Publicado: 09/05/2018 10:00 AM
Rusia y el mundo cada 8 de mayo conmemora uno de los logros más importantes de la historia: El 73° aniversario del Día de la Victoria, cuando ese país triunfó
sobre la Alemania nazi en 1945 y representó el fin de la Segunda Guerra
Mundial, así como también la liberación de parte de Alemania por el Ejército
Rojo.
La Unión Soviética (URSS) lideró la rendición de la Alemania Nazi, que
dio paso a la liberación de los prisioneros. Tradicionalmente se hace un
desfile en la Plaza Roja de Moscú con el que se rinde homenaje a los casi 27
millones de civiles y soldados rusos caídos en la Gran Guerra Patria.
La rendición formal del Alto Mando alemán se ejecutó en Berlín el 9 de
mayo, cuando el teniente general Tedder en representación de Dwight David
Eisenhower (presidente de Estados Unidos en ese entonces), el mariscal Zhúkov
en nombre de los rusos y el mariscal de capo Keitel en representación de
Alemania firmaron formalmente la retirada.
En este documento firmado formalizan
la entrega de todo el equipamiento militar que poseían. La Alemania nazi se
rindió, en parte, tras una serie de derrotas militares.
Las fuerzas de la Unión Soviética fueron las primeras en encontrar
campos de concentración Nazi y en liberar a los prisioneros en mayo de 1944, el
de Majdanek cerca de Lublin, Polonia. Para eliminar toda evidencia, los nazis
incendiaron varios campos de concentración, tras la masacre de millones de
prisioneros.
En los meses siguientes, luego de la rendición de los nazis, los soviéticos
continuaron descubriendo campos de concentración, en los que encontraron, entre
otras cosas, cientos de miles de trajes de hombres, casi un millón de vestidos
de mujeres y más de 14 mil libras de cabello humano.
Los soviéticos fueron los primeros en liberar a los prisioneros que
quedaron vivos, y meses después se le unieron las fuerzas estadounidenses y
británicas.
La rendición de la Alemania nazi no fue el fin de la Segunda Guerra
Mundial, pero sí representó la liberación de ese país.
La guerra terminó
oficialmente el 2 de septiembre de 1945, poco después de la rendición de Japón
(aliado de Alemania), que, pese a que ya no significaba una amenaza, fue
atacado por Washington a principios de agosto con el lanzamiento de las bombas
atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, que causaron la muerte inmediata de
cientos de miles de inocentes.