Lázaro Cárdenas
Cortesía de Yucatán Times
Publicado: 19/10/2020 12:37 PM
El 19 de octubre de
1970, hace hoy 50 años, fallece en Ciudad de México Lázaro Cárdenas del Río. En el curso de su vida logró
adentrarse tanto en la solución práctica de los
problemas sociales de su país que permanece elevado en la cumbre de los
afectos, admiración y respeto de millones de sus compatriotas.
El 10 de abril de
1919 Emiliano Zapata cayó en la trampa de un supuesto encuentro amistoso y un
ejército de balas terminó con su vida. El jefe indiscutible del Ejército Libertador
del Sur cayó con más de veinte impactos de escopeta sobre su humanidad, su
caballo alazán huyó galopando hacia las montañas del sur dando nacimiento a la
leyenda que hoy continúa cantándose en rancheras desde el corazón de millones
de campesinos con sed de aguas, pan y
tierra.
Con Lázaro Cárdenas
se revirtió la traición, las tradiciones
zapatistas recuperaron su aliento mediante la distribución de 67 millones de
hectáreas en poder de empresas extranjeras. Los campesinos recibieron además de
la tierra, créditos, educación y medios
de organización para el trabajo. Con esto comenzó un rápido crecimiento
económico, se triplico la producción agrícola, se logró la modernización del
Estado mejicano, el crecimiento de las ciudades, la disminución de la desnutrición
infantil, la alfabetización y la erradicación de muchas enfermedades.
Tata Lázaro relanzó a
gran escala su programa de justicia social y revivió la adormecida constitución
revolucionaria de 1917. Distribuyó 17.887.000 hectáreas a título definitivo,
más 9.861.000, sujetas a confirmación, con un total de 810.000 familias campesinas
beneficiadas por sus políticas de apoyo a la producción y de expansión de la agricultura. Los grandes
propietarios nacionales se vieron poco afectados por las medidas que solo
alcanzó a las transnacionales. De hecho muchos mantuvieron el control de la
producción en sus ingenios y haciendas.
El sexenio pro
socialista del Presidente Cárdenas fue el único en América Latina que rompió
lanzas contra el uso irracional, abusivo y desmedido de la propiedad, de los
suelos fértiles y sus aguas, en pocas manos.
El buen corazón de
este gran latinoamericano supo entender el drama de la Guerra Civil española y
acogió a más de cuarenta mil exiliados republicanos que debieron huir de las
hordas falangistas. Bajo su gobierno se fundó el Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español que adoptó a
centenares de menores huérfanos de la guerra e hijos de republicanos. Más aún
apoyó económicamente y con armas a la República Española.
Bajo su gobierno
(1934-1940) se nacionalizó la industria petrolera y ferroviaria, a pesar de las
fuertes presiones del clan Rockefeller. También revirtió todos los bienes,
refinerías, pozos, infraestructuras e inmuebles a manos del Estado Mexicano lo
que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Reino Unido, cuyos
intereses en la Shell pasaron a ser
propiedad del pueblo.
La empresa privada
nacionalista recibió un fuerte respaldo por parte de Cárdenas, a quienes se les
dotó de un banco de proyectos viables para impulsar el desarrollo del país.
Para ello impulso la aprobación de leyes laborales y la formación de
sindicatos.
Cumplido su mandato
de seis años paso a ser Secretario de Defensa Nacional. Su casa fue lugar de
encuentro de muchos exiliados que lo visitaron en múltiples ocasiones para
conocerlo y trabar amistad. Entre sus asiduos visitantes estuvo el maestro
Rómulo Gallegos, Manuel Alfredo Rodríguez, Andrés Eloy Blanco, Ernesto Guevara
y Fidel Castro; quienes hacían vida en común como desterrados políticos.
Tatalacho,
Tatalazaro, el Gran Taita ha vencido la barrera del tiempo para seguir viviendo
en el alma de todos y todas como el hombre ejemplar que supo conducir los
destinos de México por los senderos de la paz, el progreso y el bienestar
social.
A 50 años de su
partida física rendimos homenaje al padre de los campesinos, protector de todos
los mejicanos y pro hombre de la justicia social Lázaro Cárdenas del Río. Honor
a quien honor merece.
¡Unidos Nosotros Venceremos!
ALEJANDRO CARRILLO