¡Alí Primera nunca se fue! Raíz de un pueblo que se levanta entre cantos de rebeldía y Patria

El inmenso legado musical de este gigante de la humanidad comprende la raíz de la conciencia de un pueblo que sigue de pie combatiendo contra el imperialismo
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Publicado: 16/02/2019 06:00 AM

"Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos...". Este fue el canto que resonó en la conciencia de todo el pueblo que el 16 de febrero de 1985, recibió la dura noticia de la partida física del cantor del pueblo, Alí Primera; revolucionario insigne que con recia voz y prosa inigualable levantó las banderas del pueblo y sus luchas históricas. 

Nacido el 31 de octubre de 1941 en la ciudad de Coro, FalcónEly Rafael Primera Rossell, fue el último y sexto hijo de una familia humilde como lo describe en su canción "Madre déjame luchar", donde enaltece el espíritu de solidaridad y hermandad que reina entre el pueblo al cantar: "y porque te acuerdas madre / que un día tocó a nuestra puerta / un niño pidiendo pan / y me hiciste que le diera / aquella camisa vieja / con que yo jugaba metras / y si eras buena cristina / espero que tu comprendas / que la lucha por los hombres / no se hace por caridad.”

Este difícil panorama de miseria provocada por el latrocinio del imperialismo que era facilitado por las élites gobernantes sumidas a los mandatos de Washington, obligó que a los 10 años, el niño Alí se traslada a la población de Los Taques, donde se encontraba la refinería de Amuay, en busca de mejores oportunidades para la vida, logrando culminar la educación primaria y llevando a cabo labores de limpiabotas y vendedor, para obtener dinero para su familia.

Ya para 1960 se traslada a Caracas, donde se inscribe en el Liceo Caracas para completar sus estudios de bachillerato y en 1964, tras terminar esta etapa, ingresa en la Universidad Central de Venezuela (UCV) para estudiar Química, siendo esta casa de estudio el punto donde Alí encuentra razón para su rebeldía en el Partido Comunista de Venezuela (PCV).

Nace el cantautor


Es en los jardines de la UCV, donde el joven falconiano da los primeros pasos en lo que sería su carrera como cantante y compositor, siendo sus primeras canciones, Humanidad y No basta rezar, siendo presentada esta última en el Festival de la "Canción de Protesta" organizado por la Universidad de Los Andes en 1967.

En 1969 y como consecuencia de su militancia en el PCV, Alí obtiene una beca de estudios en Rumania para cursar estudios Ingeniería del Petróleo en la Universidad Politécnica de Bucarest, donde tras llegar a Alemania graba su primer disco titulado “Gente de mi tierra”, regresando a Venezuela en 1973.

A su regreso de desincorpora de la tolda del “gallo rojo” y se une a un grupo de jóvenes revolucionarios que llevaban a cabo la conformación del Movimiento al Socialismo (MAS), partido con el cual colaboró en la candidatura de José Vicente Rangel a la presidencia de la República.

Es en esta década que Alí Primera inicia su discografía con su propio sello "Cigarrón", en alianza con la empresa discográfica "Promociones Musicales" (Promus) donde lanzó 11 discos en años consecutivos desde 1973 a 1984.

De los tres primeros discos editados entre 1973 y 1975, “Alí Primera Volumen 2” (1974) fue el que obtuvo más trascendencia. Según José Millet, este segundo disco del cantante​ posee los mismos temas del disco grabado en Alemania en 1972. En ese año el cantautor realizaba estudios en Europa.

Raíz de un pueblo


El inmenso legado musical de este gigante de la humanidad, son la raíz de la conciencia de un pueblo que sigue de pie combatiendo contra el imperialismo, ese al que Alí condenó y llamó a su destrucción como única opción posible para salvar a la humanidad y lograr la verdadera libertad:

Vamos gente de mi tierra / que llevas a cuesta / una gran decepción / Vamos gente de mi tierra / luchemos, luchemos / por un mundo mejor.”

Hoy, a 34 años de la siembra de Alí (16 de febrero de 1985) el pueblo empuña con amor un mar de claveles rojos, para homenajear a este insigne revolucionario cuyo canto rebelde resuena en las gargantas del pueblo venezolano que ante las amenazas guerreristas del imperio norteamericano avanza al grito de: 

“Yo no me quedo en la casa / pues al combate me voy / voy a defender la puerta / en el valle de momboy.”

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