Publicado: 07/08/2020 06:00 AM
Hace 201
años se libró la Batalla de Boyacá,
uno de los combates decisivos para la emancipación, tanto de Colombia como
de Venezuela,
con respecto al dominio español.
La batalla tuvo lugar en la zona
de Boyacá, en Nueva Granada (Colombia), cuando se enfrentaron el ejército
español, dirigido por el general José
María Barreiro y el Ejército revolucionario de
Venezuela y Nueva Granada, a las
órdenes del Libertador Simón Bolívar.
El espacio geográfico en donde se
realizó la Batalla de Boyacá era un pequeño
valle alrededor del riachuelo de Teatinos o Boyacá,
en una área de planicies y colinas en jurisdicción del municipio de la ciudad
de Tunja.
Después del Congreso de Cúcuta, la
antigua Provincia de Tunja, recibió el nombre de Departamento de Boyacá, en
homenaje a la memorable Batalla del «Puente de Boyacá».
El Ejército Patriota estaba
conformado por 2.850 combatientes al
mando del Libertador Simón Bolívar. La División
de Vanguardia, conformada por 1.000 soldados, estaba
comandada por el general Francisco de Paula Santander;
la Infantería estaba organizada en los siguientes Batallones: Batallón de
Cazadores y el Batallón Primero de Línea de Nueva Granada; la Caballería estaba
organizada por el Escuadrón Guías de Vanguardia.
La División de Retaguardia estaba
conformada por 1.250 soldados, al
mando del general José Antonio Anzoátegui y
el Jefe del Estado Mayor Divisionario, teniente José María Córdova. La
Infantería de la retaguardia estaba organizada por los siguientes Batallones:
Batallón Rifles; Batallón Barcelona; Batallón Bravos de Páez y la Legión
Británica., la caballería de la Retaguardia estaba conformada por el Escuadrón
de Lanceros Primero del Dano Arriba, el Escuadrón de Lanceros Segundo del
Arriba, el Escuadrón Guías de Retaguardia y el Escuadrón Dragones que estaba
conformada por 600 soldados de los voluntarios de Tunja y los voluntarios del
Socorro. En total eran 2.350 soldados de
infantería y soldados de Caballería.
El Ejército Realista estaba
conformado por 2.670 soldados, de los
cuales eran de Infantería, 350 de Caballería y 20 de Artillería. El Comandante
General del Ejército Realista era el teniente José María Barreiro y
el Jefe del Mayor General era el teniente Sebastián Díaz. La
División de Vanguardia estaba comandada por el teniente Francisco Jiménez y
estaba organizada en la Primera Sección por el Batallón Primero del Rey, y en
la segunda Sección por el Batallón Segundo de Numancia: La Reserva estaba
formada por el Batallón Tercero de Numancia. La Caballería estaba organizada
por el Regimiento de Dragones, los Flanqueadores y los granaderos; y además la
Artillería.
El asalto comenzó a
las 10:00 de la mañana cuando Bolívar ordenó impedir el
paso de los realistas por el puente del río Teatinos.
Las tropas de Simón
Bolívar debieron cubrir 14 kilómetros de distancia que
separan la plaza mayor de Tunja con el puente sobre el río Teatinos, para
encontrarse con los españoles a las 2:00 de la tarde, cuando parte de la vanguardia
patriota, liderada por el capitán Diego
Ibarra, desciende y sorprende a la vanguardia realista.
En tanto, el general Santander se enfrentaba con
sus tropas a la retaguardia realista.
Bien pronto se unió el grueso de las tropas realistas de Barreiro para
enfrentarse a la retaguardia del general Anzoátegui. La vanguardia del Ejército
independentista, al mando de Santander, consigue separar la vanguardia del
Ejército español del resto del ejército, ubicándose entre ambos, de ahí en
adelante los españoles se ven obligados a luchar separadamente.
A las tres de la tarde, la acción
militar en la Batalla de Boyacá era
intensa en todos los frentes. El Comandante General Barreiro dio
la orden a su División para tomar las posiciones Realistas en
la planicie que domina el campo de Boyacá, enfrentándose a la División
Patriota, comandada por el General José Antonio Anzoátegui.
Desde ese momento se realizaron dos
combates simultáneos: Las dos Vanguardias en
los alrededores
del Puente de Boyacá y el grueso de los Ejércitos
Patriota y Realista en la planicie y hacia
el camino de Samacá. Las fuerzas patriotas presentaban unidad y facilidad en
las comunicaciones; en cambio las fuerzas Realistas estaban incomunicadas y
separadas por el riachuelo Teatinos de la Vanguardia Patriota.
Los revolucionarios patriotas obtuvieron
una victoria que sentó
las bases para la Independencia de Nueva Granada y
Venezuela del dominio español. Fue la primera de una serie, casi ininterrumpida
de victorias, que culminarían en 1824 con la Batalla de Ayacucho.
PRENSA MPPPCI