El excremento del Diablo
Publicado: 16/08/2021 09:23 PM
Ayer, Agosto 15 de 2021, fue el 50 aniversario de una de las tantas atrocidades
cometidas por Richard Nixon
durante su mandato presidencial. Medio mundo quedó perplejo cuando cerró la “Ventana
del Oro”: mecanismo standard que daba respaldo al US dólar, cuyo valor
estaba anclado al precio invariable de $35 la onza del áureo metal. Siendo
moneda de reserva internacional, esta
sorpresiva e inconsulta decisión, fue una bofetada a los socios de la
post guerra (Inglaterra, Canadá Francia, Alemania, Bélgica, Francia y Holanda),
cuyas monedas a sus vez estaban amarradas a una tasa de cambio fija con la
divisa norteamericana.
Por la vía de los hechos, Nixon dio una patada a la mesa de la estabilidad
cambiaria establecida en 1944 y fulminó los acuerdos de Breton Woods. Quedó
abierta de par en par la puerta del neoliberalismo salvaje y el comienzo de los peores ciclos económicos
del capitalismo occidental que han desatado crisis de hambre y pobreza dentro y
fuera de los Estados Unidos. Crisis
que siempre vienen acompañadas de invasiones, guerras
preventivas y golpes de Estado, como fórmulas para apalancar la economía imperial basada en una moneda ficticia.
El US dólar es una fábula de papel moneda,
respaldada por la mitomanía hollywoodense - léase un sofisticado
tinglado de alta tecnología digital del entretenimiento que se ha constituido
en el verdadero opio de los pueblos - es una daga de doble filo que empobrece
tanto a sus propios nacionales como a países objeto de saqueo por sus recursos
vitales (agua, minerales, o recursos forestales) o despojo de sus territorios
por su posición geo estratégica. Los poderosos lobbies del aparato corporativo industrial armamentístico
- petrolero, farmacéutico, comunicacional y sionista son las plataformas que
sustentan a esta especie Monkey money (dinero gorila) o monstruo
de papel.
Por su parte los botones del maletín presidencial nuclear es el elemento
disuasivo, junto con los marines, encargados de amedrentar al mundo entero para
que la insignia monetaria circule bajo el signo del terror intoxicando la
economía mundial. Gracias a Dios el maletín nuclear ya no esta en manos de
Donald Trump. Cierto es que Mister Biden
no es un patán tóxico, engreído narcisista, megalómano delirante, prepotente y
arrogante; pero como buen Demócrata, es mucho más sibilino. Esto lo hace un
sujeto de altísima peligrosidad.
Desde ese 15 de agosto el US dólar no vale nada, prácticamente vale menos que el precio del
papel de seguridad bancaria en el que está
impreso. El US dólar paso a convertirse en una herramienta financiera de
destrucción masiva al servicio de la mafia bancaria internacional cuya sede principal esta ubicada en ese garito de apuestas que se llama Wall
Street. Este paso abrupto, abrió la caja de pandora del dinero fiduciario,
especie de falacia de libre circulación, sin valor real, que se imprime
incontrolablemente para empobrecer a pueblos enteros, subyugar economías
menores, subvaluar las materias primas y
caer como un martillo sobre el clavo de todas las riquezas del mundo. Es
el excremento del diablo.
Al eliminar de facto la convertibilidad del dólar en oro, Nixon abolió de
manera unilateral el sistema de Breton Woods, siendo reemplazado por el sistema
de la libre fluctuación fiat, sujeto al régimen ambiguo de
la libre oferta y demanda. Gozando a su vez del exorbitante privilegio de imprimir, sin control alguno, el dinero que
le venga en gana. Este paquidermo monetario encerrado en una cristalería y su ente
emisor, la Reserva Federase, se han encargado de destruir las balanzas de
equilibrio de la economía mundial y muy
especialmente la de los países en vías de desarrollo. Desde 1971 han
sobresaturado el mercado con esta basura
tóxica, inyectando su venenosa carga
monetaria, de consumo obligatorio, a todos los países en general y a Latino
América en particular. Es una trampa jaula caza bobos que en su oportunidad
Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Lula da Silva supieron desarticular en el
escenario de la Cumbre de las Américas en el Mar del Plata (4/5 noviembre de
2005) al neutralizar las intenciones de someternos a los Tratados de Libre
Comercio que con cara de póker G.W. Bush
traía bajo la manga.
Algunos países como Francia, con algunos vestigios de dignidad y remanentes
de honor patrio, enviaron de ipso facto sus fragatas de guerra a las costas de
Nueva York para retirar todo el oro que le había confiado al Tío Sam. Otros
sumisos y pusilánimes no lo han recuperado. Han pasado 50 años de esta funesta
fecha que conmemoró la defunción del US
dólar/oro y Alemania no encuentra la vía
amistosa para que los Estados Unidos reintegre cabalmente las 1.236 toneladas
germanas que tienen almacenadas en las
bóvedas de Fort Knox. Después que la CIA
ha espiado, sin límite alguno, a Ángela Merkel, y Donald Trump le ladró públicamente en una
conferencia de prensa, parece que
renunciaron a ellas.
En la cúspide de la pirámide, impresa al reverso de todos estos billetes de pacotilla, esta
simbolizado el Ojo de Dios que todo lo vigila,
y al centro reza la presuntuosa frase: “In God We Trust (Confiamos
en Dios)”, ergo debemos entregarnos, a ojos cerrados, a esa chatarra
monetaria, la menos confiable en toda la historia de la humanidad. El mismísimo
Dios impreso y acuñado en forma de
dinero, la moneda ungida, cargada de idolatría, el becerro de oro, tótem y fetiche a la vez.
Dios avalando y proclamando el US dólar.
Haría falta otro Martín Lutero para acabar con esta farsa de billetes
falsos y falsos predicadores y clavar en la puerta de la Casa Blanca un nuevo
manifiesto revolucionario que ponga fin a esta moneda mercenaria que invoca a
Dios para masacrar pueblos enteros en nombre de la libertad.
La metamorfosis del US dólar, de príncipe a batracio, ocurrió en Camp David, luego de tres días de encerrona, Richard
Nixon y sus asesores saltaron al vacío.
A pesar de las advertencias de D.D. Eisenhover, el aparato industrial militar
llevó a los Estados Unidos a dos estruendosos fracasos militares en Vietnam y
Corea. El desbocado gasto militar originó
agujero negro fiscal indetenibles hasta la fecha de hoy, una brecha insalvable de deudas pendientes, un
abismo de obligaciones no cumplidas, inflación galopante, desempleo y salarios
insuficientes, todo ello siempre bajo la amenaza de una inminente recesión. Nixon tenía sobre el cuello la espada de
Damocles de la no re-elección para otro periodo presidencial. Un presidente
desesperado tomo una decisión
apresurada, a tontas y a locas, como
elefante en cristalería desbarató todos los frágiles hilos de la economía doméstica
e internacional. Un año después el Caso Watergate dará testimonio del
infierno de delirios tremens, excesos de alcohol, arrogancia extrema, amenazas
de suicidio, discursos en solitario ante los retratos de anteriores
presidentes, abuso de poder, soledad paranoica y megalomanía ramplona, en la
cual estaba sumergido este patético “Ciudadano Kane” de la Casa Blanca.
50 años después de aquella cadena televisiva en la cual Nixon eliminó la
convertibilidad del dólar en oro, esta
moneda sigue hundiéndose en las arenas movedizas del déficit fiscal, el
desempleo, altos índices de pobreza estructural (57 millones de pobres),
analfabetismo, falta de servicios médicos comunitarios, culto a la violencia y
una trillonaria deuda externa. Rusia lo elimina de sus fondos de reserva.
China destrona a USA y es la locomotora
que impulsa la economía mundial, es la mayor tenedora de bonos de la deuda
estadounidense y la factoría industrial más grande del planeta. Poco a poco el oro (hoy a $1.773,85 la onza
troy) regresa como respaldo seguro de reservas internacionales.
Hoy día todos los países se preparan para tener una moneda respaldad
por oro. En Venezuela solo se han
efectuado a la fecha exploraciones geológicas en 13.000 de los casi 5.000.000 km cuadrados que encierra
el Macizo Guayanés. Las perforaciones efectuadas en esa breve extensión arrojan
los siguientes resultados:
“Sólo en el área cuatro del Arco
Minero del Orinoco estamos estimando que existan 8.000 toneladas de oro
inferido. Tenemos certificadas 2.300 toneladas de esas 8.000. Eso nos colocaría
como la segunda reserva de oro del mundo, pero podríamos ser la primera.
(https://www.conelmazodando.com.ve/venezuela-podria-tener-la-reserva-de-oro-mas-grande-del-planeta)
De nosotros depende decidir que la futura divisa mundial dependa de nuestro
oro, o entregarlo a cambio de la esperanza de recibir alguna limosna de papel
verde sin respaldo. (Luis Brito García – Últimas Noticias, sábado 07/08/2021)”.
Los Estados Unidos de Norte
América es una superpotencia técnicamente quebrada. Han inventado un sistema hidráulico de
fracturación de la corteza terrestre para extraer gas y petróleo fosilizado
(piedra o pizarra) cuyo costo de producción ($80/barril), esta por encima del valor
de mercado. Esto esta alimentando una de las más peligrosas burbujas
financieras que puede hacer colapsar su economía en cuestión de días. El
déficit fiscal es un foso sin fondo que se traga todos los recursos a su
alcance, la deuda externa es impagable, los pasivos sociales lanzan a las calles
de la pobreza a más de 57 millones de norte americanos (as), quienes duermen al
aire libre o en campamentos urbanos sin
los servicios esenciales, el consumo de opiáceos se ha convertido en una
epidemia que mata diariamente por sobredosis a miles de adictos, el culto a la
violencia se manifiesta en balaceras espontáneas que matan a jóvenes inocentes
en edad escolar o universitaria a manos de sus propios compañeros de clases.
Estados Unidos es una galería de retratos hablados de todos los delincuentes de
cuello blanco que operan desde la Casa
Blanca y los centros de poder financiero
para sancionar, acorralar y masacrar a naciones libres y soberanas. Es como una
máquina socavadora de la independencia e identidad de todas las naciones Estado
del planeta.
Por estas y muchas razones más, que no dan cabida para
vacilaciones, el proyecto bolivariano de integración regional y mundial del
comandante Hugo Chávez y sus propuestas revolucionarias para el fortalecimiento
de nuevos polos de producción e intercambio son
las puntas de lanza que avanzan desbaratando mitos, combatiendo absurdos
y encontrando en nuestras conciencias revolucionarias las minas de luz de
nuestras propias verdades, nuestras
verdaderas fortalezas y armas de contra ataque.
¡Vacilar es perdernos! ¡Nosotros Venceremos!
ALEJANDRO CARRILLO