Malaverismos: Diálogo sin palabras
Publicado: 22/08/2021 10:25 AM
Desplazado por lechuguinos y petimetres, por Bernabé
Gutiérrez y hora por Gerardo Blyde, Ramos Allup está que no le prende ninguno
de sus motores.
La noticia saltaba por todas partes, como que fuera de la
mano de Yulimar Rojas. La oposición
estaba dialogando con el gobierno de Nicolás Maduro en México. Y Ramos Allup había dejado por un
momento de seguir las acciones de Bernabé
Gutiérrez, quien ya ha nombrado varios candidatos a gobernadores y
alcaldes, y se puso a prestarle atención a lo que estaba pasando en México.
- ¿A ti te llamaron, Dávila?
- A mí no me dijeron nada.
- ¿Nosotros somos o nos somos del G4?
- Parece que no somos, hermano.
Había invitado a William
–Zigatoca negra- Dávila a su casa. Y
allí, en la quinta La pipa de Guatire,
en la Sala Rómulo Betancourt, estaban conversando del
diálogo en México.
- ¿De dónde sacaron a Gerardo
Blyde? –Preguntó Ramos Allup-
- De Fospuca. Tú
sabes que desde que fue alcalde de Baruta contrató a Fospuca para recoger la basura y ahora es asesor y socio de esa
basura. Y están dejando limpios a toda Baruta,
comerciantes y residentes.
- Es decir, que Gerardo
Blyde vive de la basura.
- Así parece, hermano.
El perro Chicharrón se acercó a lamer los zapatos de Ramos Allup, y el hombre lo tomó en sus manos y se lo llevó a las
piernas. En ese momento se escuchó el timbre de la quinta.
- Adelante a luchar
miliciano. Adelante a luchar...
- Abre la puerta mi amor, que debe ser Manuel Rosales, a
quien le encanta el himno de Acción Democrática y deja el timbre pegado para
escucharlo completo.
Rosales llegó y saludó primero al perro Chicharrón que
estaba en las piernas de Ramos Allup, y después a Dávila y luego a Ramos. Y preguntó:
- ¿Nosotros estamos participando en ese diálogo de México?
- Nos están tratando como que fuéramos Bernabé Gutiérrez.- dijo
Dávila.
Y en verdad tenían toda la razón, porque allá estaban en México una cantidad de personas que no
tenían nada que ver ni con AD ni con un Nuevo Tiempo: Tomás Guanipa. Carlos Vecchio. Luis Emilio
Rondón. Mariela Magallanes. Claudia Nikken. Stalin González. Luis Aquiles
Moreno y Roberto Enríquez. Esos fueron los que aparecieron en la foto sin
ninguna vergüenza.
- Lo que llama la atención es Gerardo Blyde. ¿Quién lo designó? –preguntó Ramos Allup.
- A nosotros no no consultaron –dijo Rosales- y menos mal, porque yo ya estoy lanzado como candidato a
gobernador en el Zulia.
- La que anda disparando por ahí contra el diálogo es María Corina Machado. Con dos mujeres
como esa ya hubiesen tumbado el gobierno. –dijo Dávila.
En ese momento apareció una señora con una bandeja de
tequeños y Ramos Allup aprovechó y
la presentó.
-Conozcan a la señora Marisela,
a lo mejor está infiltrada aquí por el chavismo para que sepa todo lo que
hacemos nosotros, pero no hay problema, porque todo el mundo sabe lo que
hacemos nosotros.
Los dos hombres sonrieron y Marisela dejó la bandeja en la mesa y preguntó:
- ¿El presidente quiere algo más?
- No me llame presidente, señora Marisela, que estos se van a burlar de mí.
- Disculpe, presidente,-dijo la señora y se fue.
Mientras devoraban los tequeños, Rosales vio detenidamente la foto tamaño natural de Rómulo
Betancourt que está adornando la sala de
la quinta La pipa de Guatire y le preguntó a Ramos Allup:
- ¿Y ese hombre no te ha dicho nada para ver cómo volvemos
al poder?
- No, Manuel, ese
es otro tipo de diálogo el que yo tengo con Rómulo.
- Compañeros, yo creo que nos
quedamos fuera del diálogo en México. Y ahora soltaron a Freddy Guevara para incorporarlo al diálogo, y nosotros, que
estamos sueltos, no nos llama nadie para asistir. –dijo William Dávila
Ramos Allup puso a Chicharrón en el suelo y se
levantó de la silla. Fue al escritorio y dijo:
-Mientras no estemos nosotros en ese diálogo, ese será un
diálogo sin palabras.
Y Manuel Rosales
y William Dávila se vieron las caras
y dijeron:
-Así se habla, jefe.
ROBERTO MALAVER