Publicado: 29/05/2024 09:00 PM

• Al final del gobierno de Rómulo Betancourt, el 24 de mayo de 1963, la opinión pública nacional se vio conmocionada ante el monstruoso crimen cometido por los cuerpos de seguridad del Estado venezolano contra el liceísta de 20 años, Claro Omar Rivero.
• El galeno y diputado al Congreso Nacional, Jesús Yerena, envió un informe médico a los medios de comunicación donde se determinaba que Claro Omar Rivero fue sometido, durante seis días, a torturas antes de ser asesinado con tres tiros en la región cervical y una herida de arma blanca.
• El muy maltratado cuerpo de Claro Omar, presentó anillos de pólvora en las perforaciones de bala del cuello, lo que significa que los disparos fueron hechos a quemarropa. Esto contradecía la información oficial.
• El diputado Jesús Yerena desmintió la versión oficial del gobierno, ampliamente difundida en la prensa, según la cual le dispararon a más 130 metros de distancia.
• La coartada del entonces ministro de Relaciones Interiores, Carlos Andrés Pérez, era inverosímil. Según la cual Claro Omar fue sorprendido, in fraganti, cuando en compañía de otro izquierdista intentaba colocar un artefacto explosivo en la sede de la Shell.
• El cadáver de Claro Omar fue tirado en el canal del hombrillo de la autopista del Este frente al Aeropuerto La Carlota, a más de 200 metros de distancia de donde los informes policiales intentaron concluir se habían efectuado los disparos de fusil.
• En realidad, el joven liceísta de 20 años, estuvo preso antes de ser ajusticiado y sometido a varios días de torturas, bajo la supuesta acusación de ser un cuadro de la guerrilla y un peligroso operador de la izquierda urbana.
• Otra grave contradicción fue obra del inspector de la PTJ, Manuel Molina Gásperi quien aseveró que Claro Omar fue objeto de un disparo de fusil en el sótano del Edificio La Estancia, sede de la Shell, al no obedecer la voz de alto. Las experticias forenses demostraron que el occiso recibió tres disparos en la nuca con orificio de entrada y sin orificio de salida. Por lo que se presume que se trataba de un arma corta de poca potencia.
• Los agentes del gobierno, previamente, habían robado un vehículo Volkswagen, dentro del cual fue ajusticiado con tres tiros a quemarropa, dejando en su interior un gran charco de sangre y varias perforaciones de bala.
• Este vehículo, placas D21304, fue robado días antes por los agentes policiales al ingeniero Raúl Von Praag, quien tuvo noticia de los hechos cuando fue a denunciar el robo de su carro a la PTJ.
• Finalmente, gracias a las intervenciones de los diputados José Herrera Oropeza y Jesús Yerena, se pudo determinar que Claro Omar Rivero fue sometido a un intenso interrogatorio con el uso de métodos de violencia extrema bajo el pretexto de ser un engranaje de enlace (correaje) con algunos grupos de izquierda.
• En el bolsillo del pantalón de Claro Omar fueron encontrados un tubo de pasta dentífrica, un cepillo de dientes y su cedula de identidad; lo que evidenció que se encontraba detenido en algún retén judicial y se le preparaba para un posible traslado.
• Al momento de producirse las investigaciones hubo una guerra de acusaciones cruzadas entre autoridades de la Policía Técnica Judicial (PTJ) y la Guardia Nacional (GN) inculpándose mutuamente por el horrendo crimen.

REDACCIÓN MAZO