Publicado: 11/10/2023 09:00 PM

• El 06 de octubre de 1976, una banda terrorista bajo la dirección de Luis Posada Carriles, provocó en pleno vuelo la destrucción de un avión de Cubana de Aviación con 73 pasajeros a bordo, entre los cuales había mujeres, niños y la selección completa del equipo nacional de esgrima de Cuba.
• Participaron, además de Posada Carriles, Orlando Bosch, Hernán Ricardo y Freddy Lugo. Estos trabajaban para el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU, George Bush padre.
• La banda terrorista al servicio de la CIA, había sido organizada por Orlando Bosch, durante una reunión en República Dominicana en junio de 1976. Los allí presentes fundaron la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU), una agremiación internacional terrorista la cual tuvo responsabilidad en numerosos crímenes, actos de sabotaje y explosiones en Miami, Nueva York, Venezuela, Panamá, México y Jamaica. 
• Entre sus miembros estuvieron los integrantes del grupo fascista Movimiento Nacionalista Cubano (MNC), quienes informaron acerca de una acción ordenada por la Dirección de Inteligencia Nacional de Chile (DINA), que no era otra, como se conoció después, que el asesinato del exembajador austral en Washington, Orlando Letelier del Solar, la que sería cumplida el 21 de septiembre de 1976. 
• En Venezuela, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch disfrutaron de la protección y hospitalidad del presidente Carlos Andrés Pérez, del gobierno de Acción Democrática (AD) y de las autoridades de los EEUU.
• Posada Carriles ostentó el cargo de Comisario Jefe de la policía política de Carlos Andrés Pérez (DISIP), donde fue conocido como El Comisario Basilio. Ahí dejó un extenso prontuario de víctimas torturadas y asesinadas por él. 
• Bosch Ávila, por su parte, ingresó al país con pasaporte falso, para lo cual el embajador de Venezuela en Managua le otorgó una visa especial, por órdenes de Miraflores. Le fueron dadas credenciales como funcionario de la DISIP con permiso para portar toda clase de armas y ejercer funciones policiales.
• Documentos del Buro Federal de Investigaciones y la CIA, prueban que en Washington sabían que Bosch y Posada Carriles iban a destruir el avión de cubana en pleno vuelo, tres meses antes del sabotaje. 
• Archivos desclasificados han revelado un memorando que puso en conocimiento de Henry Kissinger la vinculación del FBI y la CIA con estos gánsteres del crimen organizado internacional.
• En relación al asesinato masivo contra el vuelo de Cubana de Aviación, ambos asesinos fueron condenados por el entonces Fiscal General de los EEUU por «un delito de bajeza moral, más que un simple delito político».
• ¿Qué siguió después? Estos sicarios fueron indultados por el presidente George H. W. Bush, contrario al parecer del Departamento de Justicia y el dictamen del Fiscal General. El entonces Presidente, había dirigido la Agencia Central de Inteligencia cuando explotó en pleno vuelo el avión de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976.
• Bush padre fue especialmente magnánimo con estos siniestros personajes, especialmente con Orlando Bosch, conocido como “el médico de la muerte”, quien era buscado dentro de los Estados Unidos por ser el más peligroso terrorista del continente.
• A Posada Carriles le concedieron el lujo de dejarlo entrar ilegalmente a los EEUU, e inclusive dar ruedas de prensa para justificar su amplio record delictual.
• En el vuelo Cubana 455 fueron implantadas dos bombas, por dos agentes venezolanos al servicio de Posada Carriles: Freddy Lugo y Hernán Ricardo. La primera explotó a 11 minutos del despegue del Aeropuerto Seawell de Barbados. La segunda explotó a 2 millas de la costa cuando de regreso al aeropuerto los pilotos intentaban hacer un aterrizaje forzoso.
• Entre las víctimas estuvieron 11 bachilleres guyaneses que se disponían a estudiar medicina en La Habana, una niña de 9 años, la joven esposa del embajador de Guyana en Cuba, 6 oficiales del gobierno de Corea del Norte y 48 pasajeros de nacionalidad cubana; entre personal de cabina y el equipo nacional juvenil de esgrima.

REDACCIÓN MAZO