Malaverismos: Allá lejos viene un barco...
Publicado: 24/05/2020 06:00 AM
Los miembros caídos de la oposición
están como locos, porque no saben qué hacer ante la llegada de los barcos con
gasolina que vienen de Irán. No saben si ir a hacer la cola en las estaciones
de servicio de una vez, o esperar la orden de Trump, que hasta el momento no
saben cuál es.
-Entre los cinco barcos hay uno que
se llama Petunia, menos mal que no le pusieron Negra Matea, porque entonces sí
es verdad que se vuelven locos estos chavistas.
Así le comentó Ramos Allup a su
esposa mientras le pasaba un trapito a la armadura falsa que compró en Toledo,
España. En eso estaba cuando de repente sintió que se cayó de la biblioteca un
libro, se agachó a recogerlo pero se quedó doblado en ese momento.
- Ayyyyyy.
- ¿Te falla uno de los motores, mi
motorcito?
- Me fallan todos, mi amor.
A pesar de todo, logró recoger Venezuela política y petróleo, de
Rómulo Betancourt, que era uno de los tantos ejemplares que tiene en su
biblioteca y que se había caído.
- Esto debe ser un mensaje que me
está mandando Rómulo. –dijo en voz alta.
- Todavía Rómulo te gobierna, mi
amor.
- Por los siglos de los siglos, mi
amor.
En ese momento sintió una voz en la
pantalla de la computadora, y era que ya se estaban incorporando los demás
miembros caídos de la oposición para la reunión que iban a tener hoy. Mientras
tanto, Ramos Allup le comentó a su esposa.
-Eso de los tapabocas le ha venido
muy bien a mucha gente, gente que antes no se atrevían a salir a la calle por
feos, y ahora se ponen su tapabocas y salen de lo más tranquilo.
Su esposa sonrío, y lo tomó de la
mano y lo llevó al escritorio donde lo sentó para que presenciara la reunión.
Desde la pantalla, Antonio Ledezma le preguntó:
- ¿Llegaron los barcos?
- El Sierra Nevada llegó hace mucho
tiempo, Antonio, y tú sabes que de ese es el único barco que tú y yo sabemos.
Julio Borges, no esperó que
comenzara la sesión, sino que tomó la palabra rápidamente.
- Tenemos que pensar muy bien lo que
vamos a hacer, porque Trump nos está vigilando para ver si hacemos las cosas
bien.
- Yo creo que dejó de vigilarnos,
porque hemos hecho todo mal –dijo Omar Barbosa.
- Digo por la llegada de los barcos
con gasolina. – Siguió diciendo Borges- Ya le quitamos Directv…
- De eso no me hables.- dijo Ramos
Allup- Yo estaba viendo una vaina bien buena y se fue el canal, y yo no tengo
Neflix, como Maduro, ni como tú en Bogotá, Julio, así que de eso no me hables.
El tema de hoy es barco a la vista.
- Yo tengo a mi compadre haciendo
cola con mi Volvo en la estación de servicio de Las Mercedes, para cuando
llegue la gasolina iraní .- dijo Edgard Zambrano.
Ramos Allup y su señora escuchaban
las palabras de los miembros caídos que estaban viendo en pantalla gracias a
zoom, y sonreían.
-Vamos de fracaso en fracaso.
Prometimos unos expertos para el
coronavirus, y nadie ha visto a esos expertos, prometimos cien dólares para los
médicos, y nadie ha visto esos cien dólares, y ahora apoyamos que les quiten
Directv y tampoco queremos que les llegue la gasolina. Eso no lo aguanta nadie,
diría mi compadre Carlos Andrés Pérez- volvió a decir Ramos Allup.
- Esta lucha es larga y hay que
sacrificarse. –dijo Antonio Ledezma.
- Sí, Antonio, claro, porque tú
estás en el barrio de Salamanca, en España, protestando enfluxado, en cambio yo
estoy en un lugar de Colombia que no lo digo, para que los chavistas no me
encuentren, y estoy bien jodido. -dijo
Ismael García.
En ese momento, Carlos Vecchio, la
fuente más cercana a Trump que tiene la oposición, entró en la pantalla y dijo:
- Vamos bien. Trump va a dejar pasar
los barcos, pero dijo que los tenía rodeados. No sé más nada.
- Rodeados estamos nosotros, que
nadie nos puede ver – dijo Stalin González.
- Entonces ¿qué hacemos con los
barcos iranís?. ¿Los saboteamos? ¿No le
ponemos gasolina a nuestros carros? ¿Qué hacer?
- Esperar la palabra de Trump.- dijo
Carlos Vecchio.
- Bueno, palabra de Trump, te
alabamos señor. –dijo Ramos Allup.
Después que dijo eso, Ramos Allup
apagó la computadora y su esposa le dijo:
-Por eso es que yo te quiero tanto, mi amor.
ROBERTO MALAVER