SEIS SACERDOTES Y DOS MUJERES MASACRADAS POR ESCUADRONES DE LA MUERTE EN EL SALVADOR - OPERACIÓN CENTAURO (1979-1990)

Publicado: 19/11/2025 09:00 PM

(Correo del Orinoco, 16 de noviembre 2014)

  • Este 16 de noviembre se cumplieron 36 años de la masacre de seis sacerdotes Jesuitas y dos mujeres en El Salvador, ejecutada por el escuadrón de la muerte conocido como “Batallón Atlacalt”.
  • Esta fue una de las tantas matanzas perpetradas por estas unidades en el marco de la Operación Centauro.
  • La Operación Centauro fue dirigida por agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y coordinada por el entonces embajador de Venezuelaen El Salvador, Leopoldo Castillo, y su mano derecha en todos estos asuntos, el diplomático de carrera Edmundo González Urrutia.
  • La planificación tuvo como objetivo principal eliminar a los religiosos que colaboraban con los movimientos revolucionarios de la región centroamericana.
  • Las reuniones para ejecutar el plan se llevaron a cabo en la sede de la embajada de Venezuela en El Salvador y en la Escuela de las Américas en Panamá, a las cuales asistieron el referido embajador y su asistente.
  • Esta operación encubierta se desarrolló entre 1979 y 1990, durante las presidencias de los ultraderechistas socialcristianos Alfredo Cristiani y José Napoleón Duarte.
  • La masacre está relacionada con un conjunto de asesinatos orquestados en Centroamérica para acallar las voces de los sacerdotes, religiosas, docentes y estudiantes vinculados a movimientos pacifistas y de la Teología de la Liberación.
  • Durante la presidencia de José Napoleón Duarte (1984-1989), Luis Posada Carriles fue su principal y más cercano asesor en materia de represión y tortura.
  • Lo cierto es que, para el momento de la masacre, el sacerdote y rector de la Universidad Centro Americana José Simeón Cañas (UCA), el padreIgnacio Ellacuría, adelantaba pasos muy importantes para que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FFMLN) depusiera las armas, se propiciara el dialogo necesario para alcanzar la paz y se lograra el cese definitivo de las hostilidades.
  • Tanto el rector Ignacio Ellacuría, como sus colegas padres jesuítas Armando López, Juan Ramón Moreno, Ignacio Marti-Baró, Segundo Montes y Joaquín López, profesores y alumnos de la UCA eran objeto de constantes amenazas de muerte y ataques fascistas por parte de los agentes paramilitares del partido político Alianza Revolucionaria Nacionalista (ARENA), cuyo líder era el asesino mata curas Roberto D´Aubisson, planificador de varias masacres junto al embajador Leopoldo Castillo.
  • Ese 16 de noviembre, el referido escuadrón de la muerte irrumpió sorpresivamente a la 1:00 de madrugada en el campus de la universidad, mientras todos dormían.
  • Los defensores y activistas de la Teología de la Liberación fueron sacados a punta de rifles y culatazos de sus habitaciones. Una vez en los jardines procedieron a darles un tiro de gracia en la cabeza. También fueron asesinadas la doméstica Julia Ramos y su hija de 15 años Celina Mariceth Ramos.
  • Poco se ha dicho sobre la política exterior de Venezuela en Centroamérica durante los años del Pacto de Punto Fijo (1958-1990). Los hechos evidencian que nuestra cancillería, en combinación con la CIA, fueron los principales actores en la conformación de los denominados “Escuadrones de la Muerte”. Estos no eran más que grupos élite del Ejército salvadoreño y algunos cuantos agentes policiales venezolanos entrenados para efectuar la eliminación sistemática y selectiva de los sacerdotes y monjas que tenían como prioridad “la opción por los pobres”.
  • Los documentos desclasificados de la CIA en 2009, advertían que tanto la agencia, como el Departamento de Estado y los servicios secretos españoles (CESID), estaban al tanto de que el rector de la UCA y los sacerdotes iban a ser asesinados.
  • En la lista de sentenciados también figuraban los nombres de San Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 y las cuatro religiosas de la congregación Maryknoll, salvajemente torturadas y fusiladas el 2 de diciembre de 1980 en El Salvador.
  • Durante el periodo de la guerra en El Salvador (1979-1991), la CIA desembolsó $1.500.000 diarios para el sostenimiento de los escuadrones de la muerte y el equipamiento del Ejército salvadoreño. Hecho que la hizo mucho más larga y sangrienta. Los agentes John Negroponte y Elliot Abramsdirigieron todas estas operaciones, así como las relacionadas con el contrabando de armas financiado con tráfico de drogas conocido como Irán Gate (Air Cocaína).

REDACCIÓN MAZO

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