Publicado: 29/11/2023 09:00 PM

En medio de una crisis social nunca antes padecida y el colapso institucional de la democracia representativa, en la madrugada del viernes 27 de noviembre de 1992, el país fue nuevamente sacudido por el segundo fenómeno histórico que dio jaque mate al gobierno de Carlos Andrés Pérez y las bastardas recetas del FMI.

Toda la gran familia venezolana fue testigo del valor, la lealtad e indoblegable  espíritu de lucha  de un contingente de jóvenes militares del MBR-200 dispuestos a ofrendar sus vidas por Venezuela y el legado de Simón Bolívar.

Desde la madrugada la imagen  del Comandante Chávez dio la vuelta al mundo transmitiendo una proclama que anunció la conformación de un gobierno revolucionario de emergencia nacional, solicitando el respaldo necesario para apoyar la “Junta Patriótica del MBR-200” que aceleraría la convocatoria  a elecciones generales en el marco del respeto a las garantías constitucionales.

Todo el pueblo venezolano se despertó con la voz e imagen del Comandante Chávez difundida por tres canales de televisión y la emisora Radio Rumbos,   exhortándonos a salir a las calles y sumarnos a la revolución en marcha.

La agencia EFE informó: “El Coronel Hugo Chávez lanzó una proclama pidiendo a las tropas leales al gobierno a que se unan a él y acaben con los últimos vestigios de este gobierno. Los civiles que aparecieron en pantalla dijeron que este movimiento se extiende por todo el país y es protagonizado por militares del Movimiento Bolivariano Revolucionario  200 (MBR-200) que lidera Hugo Chávez.”

Todo esto ocurrió mientras el cielo de Caracas fue el escenario de la primera batalla aérea de Venezuela, con el vuelo rasante de aviones Bronco enfrentando la superioridad de fuego de los F-16 leales al gobierno. Intempestivamente el comandante Luis Reyes Reyes surcó los cielos de Caracas en un F-16 rompiendo la barrera del sonido, diciéndole así a la historia que se estaban alzados contra las políticas neoliberales y el paquete económico de Carlos Andrés Pérez.

Últimas Noticias destacó las gráfica del oficial rendido que dirigió la toma de VTV, Tte. Jesse Chacón Escamillo, con la punta de un cañón de FAL apuntándole el rostro. Y resaltó el comunicado de los oficiales de la marina que dirigieron la sublevación: 

“La crisis nacional ha llegado a su más alto grado de expresión. No existe un ser humano en el país  que no se sienta golpeado  por los efectos de una política económica brutal, socialmente marginado y amenazado en su integridad física  por la acción del delito que avanza como marejada inconteniblemente....Vivimos en una nación donde la justicia no existe, donde el Estado de Derecho ha desaparecido. Una nación de privilegios obscenos y de desposeídos al límite de la pesadilla…”  

Radio Rumbos, fue violentamente allanada por funcionarios de la DISIP; arrancaron micrófonos, destrozaron consolas y cortaron líneas telefónicas. La emisora transmitió bajo la batuta de Teresa Maniglia, minuto a minuto, los incidentes del 27 de noviembre. Tanto ella como sus colegas siguieron valientemente transmitiendo por otros estudios a pesar de la brutalidad policial. 

El periodista Virgilio Fernández, reportero de El Universal, cayó abatido por el fuego de la Guardia Nacional cuando cubría los hechos ocurridos en la Base Aérea de La Carlota, mientras el Ejército por órdenes de Pérez, durante horas, disparó ráfagas contra los bloques del “23 de enero”. Dentro y fuera de VTV el gobierno asesinó a mansalva a civiles y soldados rendidos, quienes habían entregado las armas. En medio de la confusión el gobernador de Caracas Antonio Ledezma y los carceleros  del Retén de Catia, promovieron una “fuga” de reos que dejó saldo de más de 200 muertos, genocidio este que hoy aún permanece impune. 

REDACCIÓN MAZO