Publicado: 08/11/2023 09:00 PM

• En pleno siglo XX, en los llanos venezolanos y colombianos se escenificó la cacería y masacre de nuestros ancestros originarios.
• El 26 de diciembre de 1976, 16 indígenas de la etnia Cuiba fueron vilmente asesinados en los Altos del Río Capanaparo, en la frontera con Colombia.
• El padre Gonzalo González explicó, en dicha oportunidad, cómo engañaron a un grupo de 19 cuibas. Los invitaron a almorzar dentro de la casa de la Hacienda La Rubiera, bajo la oferta engañosa de ofrecerles trabajo. Cuando estaban comiendo cochino asado, de los cuartos salieron hombres y mujeres que les cayeron a tiros, a palos y a machetazos. Solo tres lograron escapar.
• En esa oportunidad, El Nacional de la fecha denunció el genocidio ocurrido en las sabanas apureñas y barinesas contra los yaruros y cuibas, que según sus prácticas vivían de la recolección de frutales, de la caza y pesca.
• La Cuarta República prestó muy poca atención a las necesidades de nuestros ancestros tribales que atravesaron macabros episodios de hambre y terror.
• En medio de una entrevista realizada a uno de los grandes pioneros de la cría bufalina en Venezuela, León Moser Guerra del Fundo La Guanota, reveló la realidad de una matanza ocurrida en el Bajo Apure.
• Estas matanzas, cuenta el criador de búfalas, han sido efectuadas durante años, tanto en Barinas como en Apure, por terratenientes en cacerías llamadas “salir a guajibear”.
• Esta “guajibeada” fue denunciada por el sacerdote Gonzalo González ante todas las instancias gubernamentales del país.
• Denunció, igualmente, la organización de una “guajibeada” en curso que algunos hacendados iban a practicar en Elorza, logrando así detener la acción genocida de los cazadores de cuibas y guajibbos.
• Estas matanzas de yaruros, cuibas, chiracoas y salivas, sirvieron para desalojarlos de las zonas de reserva, cuyos cotos les pertenecían milenariamente, y que habían sido decretado como suyos por la Constitución Nacional de 1961. 

REDACCIÓN MAZO