Injerencia que debe preocupar a la Fifa es la de Esquivel y sus asesores

Rafael Esquivel
Foto: Internet

Publicado: 16/02/2021 09:24 AM

Hace pocos días la Fifa envió un comunicado al presidente del Comité de Regularización de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Laureano González, en que recordó la obligación de la entidad de manejar sus asuntos “de forma independiente” y asegurándose de que no se produzca ninguna “injerencia indebida por parte de terceros. Además, la Fifa señaló que el Comité debe asegurar que el proceso eleccionario que se inició en las asociaciones, y concluirá con la escogencia de la nueva Junta Directiva de la FVF, debe ser “transparente, autónomo y democrático”. 

Pues señores de la Fifa, hay que advertirles que sí existe injerencia indebida en los asuntos de la FVF por parte de un dirigente que durante años ustedes y la Conmebol, protegieron, recibieron con alfombra roja en Zúrich y Asunción, e hicieron la vista gorda mientras se enriquecía a costa de aceptar sobornos, lavar dinero y organizar un sistema mafioso, que quiere seguir manejando la FVF para llenarse los bolsillos con dinero que solo pertenece al fútbol. 

Desde su casa por cárcel en Florida, Rafael Esquivel Melo, quien el próximo 24 de mayo recibirá en la Corte de Nueva York la condena final por la millonaria corrupción en Conmebol, sigue dando órdenes a los dirigentes de las asociaciones de la FVF para manipular las elecciones e imponer candidatos cercanos que operan desde dentro y fuera de la entidad. 

Aunque la propia Fifa expulsó de por vida a Esquivel de cualquier actividad vinculada con el fútbol, sigue ejerciendo el control del Centro Nacional de Alto Rendimiento en Los Robles, Margarita,  a través de un sobrino que administra la instalación como si fuera la hacienda de la familia. 

Sepan en  la Fifa que también existe una enorme injerencia política de parte del abogado Rafael Chavero, quien fue impulsado para ocupar el puesto de asesor del Comité de Regularización por los capataces de Esquivel y los herederos de Jesús Berardinelli, ambos hermanados por la corrupción en el manejo de los recursos económicos del futbol. 

Nadie entiende cómo puede asesorar a la Fifa y defender la legalidad  en  Venezuela un abogado que apoya públicamente una invasión en nuestro país. Chavero debería explicar en los correos que envía a la Fifa, para generar alarma y socavar el trabajo del Comité de Regularización, que sigue existiendo una mafia dirigencial que niega las elecciones transparentes, democráticas y limpias exigidas por Fifa en su comunicado. 

No es la Ley del Deporte la que se está metiendo en los asuntos de la FVF, como intenta hacer ver a la Fifa su “asesor”. Desde su aprobación en 2011, la Ley del Deporte amplió como en ningún otro país la base de electores que participan en las Asambleas de las Asociaciones y la FVF. En el mundo entero, la dirigencia de las federaciones la eligen los clubes profesionales. Atletas, jugadores, féminas, entrenadores y árbitros de las asociaciones tienen una participación marginal o inexistente en la escogencia de su dirigencia. Todo lo contrario a lo que ocurre en Venezuela, donde los equipos profesionales están en minoría en relación a la asociación al momento de elegir. 

Pero esa dirigencia que respondiendo a la injerencia indebida de Esquivel y sus adláteres en Venezuela, niega el derecho a la participación de sus afiliados, cuando organiza elecciones fraudulentas, incumpliendo con la Ley del Deporte, los Estatutos y el Reglamento Electoral de la FVF.  

La única amenaza que afronta el futbol nacional y que debe preocupar a la Fifa no es la Ley del Deporte. Es el sistema gansteril que se desmontó con el Fifa-Gate, pero que sigue vivo y coleando con un capo en Florida y sus operadores políticos y legales en Venezuela.

El fútbol nacional solo ha recibido apoyo del Estado para masificarse 
en todo el país 

A lo largo de su historia, el fútbol venezolano careció de respaldo económico e institucional para echar raíces. Nunca se había podido organizar una Copa América en Venezuela, porque los gobiernos de turno prestaban poca o ninguna atención al deporte, y mucho menos al fútbol nacional. 

La construcción de nuevos estadios y la remodelación de vetustas instalaciones para promover la masificación y consolidación de esta disciplina en todo el país se produjo, gracias a la activa participación del Estado, durante el gobierno del presidente Hugo Chávez en el fútbol. La primera clasificación de la selección sub-20 masculina a un Mundial de Fútbol en Egipto 2009 se hizo posible, en buena medida, porque el Ministerio del Deporte hizo todas las gestiones para  asumir la organización del torneo, cuando Perú desistió de ser sede. Así que ningún asesor de la Fifa puede acusar al gobierno de intervenir en los asuntos de la FVF. Solo ha dado apoyo de todo tipo para que el fútbol crezca. 

El lenguaje de la dirigencia olímpica se evalúa de forma muy sui géneris

El Movimiento Olímpico tiene una manera muy sui géneris de condenar el vocabulario de sus dirigentes. Veamos si no lo que acaba de ocurrir con el presidente de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el venerable Yoshiro, fue forzado a dimitir de su cargo por comentarios machistas en los que criticaba que las mujeres “hablaban demasiado tiempo en las reuniones de los consejos administrativos, lo que consideraba una verdadera ‘molestia”. 

En Venezuela, en cambio, el Señor de los Anillos del COV, amenazó y ofendió con palabra mucho más gruesas que las de Mori a federativos de su organización, y no pasó nada.  Ni renunció ni lo renuncian. Sigue tan campante en su cargo, aspirando a seguir gobernando con su lenguaje digno del Premio Nobel.

GERARDO BLANCO

@gerardoblanco65

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