Malaverismos: De cómo la oposición cenó con Donald Trump
Publicado: 16/12/2018 06:00 AM
Angustiados, viendo
partir el año 2018, la oposición apuesta por el 10 de enero, sin embargo,
quieren cenar con Donald Trump para pedirle disculpas ante toda la ayuda que
les ha dado con las sanciones al país y con los dólares que les ha enviado, y
ellos, avergonzados, no han podido cumplir la promesa de sacar a Maduro del
poder.
Como loco de carreta,
caminaba Ismael García por una calle céntrica de Costa Rica. De repente sintió
que repicaba su teléfono celular. Antes de tomarlo pensó: “Dios mío, que sea Ramos
Allup, para ver si me da una ayudaíta”. Entonces respondió.
-Aquí, Ismael García,
allá quién.
-Aquí, Ramos Allup.
-¡Milagro! ¡Milagro!.-Contestó
Ismael García.
-¿Qué milagro te acabo
de hacer, Ismael?
-Que justo estaba
pensando en ti, para ver si me ayudabas, porque seguro ustedes están allá en
Caracas comiendo hallacas y pernil, y yo me estoy comiendo un cable aquí en
Costa Rica.
-Mira, Ismael, estamos
aquí reunidos y decidimos encomendarte una misión. Misión Cena con Trump. Mañana
te pasa buscando mi cuñao por el aeropuerto en Costa Rica. Tú conoces el avión
de mi cuñao, ese que tiene la calcomanía de AD en el lado derecho. Así que
atento. De allí te va a llevar a Washington, y tú tienes la misión de que Trump
nos invite a cenar para agradecerle este fin de año 2018, toda esa ayuda que
nos ha venido haciendo con las sanciones y los dólares que nos ha enviado. Lo
único malo es que tú sabes, nosotros no hemos cumplido con lo que nos toca. Ok.
-Espera. Y ¿por qué yo?
-Es que tú eres el más
indicado. Es decir, el que hace cualquier tipo de vaina inesperada. Saltas por
aquí y por allá, y bueno, salta hasta Washington y nos haces ese favor. Ok
-Ok
De una vez, Ismael
García se fue para el aeropuerto Internacional Juan Santamaría, y busco por
allí cerca un cuarto barato para esperar en la mañana del día siguiente, al
avión adeco del cuñao de Ramos Allup.
Mientras tanto, en la
quinta La Pipa de Guatire, Ramos Allup, todavía reponiéndose del golpe que
recibió en la frente, hablaba con sus amigos: Edgard Zambrano, Luis Florido,
Omar Barboza y Manuel Rosales.
-Bueno.- dijo Ramos
Allup- Si este loco nos consigue esa cena con Trump, terminamos el año 2018
coronados. Mejor esperamos para ver qué nos dice el salta montes García, y
después hablamos.
Los amigos se marcharon
y Ramos Allup quedó solo con su armadura en la biblioteca Rómulo Betancourt.
Tomó el libro Venezuela Política y
Petróleo, leyó un párrafo y dijo:
-Carajo, este hombre sí
sabía vainas.
Dos días después, cuando
Ramos Allup estaba puliendo la armadura, le repicó el celular: “Adelante a
luchar miliciano”. Lo tomó y escuchó la voz de Ismael García.
-Misión cumplida. Vénganse
mañana que el hombre nos está esperando para cenar en la noche. Corte y fuera.
Ramos Allup llamó a sus
amigos de la derecha recalcitrante y les avisó que se prepararan, que salían
para Washington mañana en la mañana.
-¿Estará nevando? –pregunto
Rosales.
-Ese loco no me dejó preguntarle
nada. Pero llévate un gorro merideño, por si acaso.- le dijo Ramos Allup.
Salieron en la mañana
en el avión adeco del cuñao de Ramos Allup, y algunas horas después aterrizaron
en el aeropuerto de Washington, allí estaba Ismael García esperándolos. Se
saludaron y salieron rumbo a la Casa Blanca. Entraron como Pedro por su casa y
una anfitriona los llevó hasta el salón
donde estaba la mesa dispuesta para la cena con Trump. Al rato entró Trump
hablando en ingles pero con un traductor a su lado que repetía las cosas que
decía Trump:
-Así que ustedes son
los vividores de la oposición en Venezuela, que se han aprovechado de todos
nuestros dólares y no han salido del dictador. Aquí los quería ver, para
decirles que ustedes no sirven para nada, son unos buenos para nada, ni
siquiera tienen un candidato para salir de Maduro, porque a ustedes no los
quiere nadie, ni ustedes mismos se pueden ver. Así que coman y se van por
favor. Allí les dejó un maniquí de mi persona para que los acompañe. Yo no puedo
cenar con gente de tan baja calaña. Ok.
- Eso será con Julio
Borges y Antonio Ledezma, que se están llenando, porque nosotros no hemos
recibido nada.- dijo Ramos Allup.
Y así, Ismael García logró la proeza de que la oposición venezolana cenara con Donald Trump.