Antonio José De Sucre: El Redentor de los Hijos del Sol
Publicado: 03/02/2022 11:03 AM
Antonio de José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho, a las órdenes del Libertador Simón Bolívar, comandó y triunfó en las batallas de Pichincha en Quito y Ayacucho en Perú, derrotando a los generales españoles, Aymerich y Canterac respectivamente, triunfos que junto a los de las batallas de Bombona y de Junín comandadas por el propio Bolívar, dieron la libertad al Ecuador y al Perú.
Despues de la batalla de Ayacucho, Sucre avanzo sobre del Alto Perú derrotando los restos del ejército español que quedaba por esos territorios. Ayacucho selló la Libertad del Perú y la Libertad de la América dominada hasta ese día por España.
El alto Perú estaba conformada por 4 provincias del Virreinato de la Plata, a saber, Chuquisaca, La Paz, Cochabamba y Potosí y a solicitud de sus pobladores y previa autorización de Bolívar, el 10 de Julio de 1825, Sucre instala la Asamblea Nacional de dichas provincias, que el 6 de agosto del 1825 declaró la independencia y el nacimiento de una nueva República que se llamó Bolivia en homenaje a Bolívar y de la cual Antonio José de Sucre fue su primer presidente.
El General Antonio José de Sucre nació en la ciudad de Cumaná, en las provincias de Venezuela, el 3 de Febrero de1795, de padres adinerados. Su madre muere cuando él tenía 7 años, su padre, abuelos y hermanos fueron militares, la familia toda se unió a la causa patriota, y fueron muy castigados por la guerra, una hermana se suicido antes que permitir ser violentada por los bárbaros de Boves, un hermano fue degollado en un hospital, y dos hermanas más, luego de huir fueron apresadas y asesinadas, a pesar de ello jamás fue arrastrado por el dolor, la venganza o la amargura, la crudeza de la guerra a muerte le hizo decir: “ El recuerdo de las acciones heroicas de los hombres muertos por la Patria es una lección importante para los que viven”
Recibió su primera educación en la capital de Caracas. En el año de 1808, inicio sus estudios en Matemática para seguir la carrera de ingenieros, pero se inicio la revolución de 1810 y se incorporó y dedicó a la carrera de las armas. Sirvió a las órdenes del General Miranda con distinción en los años 1811 y 1812.
Cuando los Generales Mariño, Piar, Bermúdez y Valdés para liberar la patria despues de la caída de la 1ra República, emprendieron la expedición de Chacachacare en el año de 1813, por el oriente, desde Trinidad, “el joven Sucre les acompañó a una empresa la más atrevida y temeraria”, apenas un puñado de 45 valientes, iniciaron las acciones que lograron la libertad de tres provincias. “Sucre siempre se distinguía por su infatigable actividad, por su inteligencia y por su valor”.
“En los célebres campos de Maturín y Cumaná se encontraba de ordinario al lado de los más audaces, rompiendo las filas enemigas, destrozando ejércitos contrarios con tres o cuatro compañías de voluntarios que componían todas nuestras fuerzas”.
El Libertador, valoraba su talento, su valentía, su metodicidad, su capacidad organizadora y política, cumplió con excelencia, junto con el Teniente Coronel Pedro Briceño Méndez y el Coronel José Gabriel Pérez, el encargo de la redacción y negociación con representante del gobierno español, de los Tratados de Armisticio y el de Regularización de la Guerra, firmados en Santa Ana de Trujillo en Venezuela, el 27 de noviembre de 1820, entre el Libertador Simón Bolívar presidente de Colombia y el General en Jefe del Ejército español, Pablo Morillo.
Ese tratado de Regularización de la Guerra, fue precursor del derecho internacional humanitario, sus normas jurídicas son hoy día reglas de conducta internacional de obligatorio acatamiento y validez universal, sobre el mismo, el Libertador escribió, lo siguiente: Este tratado es digno del alma del General Sucre: la benignidad, la clemencia, el genio de la beneficencia lo dictaron; él será eterno como el más bello monumento de la piedad aplicada a la guerra; él será eterno como el nombre del vencedor de Ayacucho.”
En 1821, Bolívar lo destina a iniciar la Campaña del Sur en Guayaquil, tiene entonces apenas 26 años. Guayaquil, aunque se había independizado, estaba perdido, pero al llegar Sucre, lo salva, gana un combate y conjura otro sin combatir, logrando un Armisticio con los realistas, que le dio tiempo para prepararse y luego triunfar en Pichincha.
Sucre, era muy humanista, por lo cual Bolívar dijo:
“Para el General Sucre todo sacrificio por la humanidad y por la patria, le parece glorioso. Ninguna atención bondadosa es indigna de su corazón: él es el general del soldado.”
Bolívar y Sucre, llevaron al Sur, la experimentada e invencible tropa de Colombia la grande, como un acto unitario, de hermandad y solidaridad con la lucha de los pueblos de América contra España, gesto, que no siempre fue comprendido, pues los enemigos sembraban dudas sobre el desprendimiento e interés de Bolívar. En Perú debieron sortear muchos y peligrosos obstáculos generados por una oligarquía muy privilegiada, hipócrita y traidora.
Las Credenciales que el Libertador otorga a Sucre para ir al Perú da cuenta de la confianza y el alto concepto que tenia de él.
“El general Sucre va dirigido cerca de este gobierno para exponerle los árbitros y medidas que en mi opinión son saludables. Lleva un carácter diplomático para darle mayor peso e importancia a su misión. Confieso con franqueza que no ha dado Venezuela un oficial de más bellas disposiciones ni de un éxito más completo…”.
Como gobernante, conforme a los ideales inculcados por Bolívar, libero a los indígenas de la servidumbre, les otorgo tierras, fundo escuelas y hospicios para los huérfanos, con lo cual se gano muchos enemigos. Su suerte también fue la Bolívar, sufrir el martirio y la ingratitud, con apenas 35 años de edad, fue asesinado, en Sur de Colombia, el 4 de junio de 1830, por la misma conspiración que intentó asesinar a Bolívar y que genero una crisis política que llevo a la hoy llamada Gran Colombia a su división, objetivo orquestado por Santander quien aliado a los estadounidenses y a los ingleses, aglutinaron contra el proyecto Bolivariano, todas las envidias y los egoísmos de las oligarquías criollas. Al asesinar a Sucre, se privaba a Bolívar de su sucesor y a los pueblos de América de unirse para ser felices y grandes como ellos lo soñaron.
De Sucre dijo Bolívar:
“El General Sucre es el Padre de Ayacucho: es el redentor de los hijos del Sol, es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Cápac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada.”
¡Viva Sucre, Viva Bolívar! ¡que vivan sus legados!
MARÍA ZAMBRANO
Movimiento Cultural Bolivar Insurgente/ Red de Historia Guayana.
Simón Bolívar- Biografía del General Antonio José de Sucre.