30 años del asesinato de un guerrero de la Revolución Bolivariana

"El catire" Acosta Carlez fue con su pasión revolucionaria el que más voluntades captó para la fase clandestina del MBR – 200
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Publicado: 28/02/2019 04:23 PM

“El Catire” Felipe Antonio Acosta Carlez fue integrante de la promoción “Simón Bolívar II”  1975 donde obtuvo el título como Licenciado en Ciencias y Artes Militares. Era conocido por su devoción al ideario bolivariano, su temple de acero y a su intensa actividad en la conformación de los primeros núcleos que formaron la base organizacional del MBR -200.

El 17 de diciembre de 1982 conjuntamente  con el Comandante Hugo Chávez y otros  jóvenes compañeros  de armas hicieron el juramento bajo la sombra del Samán de Gûere, sellando su lealtad a la causa bolivariana, zamorana y robinsoniana, en favor de las clases excluidas  y en contra del sistema   neoliberal  del pacto de Punto Fijo.

El juramento, inspirado en las palabras que pronunciara el Libertador en el Monte Sacro, sirvió posteriormente como rito  de iniciación solemne para futuros cuadros comprometidos con el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 – MBR 200. El catire Acosta Carlez fue con su pasión revolucionaria el que más voluntades captó para la fase clandestina del MBR – 200.

Fue además un distinguido atleta, cultor de la buena lectura, escritor y estricto oficial en la observancia de  sus deberes castrenses. Nació en el seno de una familia humilde el 14 de abril de 1951en San Juan de los Morros – Estado Guárico, hijo de Bernarda Acosta y Felipe Carlez.

La flagrante masacre  perpetrada por Carlos Andrés Pérez a escasos 30 días de “la coronación” de su segundo gobierno   fue una prueba de fuego para el Catire Acosta Carlez. El pueblo hastiado se lanzó a las calles a expresar toda su ira y frustración tras décadas de represión,  incompetencia de la clase política y degradación social.

Siendo aún mayor del ejército en pleno ascenso de su carrera tuvo que cumplir funciones en medio de la tormenta popular.  En las inmediaciones de El Valle – Caracas, tratando de neutralizar a un francotirador fue objeto de un disparo fulminante en el tórax. Todo indica que fue un acto criminal de la DISIP pues sabían de su condición de soldado del pueblo  que había en el alma de ese oficial de la patria. Rodeado de  circunstancias sospechosas e irregulares este  hecho criminal  puso fin  a su brillante carrera como político y militar cuando solo contaba con 38 años de edad.

El Caracazo dejo una deuda moral pendiente por pagar de más de 3500 personas entre muertos. Fue un holocausto popular donde los organismos de seguridad del estado pusieron en práctica el saqueo documental de la identidad de los fallecidos para luego desaparecerlos, la persecución casa por casa y la eliminación sistemática de la población civil que insurgió contra las medidas del paquete neoliberal que le fueron impuestas por CAP y el FMI. El Catire Acosta Carlez fue junto con ellos un mártir de la injustica social y un ejemplo a seguir a todo trance.

El Comandante Hugo Chávez conmocionado por la muerte de su compadre y hermano de vida compuso este  formidable corrido:

Oigan a Felipe Acosta, / oigan su grito indomable
en la boca del cañón / cuando se lance el ataque
en la defensa enemiga / cuando la quiebre el infante
cuando rompan el sonido, / cien aviones de combate
cuando mil paracaidistas / caigan en los terrenales
y cuando hagan temblar / la tierra cien divisiones de tanques
y cuando la caballería / lance su carga salvaje
oigan a Felipe Acosta, / oigan su grito indomable.
Sigues aquí con nosotros, / no te mataron compadre.

En 2008  el Presidente Chávez como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas  nombró en honor a su compañero de lucha la Promoción de Oficiales que egresó de la Academia Militar de Venezuela el 7 de julio de 2008.

ALEJANDRO CARRILLO

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