A Michelle Bachelet
Publicado: 18/03/2019 03:57 PM
En 1972, en la ONU, Allende dijo: “resulta tanto más
doloroso tener que venir a esta tribuna a denunciar que mi país es víctima de
una grave agresión. El imperialismo y su crueldad tienen un largo y ominoso
historial en América Latina, somos víctimas de una nueva manifestación del
imperialismo. Más sutil, más artera, y terriblemente eficaz, para impedir el
ejercicio de nuestros derechos de Estado soberano. Esta asfixia financiera de
proyecciones brutales, se ha traducido en una severa limitación de nuestras posibilidades
de abastecimiento”.
Pocos le escucharon.
Un año después, 1973, bombardearon La Moneda. Asumió la
presidencia Pinochet. Inició la más cruenta de las dictaduras.
Dos años después, 1975, senadores del Congreso de EEUU
demostraron que la CIA participó en el golpe de Estado. Concluyeron que
derrocaron un gobierno democrático para instaurar una dictadura.
Medio siglo después, 2019, resulta tanto más doloroso tener
que denunciar que mi país, Venezuela, es víctima de la misma grave agresión.
Vivimos una situación económica y política, que sin llegar a
ser una crisis humanitaria, se caracteriza por la dificultad para adquirir
medicinas y algunos alimentos, así como el aumento acelerado de los precios.
Las causas son las medidas coercitivas unilaterales e ilegales del imperialismo
y los ataques a nuestra moneda que a la fecha nos han ocasionado pérdidas por
más de 110 mil millones de dólares, equivalentes a 30 años de comida y
medicinas para nuestro pueblo.
Al igual que en Chile, hemos sido víctimas de actos
fascistas y terroristas. Recientemente sufrimos un blackout criminal que dejó
sin electricidad, agua, combustible y comunicación a los 30 millones de
venezolanos durante 4 días. Apagón similar al sufrido por el pueblo chileno el
14 de agosto de 1973. No es casualidad.
Señora Alta Comisionada para los DDHH de la ONU, los
venezolanos no necesitamos ayuda humanitaria. Requerimos que el imperialismo
levante el bloqueo financiero y comercial, cese el ataque a nuestra moneda y
detenga los actos terroristas contra nuestro pueblo.
Reclamamos justicia.
Reconocer que estas acciones y manifestaciones del
imperialismo son crímenes de lesa humanidad, sería un paso importante para la
estabilidad y la paz mundial.
A respecto, la ONU tiene, desde hace décadas, una gran deuda.