Andrés Eloy Blanco: Un poeta que defendió la libertad (+124 años)
Publicado: 06/08/2020 06:00 AM
Este 6 de agosto, se cumplen 124 años del
natalicio de Andrés Eloy Blanco (1896-1955), al cual se le
recordará no solo por su obra poética con sentido social, sino también, como lo
ha señalado el intelectual Juan Liscano, por su “noble
condición humana, su idealismo de otro tiempo, su caballerosidad, su adhesión a
la causa de la libertad y de la democracia, la cual le costó cárceles,
confinamientos y exilios”.
Nacido en Cumaná, estado Sucre, Blanco se
destacó como abogado, cuentista, dramaturgo, humorista, periodista, ensayista y
un convincente orador. Su talento literario trascendió a la actividad política,
donde consiguió terreno fértil para su irreductible vocación social.
Andrés Eloy Blanco fue parte de
la Generación del 28, movimiento académico y
estudiantil que se levantó contra el régimen de Juan Vicente Gómez. Como
consecuencia, estuvo preso hasta 1933 en La Rotunda. Fue
trasladado al Castillo Libertador de Puerto
Cabello y luego fue confinado en Valera. De su paso por
las cárceles gomecistas surgen obras de gran dramatismo como Barco de
piedra. Tras la muerte de Gómez, fue servidor público en
el gobierno de López Contreras y fundó el Partido
Democrático Nacional, que se integró luego a Acción
Democrática.
En 1941 participó en la creación del semanario
humorístico El morrocoy azul. Dos años más tarde se casa
con Lilina Iturbe, con quien tuvo dos hijos. Presidió la Asamblea
Nacional Constituyente convocada en 1947 para la
reforma de la Carta Magna, donde se consagra el voto
universal. Fue también Canciller de la República.
Participó de forma activa en la campaña de Rómulo
Gallegos, quien resultó electo Presidente en 1948 y lo nombra ministro
de Relaciones Exteriores. Tras el derrocamiento del también
escritor, Andrés Eloy Blanco se marchó al destierro, primero
en Cuba y luego en México, donde falleció en
un accidente de tránsito en 1955. Sus restos reposan en el Panteón
Nacional desde el 2 de julio de 1981. Su legado incluye el
poemario Poda, que incluye los famosos: Las uvas del
tiempo, Silencio y La
Hilandera. Su poema Coloquio bajo la palma, es
una exaltación al espíritu de superación del ser humano.