse al derrocado General Isaías Medina Angarita y al PCV que este legalizó, exhortó a la militancia adeca a mantenerse distante de los comunistas-medinistas en los siguientes términos:
- “¡Somos poderosos! Más de medio millón de militantes portan el carnet de nuestro partido. Controlamos el Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional, así como las Asambleas Legislativas y los Consejos Municipales con muy contadas excepciones… Nuestro poderoso ascendiente en el movimiento obrero nos puede permitir paralizar todas las actividades de la Nación, incluso impedir que se extrajera una sola gota de petróleo del subsuelo venezolano. No se moverá un músculo, no funcionará una polea, si los añorantes de un paraíso perdido por voluntad del pueblo atentan contra éste…”
- Cuando el “aparato especial” adeco (unidad de sabotaje) por descuido detonó un explosivo dentro de la Casa Distrital de AD donde resultó muerta la obrera de limpieza, Rosa Gaspar de Martínez; Betancourt ordenó una campaña de propaganda y oradores para simular que se trató de un asesinato cometido por el Partido Comunista.
- Así Betancourt logró ocultar el crimen del “aparato especial” adeco y así movilizó a todo el país en repudio contra el monstruo del comunismo-medinismo.
- Años después, de regreso al poder en Miraflores, en su argot prepotente y ramplón, Batancourt dejó constancia de su huella de psicoterror anticomunista:
- “A los comunistas no daré ni pediré cuartel”
- “A las Fuerzas Armadas ordeno que disparen primero y averigüen después”
- “Para quienes se acerquen a un cuartel o instalación militar ordeno la última ratio de una descarga de ametralladora”
- “A los jóvenes que padecen sarampión estudiantil ordeno el HAMPODUCTO, viaje directo a las colonias móviles de El Dorado”.
REDACCIÓN MAZO