La no violencia

"Ejerció gran influencia sobre Gandhi las obras e intercambios epistolares que sostuvo con el anarco pacifista cristiano el Conde León Tolstoy"
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Publicado: 16/07/2019 05:04 PM

Este año se celebraron los 200 años del nacimiento del humanista, poeta, periodista, pacifista, y enfermero voluntario Walt Whitman (31-05-1819). En paralelo también se celebrará el 150 aniversario del natalicio de  Mahatma Gandhi (02-10-1869), abogado, político, pensador y padre de la Gran Patria India; motivo por el cual es importante tener en cuenta como influyó  con sus libros al distante preso en las cárceles de Sur África y la India.  También ejerció gran influencia sobre  Gandhi las obras e  intercambios epistolares que sostuvo con el anarco pacifista cristiano el Conde León Tolstoy.

El eje central que hizo  girar la rueda revolucionaria   de la vida de  Mahatma esta centrado en dos palabras de origen sánscrito  Ahimsa” cuya significado es no violencia, inspirada en el respeto a la vida que es Una y Sagrada; y “sathyagrada” o busqueda, sostenimiento y defensa de la verdad (ver textos del Tirukkurai).

Siendo incondicional  por la paz Gandhi sumo a este modelo de vida social e individual  todo lo concerniente al dialogo y  búsqueda y expansión de la verdad como expresión dinámica de resistencia contra la ignominia imperial inglesa. La fuerza bruta, la ignorancia y la guerra son para Gandhi el enemigo a vencer. En todas las batallas que libro este luchador social de la gran patria India  el “Ahimsa” (no violencia)  y la “sathyagrada”  la búsqueda  y conquista de la verdad son denominadores comunes que le permitió derrotar al prepotente imperio británico, sin disparar un solo plomo, ni verter una sola gota de sangre y sin ocasionar por su parte ni una sola muerte.

 El diálogo con sus oponentes,  sus discursos, alocuciones radiales y declaraciones de prensa son verdaderos manifiestos por la humanidad que invocan a todo evento la urgencia de transformar la realidad política del mundo, y la vida individual de cada quien,  a través de la comunicación con el adversario, la no violencia y el derecho a defender  la verdad.

Toda su existencia está marcada  por la continua   batalla en favor de los métodos no violentos, la reivindicación de los derechos de “los intocables”, la independencia de La India y   la erradicación del capitalismo imperial británico.

Para  Gandhi es natural en todo ser humano darse cuenta de la verdad. Cualquier persona puede advertir que  la severa ley del ojo por ojo y diente por diente al final  deja a todo el mundo ciego y sin capacidad de hablar. No es posible cambiar la conducta de un hombre si se le corta la cabeza, ni se puede infundir buenos sentimientos en el entendimiento de alguien si se le clava una daga en el corazón. El instrumento de la violencia solo genera más violencia, secuelas de odio y amargura entre los sobrevivientes. Los que la ejercen, los destructores,  solo se llenan de mayor brutalidad,  prepotencia e ignorancia. Es la ley del amor contra la ley del odio.

 Mahatma Gandhi ejerció el activismo político - espiritual  impidiendo que los niños hindúes acudieran a las escuelas inglesas, persuadiendo al pueblo a no consumir productos importados por el imperio británico, no usando el transporte ni trenes controlados por los invasores, no usar la ropa ni atuendos occidentales,   incitando grandes marchas pacíficas para recuperar las yacimientos de sal ocupados por los ingleses, efectuando prolongados ayunos frente a los cuarteles y tropas imperiales;  y teniendo  la plena conciencia de que en la práctica de la no violencia no existe la derrota,  a la larga siempre vence.

El 30 de enero de 1948 sobrevino su final.  Muy temprano después de tomar su último desayuno en compañía de sus compañeros (as) de trabajo se dirigió a orar. En el trayecto un hindú radical  miembro de una de  las castas más sectarias  decidió con tres balazos  terminar con la vida de Mahatma Gandhi.  No le perdonaron que defendiera la independencia de la India, que auxiliara a los leprosos, que abogara por  la casta sudra considerada como sucia e intocable, no le perdonaron que defendiera a los musulmanes dentro de territorio hindú, ni que promoviera la elevación de la edad para el casamiento, ni tampoco que defendiera los derechos de la mujer y en especial de las viudas jóvenes a contraer nuevas nupcias.

Para Gandhi fue revelador y esencial el estudio de la vida de Jesús Nazareno como miembro de los esenios, Buda y el Conde León Tolstoy, estos fueron sus tres grandes maestros. Estos tres  enfrentaron, sin temor alguno, a las castas sacerdotales y  a las jerarquías imperiales de manera no violenta.  Cristo echó a los mercaderes del templo y denostó a los hipócritas y fariseos. Buda emprendió varias batallas contra sus enemigos y logró que la alta jerarquía religiosa capitulara. León Tolstoy a los 57 años renunció a todas sus propiedades y riquezas, hizo severas críticas a la iglesia, desnudo la hipocresía de la civilización occidental, renunció varias veces al Premio Nobel y fue excomulgado de la iglesia ortodoxa rusa.

 Gandhi se propuso romper con el espiral vicioso de la guerra: agresión +resentimiento + odio + venganza = violencia, guerra,  muerte y destrucción.  Demolió  a los fetiches de la violencia y la adoración a la fuerza bruta. A cambio elevaba plegarias para no sucumbir al odio contra sus perseguidores.  El autocontrol ejercido sobre si mismo para no agredir, ni calumniar, ni difamar,  ni menos aún atentar contra la vida de otros seres vivos produjo en el  un torrente moral indetenible, invencible y contundente  en todos los ámbitos de la lucha contra el imperialismo capitalista.   Esta fuerza moral y la calidad sublime del discurso encendido inspiró la lucha no violenta de Martín Luther King Jr. y Nelson Mandela en el triunfo indiscutible de los derechos civiles contra el segregacionismo supremacista del KKK y el Apartheid.

También es conocido sus grandes debates con sus carceleros y oponentes políticos, como el que personalmente sostuvo con el ultra segregacionista primer ministro de la muy racista Unión Surafricana Mariscal Jan Christian Smuts, señor de la guerra, a quien Gandhi cambio su manera de pensar y con quien intercambio libros y poemas de Walt Whitman  como el siguiente:

CARPE DIEM

Aprovecha el día

No dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido un poco más felíz,
sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie
te quite el derecho de
expresarte que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario…

No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía
sí pueden cambiar el mundo…

Somos seres, humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y también es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en
protagonistas de nuestra propia historia…
Pero no dejes nunca de soñar,
porque sólo a través de sus sueños
puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes…
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener
la vida por delante…
Vívela intensamente,
sin mediocridades.
Piensa que en tí está el futuro y en
enfrentar tu tarea con orgullo, impulso
y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte…
No permitas que la vida
te pase por encima
sin que la vivas…”

 Los carceleros de Gandhi con el tiempo cambiaron de parecer, el imperio británico bajo del asta su “Union Jack”, dejo de ondear el imperialismo sobre ese territorio. A la postre la rica cultura hindú, su literatura, arquitectura,  música, él yoga, la afición por el té, así como los usos  y costumbres de los conquistados  terminaron por conquistar a los súbditos de la Gran Bretaña.

En esta tierra de gracia  el Socialismo del siglo XXI es democracia total. Aquí  en la  Venezuela de Simón Bolívar la  democracia plena es nuestro lema y  la Paz nuestra bandera.  No queremos democracia a medias, donde hay pocos beneficiados y muchos perjudicados, donde unos pocos viven bien y otros  son invisibilizados en la pobreza y  la desigualdad.  Sin Justicia Social no hay Paz.

¡El diálogo y la no violencia es el triunfo de la Paz!

¡Unidad, Lucha, Paz y Victoria!  ¡Venceremos! 

ALEJANDRO CARRILLO GARCÍA

[email protected]

 

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