Publicado: 15/05/2024 09:00 PM

• Los asesinatos de los estudiantes Lugo Machado, en Maracay y Alarcón González, de la ETI de Barquisimeto, además del obrero Benjamín de Jesús Terán Ruíz, en El Guarataro, Caracas, a manos de la policía, fueron una muestra de la inexistencia del Estado de Derecho que tanto pregonaba el presidente Rafael Caldera.
• José Vicente Rangel (JVR) denunció que el fascismo en Venezuela no representaba las mismas características del modelo clásico que lo originó en Italia en 1920. Pero ese gobierno copeyano no pudo ocultar que la muerte de dichos estudiantes y obreros obedecían a un gobierno que defendía los intereses de una clase opulenta acobardada y atemorizada por el clamor de las reivindicaciones exigidas por las clases menos privilegiadas.
• Prosiguió JVR: “Con la máscara de la defensa del sistema democrático, del régimen de derecho, puede llegar cualquier nación al fascismo. Basta que una clase amenazada en sus intereses se aferre a ellos, se sienta acosada o simplemente trate de reaccionar frente al adversario, para que se imponga una política directa por la vía de los hechos”. La vía de los hechos es siempre el arma favorita del fascismo. Es decir, se hace y punto.
• La tendencia de los gobiernos de la Cuarta República, denunció también JVR, fue la de convertir el orden público en una expresión policial más que en una expresión democrática. Entonces vemos como en 40 años (1958-1998) se hizo más importante la represión policial para preservar los privilegios de unos pocos que el derecho a la vida de las mayorías.
• En ese mismo orden de ideas, JVR preguntó: ¿No está acaso presente en los pliegues de esta concepción de orden público una manifestación exorbitada del ejercicio del poder, una degradación de la defensa del Estado?
• Víctimas de aquel gobierno fascistoide cayeron abatidos por el uso desproporcionado de la fuerza policial:

1. Marylin Teresa Names Hurtado: El viernes 14 de mayo de 1971, durante las manifestaciones pacíficas en El Silencio; armada, la PM practicó detenciones arbitrarias, acompañadas del uso de perdigones, bombas lacrimógenas, rolazos, peinillazos y patadas propinadas a obreros y estudiantes ahí aglomerados. Desde el apartamento Nº 8 de los Bloques de El Silencio la joven estudiante Marylin Teresa, observaba el desarrollo de las protestas cuando fue alcanzada por un disparo de la Policía Metropolitana. El proyectil ingresó en la zona parietal y la dejó mortalmente herida. Los familiares la bajaron a la Plaza O´Leary en un intento desesperado por salvarle la vida.
2. Durante las marchas del Primero de Mayo de ese año, el joven obrero Jesús Terán Ruiz fue asesinado por la PM de un disparo en la cabeza. El inspector de ese cuerpo policial, identificado como José Antonio Olivo, llegó a la manifestación con dos guardaespaldas y comenzó a disparar a diestra y siniestra su arma de reglamento con la que mató al joven.
3. El día 13 de mayo, el joven de 17 años Freddy Enrique Ernesto Torres, jugaba maquinita en un restaurant del km 13 de la Carretera Panamericana cuando de un balazo en la cara fue asesinado por un agente de la Policía de Los Teques.
4. En la mañana del 14 de mayo, en La Guaira, el liceísta Jesús Alberto Martínez Chacín, falleció cuando una bomba lacrimógena le estalló en el tórax. Cursaba 3er año en el Liceo José María Vargas. Jesús Alberto, sus compañeros y estudiantes de la Escuela Industrial de Maiquetía manifestaban en la Avenida Soublette.
5. Antonio José Palomo Herrera, de 34 años, buhonero, fue interceptado en la madrugada del 12 de mayo de 1971 por un agente de la PM, quien le descargó un disparo en la cara que lo fulminó en el acto. El comerciante informal se encontraba en un bar de la esquina de Bucare, en la parroquia San Juan, cuando el agente sin mediar palabras lo asesinó.

REDACCIÓN MAZO