50 años de las Venas Abiertas de América Latina (II)
Publicado: 08/12/2021 04:48 PM
Cuando, en agosto de 1969, Jimmy Hendrix clausura el Festival de
Woodstock, con su insólita versión del himno de los Estados Unidos, cae el
telón de la década de los sesenta. Fue
la década de Vietnam, del Mayo Francés, del Ché Guevara, Martin Luther King, el lanzamiento de la Teología de la Liberación,
la Crisis de los Misiles, Bahía de Cochinos, Muhammad Alí (Cassius Clay) el
asesinato de los hermanos Kennedy y Malcom “X”.
Esa inaudita versión del himno nacional gringo, fácilmente serviría para
ponerle música de fondo a otra obra maestra: el
Guernica de Pablo Picasso. Ambos fracturan la realidad de la
imagen y el sonido para mostrar los horrores de la barbarie y el fascismo.
Hendrix, para denunciar las matanzas de los Estados Unidos en Vietnam,
usa su guitarra como un hacha eléctrica. Arranca de la encordatura
metálica los chillidos de los niños
vietnamitas abrazados por las llamas de
las bombas de Napalm que devoran sus cuerpos. Se escuchan familias enteras que
gimen adoloridas envueltos en fuego.
Esta ejecutando la banda sonora de un
genocidio. De su legendaria fender
stratocaster desborda el rugido de las bombas, el traqueteo de las
ametralladoras, la mecánica ensordecedora de helicópteros artillados, cazas
bombarderos en picado y el silbido deslizante de bombas incendiarias en caída
libre que arrasan pueblos enteros. El solemne himno ahora da gritos estridentes
y amplifica los cuerpos que se retuercen en la hoguera de la inquisición
decretada desde el Pentágono y la Casa Blanca. La inquisición anti izquierdista
quema vivos a cientos de millares de herejes vietnamitas. El himno de los
poderosos hombres libres, de los bravos y valientes soldados del imperio queda desenmascarado como un vulgar canto
sanguinario, pletórico de cobardía. La
cacería de brujas comunistas revestida
de falso patriotismo en nombre de la libertad.
Acto seguido, Eduardo Galeano sube el telón de la década de los
años 70 con una obra maestra
del pensamiento latinoamericano: Las Venas
Abiertas de América Latina. Este joven uruguayo, que a los
catorce años quería ser santo y futbolista, arranca de raíz el árbol de la ignorancia, el
árbol de las falsas historias, para sembrar entre nosotros el árbol vivo de la
memoria subterránea, innominada, de los pueblos latinoamericanos. Memoria de más de 500 años que subyace clandestina en el inconsciente
colectivo como parte de nuestro ADN social, y que Galeano se dio a la tarea de
desempolvar tras cuatro años de peregrinar por los archivos de varios países,
acopiando extensa data y prolífera bibliografía. Cuatro años “metidos hasta las
orejas” estudiando economía e historia. Se trata de un ensayo de economía
política que conjuga la sagacidad de su ironía y sarcasmo, con el genio
literario de la poesía y metáfora galeana.
Las Venas Abiertas de América Latina es uno de los libros más vendidos de los siglos XX y XXI. Escrito durante las últimas
noventa noches de 1970, inmerso en “océanos de cafeína” ( decir del mismo
autor), su lectura hoy es indispensable para quienes deseen tomar conciencia de
la importancia geoestratégica de Latino América en el contexto de los proyectos
sustentables que puedan garantizar superar nuestra dependencia de modelos
neoliberales y soluciones tangibles para la supervivencia de la humanidad.
Los coprófagos de la ultra derecha intelectual, lame suelas del imperio
norteamericano, han despilfarrado todas las tintas de sus odios para
desprestigiar la obra de Galeano. Los catedráticos y la burocracia cultural, inflados de
soberbia, no le perdonan haber transgredido todos los géneros y formatos de la
academia, más aún no le perdonan el haber escrito una obra que durante décadas
sigue atrapando a generaciones que lo usan como un manual de ética y estética
política. Desde la primera hasta la última página, Galeano rasga, con el
bisturí de su pluma, los falsos
supuestos que impregnan la historia colonial de nuestro continente.
En cuanto a las nulidades engreídas y retrogradas mediocridades
consagradas del jet set intelectual,
Eduardo Galeano siempre rechazó de plano el adjetivo calificativo de
“intelectual”. Cuantas veces fuera
entrevistado o presentado en público, devolvía esa palabra cerebral envuelta en
su humildad de amigo de la sabiduría popular.
Ser una cabeza rodante, cargada de información fría y cerebral, pero
separada del cuerpo, decapitada y distante de los sentimientos no lo halagaba. Decía
en una entrevista:
“La palabra intelectual me da pánico. Yo no quiero ser una cabeza que
rueda por los caminos. Los intelectuales divorcian la cabeza del cuerpo. La
razón engendra monstruos”. Esto último en abierta alusión a un grabado del pintor
Francisco de Goya y Lucientes.
Bajo la sombra de un buen café Eduardo Galeano redacta el libro durante
las últimas noventa noches de 1970. Con el propósito de presentarla al Concurso
Casa de las Américas bajo el género ensayo. La obra no fue valorada en ese concurso. Pero, a pesar que el
jurado no supo reconocer el valor intrínseco de la misma fue premiada por miles
de jóvenes que acudieron a comprarla y pasarla de mano en mano. En aquellos
países donde fue prohibida fue llevada al esténcil, multigrafiada y leída a
escondidas. Todavía hoy es un éxito
editorial sin precedentes.
Ha sido traducida a más de 20
idiomas. En español lleva 77 ediciones, en portugués lleva más de 50. La
versión en inglés paso del puesto 54.290 al segundo en ventas cuando Hugo
Chávez lo puso en manos de Barack Obama. La versión en español pasó del puesto
47.468 al primero, agotándose en cuestión de horas. Este fue un gesto cordial,
de alta diplomacia que el comandante ejerció durante la V Cumbre de las Américas
celebrada en Trinidad y Tobago, que disparó a las nubes la venta del libro.
“Su valor radica en que es un
libro de un alto valor estético y revolucionario, escrito como un
ensayo de economía política Es un obra de envergadura de cerca de 400
páginas, donde desarrolla un tema de alcance continental, con sólida base
teórica y científica, con consecuente
aplicación para la formación y praxis
revolucionaria, basado en hechos y circunstancias reales. Es una recopilación de datos e investigación
científica, logrando la conjugación del análisis profundo y la encendida
denuncia. Es un libro riguroso que busca los orígenes mismos de nuestro atraso y dependencia actual
con una convicción científica de que es necesario salir de ello siguiendo las
enseñanzas de Simón Rodríguez: “O inventamos o erramos” (Dr. Carlos Aguirre
Universidad de Oregón).
Las Venas Abiertas de América Latina siguen sangrando, Galeano se fue y ascendió de puntillas sin despedirse, y
bajo la sombra de un café sigue
redactando, desde el cielo de sus utopías, las crónicas de este continente que
esta destinado a despertar del sueño de la ignorancia y la pesadilla neoliberal
que nos separa.
Como dice el profesor Juan Carlos Monedero: “Dios nunca desampara a un buen marxista.”
ALEJANDRO CARRILLO