SATANÁS Induce al pecado a Monseñor Porras (Diario VEA, 03 de abril 2004)
Publicado: 20/09/2023 09:00 PM
“SATANÁS Induce al pecado a Monseñor Porras. En vez de incitar a la guerra civil debería estimular la paz y orar a favor de las grandes transformaciones que impulsa el Presidente Chávez.”
Entre el 27 de marzo y el 5 de abril de 2004, el llamado a “las guarimbas” dejó un saldo de nueve personas muertas y cientos de heridos en las calles de Caracas.
El Padre Juan Vives Suriá, ante las guarimbas y las declaraciones de los sacerdotes que culpaban al Gobierno de Hugo Chávez, le salió al paso a las acusaciones de Baltazar Porras sobre supuestas violaciones a los Derechos Humanos:
“Las declaraciones dadas por la XXXI Asamblea Extraordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana… no cuentan con el apoyo de las iglesias, por lo tanto, ahora nos sentimos que no estamos representados por aquellos que ahora reniegan de su posición pastoral y lo que buscan es hacer proselitismo político adverso a la verdadera petición de paz que pide el pueblo venezolano…Y Porras en vez de incitar a la guerra debe incentivar y orar a favor de la paz”.
El padre Juan Vives Suriá llamó a la reflexión y a la oración a Baltazar Porras, ante la supuesta “desobediencia civil” que paralizó Caracas.
En dicha ocasión recordamos como desde los púlpitos, algunos curas lanzaron arengas demagógicas y sermones políticos cargados de mensajes sectarios.
Los sucesos violentos (guarimbas o trancazos) ocurridos entre el 27 de marzo y 5 de abril 2004 fueron promovidos desde Miami por Robert Alonso y el terrorista internacional Rodolfo Frómeta, con el apoyo del entonces alcalde de Chacao, Leopoldo López.
Hubo réplicas desde el Centro hacía el Este de Caracas, donde se registraron cierre de calles, cauchos quemados, árboles talados, escombros y obstáculos en la vía, miguelitos, entre otros mecanismos de intimidación para que la población aterrorizada no pudiera transitar libremente por la ciudad.
A todo esto, el Presidente Chávez agregó: “Pido a Dios que perdone a los jerarcas de la Iglesia venezolana, por olvidarse de la opción por los pobres y alienarse a los oscuros intereses que arremeten contra el Pueblo… Perdónalos señor que no saben lo que hacen… Pido unidad, sabiduría y voluntad para todos. Que seamos capaces de derrotar respetando a nuestros adversarios. Queremos y aspiramos que le lance un rayo de luz a los confundidos y engañados que son víctimas de una campaña mediática.”
Sobre la conciencia de los sacerdotes que no abogaron por la paz pesa la muerte de nueve personas inocentes.
REDACCIÓN MAZO